En su nuevo sencillo, el cantante vallenato narra un sacrificio a Dios en medio de la pandemia del covid-19.
El cantante vallenato Rafael Santos Díaz lanzó junto al rey vallenato Julián Mojica la canción ‘Promesa sagrada’ en la que relata un sacrificio que le rindió a Dios en medio de la emergencia sanitaria ocasionada por el covid-19, que tanto dolor ha causado en el mundo.
De acuerdo con la letra de la canción, la promesa era dejarse crecer la barba para que ninguna familia fuera afectada por el coronavirus y Jesucristo los protegiera a todos. “Es una idiosincrasia que aprendí de mi familia de ofrecerle a Dios un esfuerzo para agradarle a él y poder cumplirle, para llenarnos de vida, salud, amor, y esa fue mi inspiración en esta ocasión”, dijo Rafael Santos.
Por otro lado, el cantante vallenato mencionó que durante la época de la cuarentena tuvo la oportunidad de compartir con su familia como nunca antes lo había hecho, motivándose a escribir la canción que presentó a sus seguidores a través de las plataformas digitales, en la que envía un mensaje de esperanza y de unión familiar.
Al tiempo, agradeció a las personas que han escuchado ‘Promesa sagrada’ y pidió una vez más al todopoderoso que siga cuidando a sus seguidores.
“Me siento muy orgulloso y agradecido con Dios de que les haya gustado mi nuevo sencillo que se llama ‘Promesa sagrada’, es una canción en la que me inspiré en la pandemia y pensé en todos ustedes porque jamás los quiero dejar solos y por eso le pedí a Dios que me los bendijera a todos. Gracias porque les gustó esta canción y muchas gracias porque esto me estimula para seguir adelante”, expresó Rafael Santos.
El tema fue lanzado en simultáneo con un video grabado en la hacienda La Margarita en Bogotá, en la que se ve al artista vestido de vaquero y también presentan escenas en las cabinas de grabación junto a su acordeonero Julián Mojica. El audiovisual se encuentra disponible en el canal de YouTube del cantante donde ha recibido positivos comentarios de los internautas.
POR: CARMEN LUCÍA MENDOZA CUELLO/ EL PILÓN.
En su nuevo sencillo, el cantante vallenato narra un sacrificio a Dios en medio de la pandemia del covid-19.
El cantante vallenato Rafael Santos Díaz lanzó junto al rey vallenato Julián Mojica la canción ‘Promesa sagrada’ en la que relata un sacrificio que le rindió a Dios en medio de la emergencia sanitaria ocasionada por el covid-19, que tanto dolor ha causado en el mundo.
De acuerdo con la letra de la canción, la promesa era dejarse crecer la barba para que ninguna familia fuera afectada por el coronavirus y Jesucristo los protegiera a todos. “Es una idiosincrasia que aprendí de mi familia de ofrecerle a Dios un esfuerzo para agradarle a él y poder cumplirle, para llenarnos de vida, salud, amor, y esa fue mi inspiración en esta ocasión”, dijo Rafael Santos.
Por otro lado, el cantante vallenato mencionó que durante la época de la cuarentena tuvo la oportunidad de compartir con su familia como nunca antes lo había hecho, motivándose a escribir la canción que presentó a sus seguidores a través de las plataformas digitales, en la que envía un mensaje de esperanza y de unión familiar.
Al tiempo, agradeció a las personas que han escuchado ‘Promesa sagrada’ y pidió una vez más al todopoderoso que siga cuidando a sus seguidores.
“Me siento muy orgulloso y agradecido con Dios de que les haya gustado mi nuevo sencillo que se llama ‘Promesa sagrada’, es una canción en la que me inspiré en la pandemia y pensé en todos ustedes porque jamás los quiero dejar solos y por eso le pedí a Dios que me los bendijera a todos. Gracias porque les gustó esta canción y muchas gracias porque esto me estimula para seguir adelante”, expresó Rafael Santos.
El tema fue lanzado en simultáneo con un video grabado en la hacienda La Margarita en Bogotá, en la que se ve al artista vestido de vaquero y también presentan escenas en las cabinas de grabación junto a su acordeonero Julián Mojica. El audiovisual se encuentra disponible en el canal de YouTube del cantante donde ha recibido positivos comentarios de los internautas.
POR: CARMEN LUCÍA MENDOZA CUELLO/ EL PILÓN.