En medio de su dolor, Ebed recordó lo vivido el día que se supone sería el más importante de su vida.
El sábado primero de junio, una noche que debía ser de celebración y alegría, se convirtió en una tragedia para la pareja de recién casados, Ebed Shaday Calderón y Camilo Andrade, y sus invitados. Durante la recepción de la boda, que se llevaba a cabo en la Casa Hotel Riascos, ubicada frente a la Feria Ganadera de Valledupar, el techo de la estructura colapsó, causando la muerte de dos personas y dejando más de 40 heridos.
Según relata la novia, la ceremonia había transcurrido de manera normal y todo parecía estar perfecto. Sin embargo, cuando comenzó a llover, los invitados se refugiaron en el salón de recepción. Repentinamente, se escucharon ruidos fuertes, como granizos golpeando el techo, seguidos de un estruendo que hizo que todos entraran en pánico. La estructura cedió y la gente comenzó a gritar y correr para salir.
“La boda iba normal, iba todo hermoso, todo había quedado hermoso, la ceremonia había estado bien, estaba con mi esposo cumpliendo nuestro sueño que era casarnos. Fue algo muy fuerte, realmente todos es para que hubiésemos estado muertos, lo que sucedió fue un milagro. En medio de esta tragedia tan horrible y de locura, toda la gente salía llena de sangre y menos mal Dios nos guardó”, expresó Ebed.
La novia, junto con su esposo y sus hermanos, lograron salir a tiempo debido a su cercanía con la puerta. A medida que se iba avanzando la magnitud de la tragedia, Calderón pedía a Dios que todas las personas estuvieran bien y salieran con vida, pero lamentablemente perdió a una de sus mejores amigas, Naileth Guerra y a su prima, Saray Michel, en el incidente.
Los hombres presentes en la boda se unieron para ayudar a las personas atrapadas y rescatar a los heridos por la demora en la llegada de las ambulancias y los servicios de emergencia debido a la intensa lluvia. Los presentes arriesgaron sus vidas para salvar a los que podían.
Actualmente, los heridos, incluyendo 9 en estado grave, están siendo atendidos en diferentes clínicas de Valledupar y esperan cirugías. La novia expresa su descontento con el trato recibido en las clínicas, ya que considera que no han brindado el apoyo necesario.
La pareja de novios alquiló el lugar de la boda pensando en la seguridad, pero lamentablemente “la estructura estaba mal construida con un techo que soportaba demasiado peso“. Los dueños del lugar no se han comunicado con la pareja y estos planean emprender acciones legales por lo sucedido.
En medio de la tristeza y el dolor, los novios han estado apoyando a las familias afectadas, visitando a sus seres queridos heridos en las clínicas y hospital (Alta Complejidad, Médicos Centro, Unidad Pediátrica del Simón Bolívar, Santa Isabel, Rosario López Pumarejo) llevándoles comida. La novia hizo un llamado a la comunidad vallenata para que los ayuden a orar por las vidas de todos los afectados, a fin de que Dios les brinde fortaleza y consuelo en este difícil momento.
En medio de su dolor, Ebed recordó lo vivido el día que se supone sería el más importante de su vida.
El sábado primero de junio, una noche que debía ser de celebración y alegría, se convirtió en una tragedia para la pareja de recién casados, Ebed Shaday Calderón y Camilo Andrade, y sus invitados. Durante la recepción de la boda, que se llevaba a cabo en la Casa Hotel Riascos, ubicada frente a la Feria Ganadera de Valledupar, el techo de la estructura colapsó, causando la muerte de dos personas y dejando más de 40 heridos.
Según relata la novia, la ceremonia había transcurrido de manera normal y todo parecía estar perfecto. Sin embargo, cuando comenzó a llover, los invitados se refugiaron en el salón de recepción. Repentinamente, se escucharon ruidos fuertes, como granizos golpeando el techo, seguidos de un estruendo que hizo que todos entraran en pánico. La estructura cedió y la gente comenzó a gritar y correr para salir.
“La boda iba normal, iba todo hermoso, todo había quedado hermoso, la ceremonia había estado bien, estaba con mi esposo cumpliendo nuestro sueño que era casarnos. Fue algo muy fuerte, realmente todos es para que hubiésemos estado muertos, lo que sucedió fue un milagro. En medio de esta tragedia tan horrible y de locura, toda la gente salía llena de sangre y menos mal Dios nos guardó”, expresó Ebed.
La novia, junto con su esposo y sus hermanos, lograron salir a tiempo debido a su cercanía con la puerta. A medida que se iba avanzando la magnitud de la tragedia, Calderón pedía a Dios que todas las personas estuvieran bien y salieran con vida, pero lamentablemente perdió a una de sus mejores amigas, Naileth Guerra y a su prima, Saray Michel, en el incidente.
Los hombres presentes en la boda se unieron para ayudar a las personas atrapadas y rescatar a los heridos por la demora en la llegada de las ambulancias y los servicios de emergencia debido a la intensa lluvia. Los presentes arriesgaron sus vidas para salvar a los que podían.
Actualmente, los heridos, incluyendo 9 en estado grave, están siendo atendidos en diferentes clínicas de Valledupar y esperan cirugías. La novia expresa su descontento con el trato recibido en las clínicas, ya que considera que no han brindado el apoyo necesario.
La pareja de novios alquiló el lugar de la boda pensando en la seguridad, pero lamentablemente “la estructura estaba mal construida con un techo que soportaba demasiado peso“. Los dueños del lugar no se han comunicado con la pareja y estos planean emprender acciones legales por lo sucedido.
En medio de la tristeza y el dolor, los novios han estado apoyando a las familias afectadas, visitando a sus seres queridos heridos en las clínicas y hospital (Alta Complejidad, Médicos Centro, Unidad Pediátrica del Simón Bolívar, Santa Isabel, Rosario López Pumarejo) llevándoles comida. La novia hizo un llamado a la comunidad vallenata para que los ayuden a orar por las vidas de todos los afectados, a fin de que Dios les brinde fortaleza y consuelo en este difícil momento.