En el Departamento del Cesar hay alrededor de 161.245 hectáreas en condiciones altas para sembrar cacao, según el Ministerio de Agricultura. Sin duda, un campo para explotar uno de los productos con mayor crecimiento en la demanda internacional.
Sin embargo, en el Cesar, el cacao es un tema relativamente nuevo; en otras palabras, apenas está tomando protagonismo. La regulación de oferta y demanda ha estimulado que en el departamento la producción de cacao crezca a un ritmo de 1.000 hectáreas por año, según cifras oficiales. Hoy se cuenta con más de 7.200 hectáreas sembradas y en el 2018 la producción fue cercana a las 1.900 toneladas de cacao. Los municipios del norte del departamento, Valledupar, Pueblo Bello, Codazzi y La Paz, lideran los cultivos.
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Aunque se crece a un ritmo acelerado, en el Cesar recién se aprovecha el 4.4 % de la tierra apta para producir cacao, por eso, el primer reto para llevar el cacao cesarense a otros países es aumentar el volumen de producción, según Dagoberto Poveda, presidente del Comité Agropecuario en el Cesar.
“Es un cultivo que está incrementando por la demanda mundial y el cacao del Cesar es de excelente calidad. Falta mejorar un poco los cacaos viejos para que el rendimiento sea mejor, pero tenemos grandes posibilidades”, argumentó Poveda. Hasta ahora la oferta del Cesar es adquirida por empresas nacionales, entre ellas la Compañía Nacional de Chocolates, que es la encargada de exportar lo que se produce en el departamento.
CLONES Y PRODUCTIVIDAD
El volumen puede incrementarse, aseguran los expertos, si el cacao deja de ser un negocio familiar y se industrializa el proceso. En esa estrategia, Agrosavia tiene proyectado añadir al departamento nuevos genotipos de cacao con características más productivas.
Como lo explica Darwin Lombo, investigador del centro de investigación Motilonia, Agrosavia está realizando una investigación de ampliación de registro ante el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, para ingresar al Cesar otras variedades como genotipos de cacao Tcs 01 y Tcs 06 y Tcs 19, los cuales son más productivos.
El objetivo, una vez termine la investigación, es empezar a trabajar con clones como el Tcs 01 que puede alcanzar las tres toneladas de grano seco al año por hectárea, cuando en la actualidad solo puede alcanzar 350 kilogramos hectárea-año. Esos estudios que actualmente se realizan en una finca de Manaure impulsarían la producción de cacao en el Cesar.
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ESTÁNDARES Y CONFITERÍA
La productividad no es el único reto. Los mercados más atractivos, Europa, China y Estados Unidos, exigen altos estándares de calidad para permitir el ingreso del grano de cacao, principalmente, cuando es usado para confitería ‘fina’. Los estándares aún representan un desafío para los productores del Cesar y del país.
“Ese estándar se trata de todos los procesos que están relacionados con la post-cosecha del cacao. Lo que pasa es que a veces en el Cesar se combinan granos de buena calidad con granos irregulares”, explica el investigador Darwin Lombo. Por ejemplo, el no cumplir con exactitud el proceso de fermentación y secado del grano va directamente en detrimento de la calidad.
En ese sentido, Iván Hinojosa, directivo de Fedecacao y productor, señala que la calidad del cacao depende, en gran parte, de los beneficios que obtenga el productor. “El talón de Aquiles para exportar está en la sostenibilidad: si no lo somos, exportamos un mes pero al siguiente no podemos hacerlo y perdemos el mercado”, agrega, quien explicó que si el productor tiene los recursos suficientes podrá realizar procesos como el secado o la fermentación en las condiciones necesarias para no perder la calidad del producto.
Entre los desafíos de aumentar el volumen de producción y los estándares de calidad, el cacao del Cesar tiene la ventaja de no tener niveles considerables de cadmio, un metal considerado como cancerígeno por la Unión Europea.
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No obstante, por encima de las dificultades, la producción de cacao no deja de crecer. En el Cesar hay casos como el proyecto de siembra en la hacienda Makenkal, en Becerril y La Jagua, donde según el presidente del Comité Agropecuario del Cesar, hay más de 400 hectáreas sembradas de cacao y están proyectando llegar a las 1.000 hectáreas.
A lo anterior, se le suma el chocolate con un 75 % de cacao sólido, resultado de los cultivos en La Jagua de Ibirico. Este producto, presentado la semana pasada, es el primer chocolate premium de calidad exportación originado en el Cesar, además de un ejemplo de las oportunidades que tiene el Cesar por explotar.
POR: DEIVIS CARO DAZA/ EL PILÓN
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