Jaider Romero se aferra a su suerte y quiere retomar su carrera deportiva, consciente en buscar de nuevo su nivel y desea hacerlo poniéndose la casaca ‘verdiblanca’.
El buen hijo vuelve a casa, al menos ese es el sueño del lateral vallenato Jaider Romero, quien literalmente vive su propio drama en el Junior de Barranquilla; no juega desde el 14 de septiembre de 2013 debido a una lesión, de la que él asegura el elenco tiburón “le dio la espalda”.
Tres años han pasado y Romero asiste a los entrenamientos, pero lo hace lejos del grupo principal solo para cumplir con su trabajo, cuyo contrato se vence en diciembre próximo.
Sin embargo, siente que tiene una deuda de gratitud con el equipo que lo vio nacer. “Yo lo que quiero es jugar y quiero hacerlo en el Valledupar Fútbol Club, no importa que sea en la B y con un sueldo inferior a lo que gano en Junior, uno como jugador siempre quiere estar activo; ojalá me abran las puertas en el equipo de mi tierra, tengo contrato hasta diciembre, pero hay muchas formas de que yo vaya de nuevo al Valledupar, me acuerdo que ayudé mucho a recoger firmas para crear el club, lo importante es que estoy a disposición de cualquier acercamiento”, aseguró Jaider Romero.
El drama del lateral cesaranse en las toldas ‘tiburonas’ comenzó en septiembre del 2013, luego de un partido frente a Cúcuta, en el que Romero le manifestó Carlos Rolong, médico del plantel, que no soportaba una molestia en su espalda, semanas atrás se había luxado uno de los dedos de su pie izquierdo, pero siguió jugando por varias fechas seguidas y esto terminó provocándole una sobrecarga en los músculos de la cadera.
“Yo venía jugando normal, pero cuando terminaba los partidos sentía molestias en la cadera y le informé al médico Carlos Rolong. En la primera resonancia que me hicieron salió que tenía una desviación en la columna, y diagnosticaron que no podía jugar más fútbol”, aseguró Romero a un periódico de Barranquilla.
Desde entonces, Romero no juega porque las directivas del Junior insisten en que “están haciendo todo el procedimiento de forma legal para brindarle al jugador las exigencias pertinentes que la ley les obliga a cumplir. El hecho de que sea un equipo de fútbol no significa que sea distinto, Junior es una empresa y se rige normas de legislación laboral. Él se presenta todos los días a entrenamiento porque quiere, pero está incapacitado y no debería, así de sencillo”, dijo Héctor Fabio Báez, gerente del club ‘rojiblanco’.
Por ahora Romero se aferra a su suerte y quiere retomar su carrera deportiva, consciente en buscar de nuevo su nivel y desea hacerlo poniéndose la casaca ‘verdiblanca’.
El drama del lateral cesaranse en las toldas ‘tiburonas’ comenzó un 14 de septiembre del 2013, luego de un partido frente a Cúcuta que terminó 1-1.
Jaider Romero se aferra a su suerte y quiere retomar su carrera deportiva, consciente en buscar de nuevo su nivel y desea hacerlo poniéndose la casaca ‘verdiblanca’.
El buen hijo vuelve a casa, al menos ese es el sueño del lateral vallenato Jaider Romero, quien literalmente vive su propio drama en el Junior de Barranquilla; no juega desde el 14 de septiembre de 2013 debido a una lesión, de la que él asegura el elenco tiburón “le dio la espalda”.
Tres años han pasado y Romero asiste a los entrenamientos, pero lo hace lejos del grupo principal solo para cumplir con su trabajo, cuyo contrato se vence en diciembre próximo.
Sin embargo, siente que tiene una deuda de gratitud con el equipo que lo vio nacer. “Yo lo que quiero es jugar y quiero hacerlo en el Valledupar Fútbol Club, no importa que sea en la B y con un sueldo inferior a lo que gano en Junior, uno como jugador siempre quiere estar activo; ojalá me abran las puertas en el equipo de mi tierra, tengo contrato hasta diciembre, pero hay muchas formas de que yo vaya de nuevo al Valledupar, me acuerdo que ayudé mucho a recoger firmas para crear el club, lo importante es que estoy a disposición de cualquier acercamiento”, aseguró Jaider Romero.
El drama del lateral cesaranse en las toldas ‘tiburonas’ comenzó en septiembre del 2013, luego de un partido frente a Cúcuta, en el que Romero le manifestó Carlos Rolong, médico del plantel, que no soportaba una molestia en su espalda, semanas atrás se había luxado uno de los dedos de su pie izquierdo, pero siguió jugando por varias fechas seguidas y esto terminó provocándole una sobrecarga en los músculos de la cadera.
“Yo venía jugando normal, pero cuando terminaba los partidos sentía molestias en la cadera y le informé al médico Carlos Rolong. En la primera resonancia que me hicieron salió que tenía una desviación en la columna, y diagnosticaron que no podía jugar más fútbol”, aseguró Romero a un periódico de Barranquilla.
Desde entonces, Romero no juega porque las directivas del Junior insisten en que “están haciendo todo el procedimiento de forma legal para brindarle al jugador las exigencias pertinentes que la ley les obliga a cumplir. El hecho de que sea un equipo de fútbol no significa que sea distinto, Junior es una empresa y se rige normas de legislación laboral. Él se presenta todos los días a entrenamiento porque quiere, pero está incapacitado y no debería, así de sencillo”, dijo Héctor Fabio Báez, gerente del club ‘rojiblanco’.
Por ahora Romero se aferra a su suerte y quiere retomar su carrera deportiva, consciente en buscar de nuevo su nivel y desea hacerlo poniéndose la casaca ‘verdiblanca’.
El drama del lateral cesaranse en las toldas ‘tiburonas’ comenzó un 14 de septiembre del 2013, luego de un partido frente a Cúcuta que terminó 1-1.