En la noche del miércoles 13 de agosto, dos jóvenes fueron presuntamente capturados en la zona rural de La Jagua de Ibirico, Cesar, por el Ejército Nacional, señalados de portar un arma de fuego y armas traumáticas sin la documentación vigente. El hecho desató el rechazo de habitantes de, al menos, siete veredas, quienes aseguran que los detenidos formaban parte de un grupo de vigilantes comunitarios que desde hace más de seis años custodian la zona ante “la falta de presencia policial y militar”.
Residentes de sectores como Campo Alegre, La Unión, La Estrella, Trinidad, Las Nubes y Manizales se movilizaron hasta la estación de Policía este jueves 14 de agosto, para exigir la liberación de los capturados. Según el concejal Luis Gabriel Valero Flórez, en diálogo con EL PILÓN, se trata de un “falso positivo” y afirma que “son personas buenas, hijos de campesinos, que han prestado un servicio excelente y han reducido hasta en un 95 % los robos en la región”.
Otros líderes y habitantes respaldaron esta versión, asegurando en una entrevista para Eqc La Jagua y La Voz de La Jagua que los jóvenes pertenecen a un grupo de diez vigilantes y realizaban patrullajes nocturnos, controlando el ingreso de personas a las fincas y colaboraron recientemente en la recuperación de un vehículo robado.
El empresario Luis Gabriel Valmaceda añadió que la vigilancia comunitaria fue organizada por iniciativa de las propias veredas debido a que “estaban siendo acechadas por bandas delincuenciales que robaban animales, herramientas y cultivos”.
Mientras la comunidad insiste en que los capturados no pertenecen a grupos armados ilegales, según manifestó el Concejal, la Fiscalía habría legalizado su detención y avanza en el proceso judicial. Las autoridades no se han pronunciado sobre los señalamientos de presunto abuso de confianza que hace la comunidad.
Redacción judicial / EL PILÓN











