Tras la muerte de Miguel Ángel ‘el Zurdo’ López, uno de los referentes del Junior de Barranquilla en las décadas recientes, su legado y enseñanzas siguen presentes entre quienes compartieron vestuario, alegrías y derrotas con él. Uno de ellos es el cesarense Martín Arzuaga, el ‘Torito’, quien no dudó en recordar con emoción al técnico que confió en él en momentos clave de su carrera.
“Murió dignamente. Una señora, una enfermera, estuvo con él en sus últimos años. Ella hizo que el Zurdo muriera con dignidad”, expresó Arzuaga en diálogo con EL PILÓN, visiblemente conmovido.
Martín contó que lo vio por última vez hace más de un año, en un centro comercial en Barranquilla. “Nos saludamos, conversamos un rato. Pero ya no escuchaba bien, ya estaba muy deteriorado”, recordó el nacido en Becerril, Cesar.
Aunque muchos relacionan al Zurdo con su dirección técnica, especialmente en Junior, Arzuaga destacó su humanidad: “Era un tipo que trataba de mantener alegre al grupo, siempre con una palabra, con un gesto. Pagaba cosas de su bolsillo cuando el equipo estaba en momentos difíciles. Apostaba por los jugadores, daba tranquilidad”.
El penal más recordado
La final del 2004 es parte fundamental del vínculo entre el Zurdo y Arzuaga. Ese día, el Toro pateó el penal definitivo que le dio la estrella al Junior, y lo hizo por decisión del técnico.
“Me dijo ‘nene, te toca cerrar’, y yo le respondí que sí. Él confiaba en uno. Siempre decían ‘ya viene el Zurdo otra vez’, como si con él volviera la esperanza. Era así”, evocó Arzuaga con nostalgia.
Un adiós que duele en Barranquilla
Arzuaga, quien confirmó que estará presente en el sepelio del Zurdo, cerró con una frase que lo resume todo: “Se murió una leyenda. Aquí en Barranquilla siempre que lo veían decían: ‘Ahí está el Zurdo otra vez’. Ya no lo vamos a ver. Se va una leyenda, pero también una forma de entender el fútbol y la vida”.
Miguel Ángel ‘el Zurdo’ López, histórico técnico argentino del Junior de Barranquilla, falleció este lunes 7 de julio a los 83 años, tras varios quebrantos de salud. López dirigió al equipo tiburón en siete oportunidades y fue el artífice de la quinta estrella conseguida en 2004, cuando Junior venció por penales a Atlético Nacional en el Atanasio Girardot. Su legado en el club rojiblanco lo convirtió en una figura entrañable para la afición barranquillera, al punto de radicarse en la ciudad durante sus últimos años de vida.
Además de su paso por Junior, el Zurdo dejó huella como futbolista y técnico en Argentina, México y Colombia. Como jugador, brilló con Independiente, donde ganó cuatro Copas Libertadores y una Intercontinental, y también pasó por River Plate y Atlético Nacional. En México dirigió al América, con el que ganó dos ligas y una Concacaf. Su vínculo con el fútbol colombiano trascendió lo táctico: fue formador, líder y símbolo de una era que marcó a generaciones enteras de hinchas del Junior.
Por Redacción Deportiva / EL PILÓN
