Ruanas, chaquetas, cielos grises, calles desoladas, temperaturas de 5,8 grados centígrados, y otras cualidades tiene un pueblo de Nariño.
Ruanas, chaquetas, cielos grises, calles desoladas, temperaturas de 5,8 grados centígrados, y otras cualidades tiene un pueblo de Nariño, considerado el más frío de todo el país.
Se trata de Aldana, un pueblo compuesto por 13 veredas, donde viven la mayoría de sus habitantes. En la zona rural el frío es más intenso, tanto que los campesinos deben usar pasamontañas, doble pantalón y ruana para cumplir con las actividades agrícolas.
Los lugareños afirmaron a EL TIEMPO que bañarse es todo un reto, toda vez que el agua sale casi ‘congelada’. “Sí o sí hay que calentar agua o utilizar duchas eléctricas. O no bañarse. Sea cuál sea la decisión, uno siempre termina en las mañanas con las manos moradas, el cuerpo tembloroso y una sensación de helaje terrible en el rostro, las piernas y los brazos”, mencionó una de las habitantes.
Y aunque ese clima se mantiene así todo el año, los aldanenses aseguran que entre julio y septiembre, más o menos, el frío es más intenso.
“En noviembre y diciembre tenemos lluvias fuertes, con tormentas eléctricas (…). En el municipio ha caído granizo en varias ocasiones”, mencionó Jesús Villota Mejía, docente y rector de la Institución Educativa Nuestra Señora del Pilar.
Por otras parte, las bebidas no se refrigeran. Las neveras para el agua, las gaseosas, las cervezas y el alcohol funcionan más como repisas para sostenerlas, y el congelador es utilizado solo para mantener los embutidos, algunas proteínas, como el pollo y el pescado, y mercancía relacionada con lácteos.
Aldana se ha convertido poco a poco en un buen destino para visitar en familia o con amigos, quienes han ido afirman que la experiencia es placentera.
Durante el fin de semana, los lugareños contaron qué hay campeonatos de fútbol y de chaza (el tenis criollo). Algunas personas van a un lugar llamado río Blanco y se sumergen en sus heladas aguas. Otros prefieren viajar hasta Tulcán (la primera ciudad que se encuentra al pasar la frontera con Ecuador) y disfrutan de termales relajantes.
Ruanas, chaquetas, cielos grises, calles desoladas, temperaturas de 5,8 grados centígrados, y otras cualidades tiene un pueblo de Nariño.
Ruanas, chaquetas, cielos grises, calles desoladas, temperaturas de 5,8 grados centígrados, y otras cualidades tiene un pueblo de Nariño, considerado el más frío de todo el país.
Se trata de Aldana, un pueblo compuesto por 13 veredas, donde viven la mayoría de sus habitantes. En la zona rural el frío es más intenso, tanto que los campesinos deben usar pasamontañas, doble pantalón y ruana para cumplir con las actividades agrícolas.
Los lugareños afirmaron a EL TIEMPO que bañarse es todo un reto, toda vez que el agua sale casi ‘congelada’. “Sí o sí hay que calentar agua o utilizar duchas eléctricas. O no bañarse. Sea cuál sea la decisión, uno siempre termina en las mañanas con las manos moradas, el cuerpo tembloroso y una sensación de helaje terrible en el rostro, las piernas y los brazos”, mencionó una de las habitantes.
Y aunque ese clima se mantiene así todo el año, los aldanenses aseguran que entre julio y septiembre, más o menos, el frío es más intenso.
“En noviembre y diciembre tenemos lluvias fuertes, con tormentas eléctricas (…). En el municipio ha caído granizo en varias ocasiones”, mencionó Jesús Villota Mejía, docente y rector de la Institución Educativa Nuestra Señora del Pilar.
Por otras parte, las bebidas no se refrigeran. Las neveras para el agua, las gaseosas, las cervezas y el alcohol funcionan más como repisas para sostenerlas, y el congelador es utilizado solo para mantener los embutidos, algunas proteínas, como el pollo y el pescado, y mercancía relacionada con lácteos.
Aldana se ha convertido poco a poco en un buen destino para visitar en familia o con amigos, quienes han ido afirman que la experiencia es placentera.
Durante el fin de semana, los lugareños contaron qué hay campeonatos de fútbol y de chaza (el tenis criollo). Algunas personas van a un lugar llamado río Blanco y se sumergen en sus heladas aguas. Otros prefieren viajar hasta Tulcán (la primera ciudad que se encuentra al pasar la frontera con Ecuador) y disfrutan de termales relajantes.