Este jueves 8 de mayo, el cardenal estadounidense Robert Prevost ha sido elegido como el 267º Papa, convirtiéndose en el líder de más de 1.400 millones de católicos en todo el mundo. Su nombre pontificio será León XIV.

La decisión fue tomada este jueves en la Capilla Sixtina, donde 133 cardenales de 70 países se reunieron en cónclave, tras dos jornadas de votación. La elección fue anunciada al mundo mediante la tradicional fumata blanca, el humo blanco que emergió de la chimenea del Vaticano a las 17:46 hora local.

Un pontificado histórico

Con la elección de Prevost, nacido en Chicago, Estados Unidos, se marca un hito significativo: es el primer Papa estadounidense en la historia de la Iglesia. Su designación refleja la búsqueda de la iglesia de ganar espacio en ese país, tradicionalmente protestante.

El nuevo Papa, de 70 años, es miembro de la Orden de San Agustín y ha sido hasta ahora prefecto del Dicasterio para los Obispos, un cargo clave en la administración de la Iglesia. Su trayectoria como misionero en Perú y su enfoque pastoral cercano a las comunidades marginadas han sido ampliamente reconocidos dentro y fuera del Vaticano.

El nombre “León XIV”

Al asumir el nombre de León XIV, el nuevo pontífice evoca la figura de papas como León XIII, conocido por su encíclica Rerum Novarum que sentó las bases de la doctrina social de la Iglesia en el siglo XIX. Este nombre sugiere un enfoque de compromiso social, diálogo con el mundo contemporáneo y atención a los desafíos laborales, ecológicos y de justicia global.

Miles de fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro tras la fumata blanca, esperando ver al nuevo Papa asomarse al balcón central de la Basílica para impartir su primera bendición “Urbi et Orbi” y dirigirse al mundo con sus primeras palabras como Sumo Pontífice.