Los upecistas asistieron este martes a la sede deportiva de la UPC, Parque La Vallenata, para votar por sus representantes ante los diferentes consejos de la institución superior, en medio de un ambiente lleno de denuncias, suspicacias y rumores de corrupción.
Este martes en medio de una presunta compra de votos se realizaron las elecciones estudiantiles y de egresados de la Universidad Popular del Cesar, UPC, en la sede deportiva Parque La Vallenata. Con una asistencia de más de 5.000 personas los egresados y estudiantes votaron por los candidatos de su preferencia para que los representaran en los diferentes consejos de esta alma máter.
La ardua jornada finalizó a las 8:00 p.m., y se desarrolló de manera cívica con estrictos protocolos de bioseguridad al interior de la sede. A pesar de que el ambiente parecía estar en calma, al pasar las horas por redes sociales se filtraron videos y declaraciones de personas que aseveraban que particulares estaban comprando votos para determinados candidatos al Consejo Superior Universitario.
De acuerdo con las denuncias, a los alrededores de la institución superior los jóvenes se conglomeraron en carpas para animar de manera efusiva y en algunos casos ‘intimidante’ que a los asistentes votaran por la corriente política del aspirante al que ellos promocionaban.
Una estudiante, que prefirió mantenerse en el anonimato, aseveró que desde que se bajó del vehículo en el que llegó a la universidad no la dejaron de “perseguir un grupo de personas” que la incitaban a que votara por un candidato en particular. Esta vallenata precisó que ante su resistencia uno de los sujetos le ofreció $50.000 para que eligiera el aspirante de la campaña política que ellos apoyaban.
“Fue un momento demasiado incomodo porque no dejaban de perseguirme. Como yo estacioné el auto retirado de la universidad tuve que caminar por varios minutos en compañía de ellos hasta que llegué a la entrada de la sede. Me tocó decirles que ya yo había votado y que venía a recoger una amiga porque no dejaban de ofrecerme dinero por el voto”, comentó la joven upecista.
Este acontecimiento es una prueba de las múltiples denuncias de algunos estudiantes que aseveraron que un grupo de personas acumularon grandes cantidades de dinero para hacer “tráfico de votos”. De acuerdo con la joven, por grupos de WhatsApp y Facebook mucho de sus conocidos aceptaron entre $35.000 y $ 60.000 para votar por un aspirante en específico.
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Agregó que el pago de $60.000 es para estudiantes “influyentes” que pueden convencer a otros jóvenes de vender el voto. Incluso con estas denuncias la jornada electoral se desarrolló sin ningún tipo de interrupción. De acuerdo con Francisco García, vicerrector académico de la UPC, cada vez que se realizan procesos electorales tanto en la universidad como en otro lugar hay rumores de compra de votos.
“La vicerrectoría académica está de puertas abiertas para atender cualquier tipo de requerimiento o quejas, pero con evidencias contundentes. Una vez sean suministradas estaremos prestos a atender la queja y darle solución al asunto”, manifestó García.
Presuntos favores administrativos, restitución de la carga académica y faltas académicas “perdonadas” son algunos de los beneficios que recibirían quienes apoyarán a ciertos candidatos en la compra de votos, según las denuncias de los querellantes.
En ese sentido se filtraron por redes sociales audios de conversaciones entre líderes políticos y profesores sobre lo “favorable” que sería que ganara un candidato en particular y la necesidad de comprar votos para que eso fuera realidad. Este hecho lamentable evidencia como presuntamente las directrices políticas de la UPC continúan “manejando” desde los jóvenes el curso de la institución superior, según Gustavo Gutiérrez, egresado del programa de Ingeniería Electrónica de esta institución universitaria.
“La universidad sigue siendo un ‘foco’ de intereses políticos y de corrupción. Cada vez son más los acontecimientos que demuestran que necesita una intervención a gran escala del Ministerio de Educación para que sea reformada completamente. Los jóvenes están saliendo con falencias en la escala de valores y ética profesional; se están formando timadores”, argumentó Gutiérrez.
Estas presuntas falencias fueron reflejadas en el informe del Departamento Administrativo de la Función Pública, que ubicó a la institución superior en los últimos lugares de la tabla que mide el Índice de Desempeño Institucional, IDI, de las universidades públicas en la Región Caribe.
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Con un puntaje de 49,7 %, el plantel estuvo a cuatro décimas de obtener el puntaje mínimo a nivel nacional, evidenciado así que la universidad tiene que mejorar en los sistemas de gestión y de calidad debido a que en integridad tuvo un puntaje de 42,1 %, planeación institucional 49,0 %, mientras que en transparencia, acceso a la información y lucha contra la corrupción obtuvo 57,5 %.
Sobre las denuncias y señalamientos por parte de algunos estudiantes, Alberto Luis Cuello, rector encargado de la UPC, señaló que las sanciones a estudiantes o profesores no están sujetas a las presuntas presiones para votar por un candidato en específico porque son hechos aislados y que tienen un debido proceso que no tiene nada que ver con las elecciones.
Así mismo sobre el retiro de la carga académica o la devolución de la misma comentó que es “falsa” la denuncia debido a que las horas académicas no son un “negocio o producto que es transferido de un docente a otro, sino que responde al cumplimiento de una serie de requisitos de la universidad”.
“Alrededor de los candidatos hay unas personas que toda la vida han vivido de la universidad. Ahora se sienten amenazados porque de pronto han encontrado una administración donde no caben por una u otra razón, y por ello están empecinados en echarle la culpa o acusar al rector de cosas que no son verdad”, comentó Cuello.
Otra denuncia de los jóvenes fue que en las carpas de algunos candidatos los estudiantes entregaban el certificado de que habían votado y una fotografía del tarjetón marcado con el número del aspirante por el que les pagarían dinero. El diario EL PILÓN conoció que a varios jóvenes les anularon los votos por verlos tomándoles fotografías.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN
Los upecistas asistieron este martes a la sede deportiva de la UPC, Parque La Vallenata, para votar por sus representantes ante los diferentes consejos de la institución superior, en medio de un ambiente lleno de denuncias, suspicacias y rumores de corrupción.
Este martes en medio de una presunta compra de votos se realizaron las elecciones estudiantiles y de egresados de la Universidad Popular del Cesar, UPC, en la sede deportiva Parque La Vallenata. Con una asistencia de más de 5.000 personas los egresados y estudiantes votaron por los candidatos de su preferencia para que los representaran en los diferentes consejos de esta alma máter.
La ardua jornada finalizó a las 8:00 p.m., y se desarrolló de manera cívica con estrictos protocolos de bioseguridad al interior de la sede. A pesar de que el ambiente parecía estar en calma, al pasar las horas por redes sociales se filtraron videos y declaraciones de personas que aseveraban que particulares estaban comprando votos para determinados candidatos al Consejo Superior Universitario.
De acuerdo con las denuncias, a los alrededores de la institución superior los jóvenes se conglomeraron en carpas para animar de manera efusiva y en algunos casos ‘intimidante’ que a los asistentes votaran por la corriente política del aspirante al que ellos promocionaban.
Una estudiante, que prefirió mantenerse en el anonimato, aseveró que desde que se bajó del vehículo en el que llegó a la universidad no la dejaron de “perseguir un grupo de personas” que la incitaban a que votara por un candidato en particular. Esta vallenata precisó que ante su resistencia uno de los sujetos le ofreció $50.000 para que eligiera el aspirante de la campaña política que ellos apoyaban.
“Fue un momento demasiado incomodo porque no dejaban de perseguirme. Como yo estacioné el auto retirado de la universidad tuve que caminar por varios minutos en compañía de ellos hasta que llegué a la entrada de la sede. Me tocó decirles que ya yo había votado y que venía a recoger una amiga porque no dejaban de ofrecerme dinero por el voto”, comentó la joven upecista.
Este acontecimiento es una prueba de las múltiples denuncias de algunos estudiantes que aseveraron que un grupo de personas acumularon grandes cantidades de dinero para hacer “tráfico de votos”. De acuerdo con la joven, por grupos de WhatsApp y Facebook mucho de sus conocidos aceptaron entre $35.000 y $ 60.000 para votar por un aspirante en específico.
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Agregó que el pago de $60.000 es para estudiantes “influyentes” que pueden convencer a otros jóvenes de vender el voto. Incluso con estas denuncias la jornada electoral se desarrolló sin ningún tipo de interrupción. De acuerdo con Francisco García, vicerrector académico de la UPC, cada vez que se realizan procesos electorales tanto en la universidad como en otro lugar hay rumores de compra de votos.
“La vicerrectoría académica está de puertas abiertas para atender cualquier tipo de requerimiento o quejas, pero con evidencias contundentes. Una vez sean suministradas estaremos prestos a atender la queja y darle solución al asunto”, manifestó García.
Presuntos favores administrativos, restitución de la carga académica y faltas académicas “perdonadas” son algunos de los beneficios que recibirían quienes apoyarán a ciertos candidatos en la compra de votos, según las denuncias de los querellantes.
En ese sentido se filtraron por redes sociales audios de conversaciones entre líderes políticos y profesores sobre lo “favorable” que sería que ganara un candidato en particular y la necesidad de comprar votos para que eso fuera realidad. Este hecho lamentable evidencia como presuntamente las directrices políticas de la UPC continúan “manejando” desde los jóvenes el curso de la institución superior, según Gustavo Gutiérrez, egresado del programa de Ingeniería Electrónica de esta institución universitaria.
“La universidad sigue siendo un ‘foco’ de intereses políticos y de corrupción. Cada vez son más los acontecimientos que demuestran que necesita una intervención a gran escala del Ministerio de Educación para que sea reformada completamente. Los jóvenes están saliendo con falencias en la escala de valores y ética profesional; se están formando timadores”, argumentó Gutiérrez.
Estas presuntas falencias fueron reflejadas en el informe del Departamento Administrativo de la Función Pública, que ubicó a la institución superior en los últimos lugares de la tabla que mide el Índice de Desempeño Institucional, IDI, de las universidades públicas en la Región Caribe.
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Con un puntaje de 49,7 %, el plantel estuvo a cuatro décimas de obtener el puntaje mínimo a nivel nacional, evidenciado así que la universidad tiene que mejorar en los sistemas de gestión y de calidad debido a que en integridad tuvo un puntaje de 42,1 %, planeación institucional 49,0 %, mientras que en transparencia, acceso a la información y lucha contra la corrupción obtuvo 57,5 %.
Sobre las denuncias y señalamientos por parte de algunos estudiantes, Alberto Luis Cuello, rector encargado de la UPC, señaló que las sanciones a estudiantes o profesores no están sujetas a las presuntas presiones para votar por un candidato en específico porque son hechos aislados y que tienen un debido proceso que no tiene nada que ver con las elecciones.
Así mismo sobre el retiro de la carga académica o la devolución de la misma comentó que es “falsa” la denuncia debido a que las horas académicas no son un “negocio o producto que es transferido de un docente a otro, sino que responde al cumplimiento de una serie de requisitos de la universidad”.
“Alrededor de los candidatos hay unas personas que toda la vida han vivido de la universidad. Ahora se sienten amenazados porque de pronto han encontrado una administración donde no caben por una u otra razón, y por ello están empecinados en echarle la culpa o acusar al rector de cosas que no son verdad”, comentó Cuello.
Otra denuncia de los jóvenes fue que en las carpas de algunos candidatos los estudiantes entregaban el certificado de que habían votado y una fotografía del tarjetón marcado con el número del aspirante por el que les pagarían dinero. El diario EL PILÓN conoció que a varios jóvenes les anularon los votos por verlos tomándoles fotografías.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN