“Se tiene previsto la inclusión de seis obras sociales complementarias tipo box culvert y alcantarillas mediante las cuales se robustecerá el sistema de drenaje transversal”, indicó la empresa, pero subrayando que la adición “no corresponde a falencias del diseño del proyecto sino, a obras que surgieron como presión social”.
La concesionaria Yuma, encargada del proyecto vial Ruta del Sol 3, anunció hace dos años la ejecución de obras complementarias en el corregimiento de Aguas Blancas, Valledupar, con el objetivo de robustecer el sistema de drenaje pluvial en la variante de esta zona, afectada por por inundaciones en octubre de 2022, lo que conllevó a bloqueos por parte de los damnificados, quienes destruyeron parte del pavimento de la doble calzada, dejando la vía deshabilitada.
Desde entonces, la concesionaria ha enfrentado dificultades para reparar los daños y reactivar la vía debido a la persistencia de bloqueos y desacuerdos con los afectados, quienes insisten en ser reparados por Yuma, puesto que, según ellos, la obra que interrumpió el paso natural del río Aguas Blancas, afectó el suministro de agua potable y el ecosistema local, pese a que la empresa atribuye la inundación a la ola invernal que afectó el país en esa época.
A finales del mes de marzo, EL PILÓN consultó a la empresa sobre el proceso de acercamiento con la comunidad, tras la sentencia T-078 proferida por la Corte Constitucional en la que ordenó a la Alcaldía de Valledupar garantizar el acceso al agua potable en el corregimiento y evaluar los riesgos asociados a las inundaciones, y vinculó a Yuma y la constructora Ariguaní para que también coordinen esfuerzos para mitigar los impactos socioambientales en la zona.
En un oficio respondido a mediados de abril, la empresa manifestó que en procura de reparar los daños efectuados por la comunidad y restablecer el servicio de la variante, han desarrollado desde el 2022 múltiples reuniones y, en una de ellas, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) aceptó la incorporación de tres obras hidráulicas complementarias, aunque Yuma consideró que “aunque no son requeridas para dar cumplimiento al drenaje del proyecto, robustecen el sistema”.
Yuma describe que la doble calzada fue diseñada con separador central de 9,30 metros. Calzadas de 2 carriles de 3,65 metros de ancho, berma interna de 1,0 metros y externa de 2.50 m. La plataforma, a partir de la berma externa, dispone sendas extensiones de la plataforma de 1,0 metro, para ubicación de conducciones de comunicaciones, energía y otros elementos auxiliares y deberá estar nivelada con la berma.
De acuerdo con el oficio, la ANI incluyó un retorno complementario, pero no ha sido posible que permitan la reparación de los daños efectuados por las vías de hecho: “En el último acercamiento que se tuvo con la comunidad, esta manifestó su desacuerdo con la socialización y ejecución del retorno complementario incluido en el Otrosí No. 16 al Contrato de Concesión No. 007 de 2010, y por lo tanto, también señaló que no asistirán al espacio de socialización para dar continuidad a las obras del sector y colocar en servicio nuevamente la variante”.
Hay que recordar que la Ruta del Sol Sector 3 es un proyecto de interés nacional porque conecta a San Roque, corregimiento de Curumaní (Cesar), con la Ye de Ciénaga (Magdalena), y a El Carmen de Bolívar con Valledupar. Aguas Blancas hace parte del tramo 8, entre la capital cesarense y el municipio de Bosconia, tramos que cuentan con licencias de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), también llamada por la Corte a implementar el componente socioeconómico del plan de manejo ambiental del proyecto y a participar en las nuevas mesas de diálogos entre instituciones y ciudadanía.
Yuma insistió a EL PILÓN que el sistema de drenaje de la variante Aguas Blancas “cumple con las exigencias” establecidas en el Manual de Drenaje para Carreteras del Instituto Nacional de Vías. No obstante, ante las reiteradas exigencias por parte de los afectados, incluyeron otros elementos.
“Se tiene previsto la inclusión de seis obras sociales complementarias tipo box culvert y alcantarillas mediante las cuales se robustecerá el sistema de drenaje transversal, respecto las cuales, se reitera, su adición no corresponde a falencias del diseño del Proyecto RDS3, sino, a obras que surgieron como presión social”, informó la empresa.
Sin embargo, Miguel Enrique Jiménez Calvo, representante legal de una asociación de agricultores afectados por pérdidas económicas por la alteración de un jagüey que, según él, se habría secado y del cual dependía la actividad de muchas familias, cuestionó el enfoque de la empresa. “Yuma no habla del daño causado; solo mencionan obras complementarias como alcantarillas adicionales”, dijo Jiménez, enfatizando en que requieren ponerse de acuerdo sobre los daños de la inundación, pero también de los ecosistemas y los proyectos de muchas personas.
Redacción EL PILÓN.
“Se tiene previsto la inclusión de seis obras sociales complementarias tipo box culvert y alcantarillas mediante las cuales se robustecerá el sistema de drenaje transversal”, indicó la empresa, pero subrayando que la adición “no corresponde a falencias del diseño del proyecto sino, a obras que surgieron como presión social”.
La concesionaria Yuma, encargada del proyecto vial Ruta del Sol 3, anunció hace dos años la ejecución de obras complementarias en el corregimiento de Aguas Blancas, Valledupar, con el objetivo de robustecer el sistema de drenaje pluvial en la variante de esta zona, afectada por por inundaciones en octubre de 2022, lo que conllevó a bloqueos por parte de los damnificados, quienes destruyeron parte del pavimento de la doble calzada, dejando la vía deshabilitada.
Desde entonces, la concesionaria ha enfrentado dificultades para reparar los daños y reactivar la vía debido a la persistencia de bloqueos y desacuerdos con los afectados, quienes insisten en ser reparados por Yuma, puesto que, según ellos, la obra que interrumpió el paso natural del río Aguas Blancas, afectó el suministro de agua potable y el ecosistema local, pese a que la empresa atribuye la inundación a la ola invernal que afectó el país en esa época.
A finales del mes de marzo, EL PILÓN consultó a la empresa sobre el proceso de acercamiento con la comunidad, tras la sentencia T-078 proferida por la Corte Constitucional en la que ordenó a la Alcaldía de Valledupar garantizar el acceso al agua potable en el corregimiento y evaluar los riesgos asociados a las inundaciones, y vinculó a Yuma y la constructora Ariguaní para que también coordinen esfuerzos para mitigar los impactos socioambientales en la zona.
En un oficio respondido a mediados de abril, la empresa manifestó que en procura de reparar los daños efectuados por la comunidad y restablecer el servicio de la variante, han desarrollado desde el 2022 múltiples reuniones y, en una de ellas, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) aceptó la incorporación de tres obras hidráulicas complementarias, aunque Yuma consideró que “aunque no son requeridas para dar cumplimiento al drenaje del proyecto, robustecen el sistema”.
Yuma describe que la doble calzada fue diseñada con separador central de 9,30 metros. Calzadas de 2 carriles de 3,65 metros de ancho, berma interna de 1,0 metros y externa de 2.50 m. La plataforma, a partir de la berma externa, dispone sendas extensiones de la plataforma de 1,0 metro, para ubicación de conducciones de comunicaciones, energía y otros elementos auxiliares y deberá estar nivelada con la berma.
De acuerdo con el oficio, la ANI incluyó un retorno complementario, pero no ha sido posible que permitan la reparación de los daños efectuados por las vías de hecho: “En el último acercamiento que se tuvo con la comunidad, esta manifestó su desacuerdo con la socialización y ejecución del retorno complementario incluido en el Otrosí No. 16 al Contrato de Concesión No. 007 de 2010, y por lo tanto, también señaló que no asistirán al espacio de socialización para dar continuidad a las obras del sector y colocar en servicio nuevamente la variante”.
Hay que recordar que la Ruta del Sol Sector 3 es un proyecto de interés nacional porque conecta a San Roque, corregimiento de Curumaní (Cesar), con la Ye de Ciénaga (Magdalena), y a El Carmen de Bolívar con Valledupar. Aguas Blancas hace parte del tramo 8, entre la capital cesarense y el municipio de Bosconia, tramos que cuentan con licencias de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), también llamada por la Corte a implementar el componente socioeconómico del plan de manejo ambiental del proyecto y a participar en las nuevas mesas de diálogos entre instituciones y ciudadanía.
Yuma insistió a EL PILÓN que el sistema de drenaje de la variante Aguas Blancas “cumple con las exigencias” establecidas en el Manual de Drenaje para Carreteras del Instituto Nacional de Vías. No obstante, ante las reiteradas exigencias por parte de los afectados, incluyeron otros elementos.
“Se tiene previsto la inclusión de seis obras sociales complementarias tipo box culvert y alcantarillas mediante las cuales se robustecerá el sistema de drenaje transversal, respecto las cuales, se reitera, su adición no corresponde a falencias del diseño del Proyecto RDS3, sino, a obras que surgieron como presión social”, informó la empresa.
Sin embargo, Miguel Enrique Jiménez Calvo, representante legal de una asociación de agricultores afectados por pérdidas económicas por la alteración de un jagüey que, según él, se habría secado y del cual dependía la actividad de muchas familias, cuestionó el enfoque de la empresa. “Yuma no habla del daño causado; solo mencionan obras complementarias como alcantarillas adicionales”, dijo Jiménez, enfatizando en que requieren ponerse de acuerdo sobre los daños de la inundación, pero también de los ecosistemas y los proyectos de muchas personas.
Redacción EL PILÓN.