“Reconozco que cometí un error, al no solicitar el permiso a Corpocesar para podarlos, pero era necesario hacerlo por seguridad de los estudiantes, profesores y padres de familias”.
Por Abdel Martínez Pérez
[email protected]
Un llamado de atención de responsabilidad le hizo la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, a la licenciada Sonia Cuello, rectora del colegio Alfonso López de Valledupar por haber ordenado podar varios árboles de uvito y otras especies frente al plantel educativo sin el respectivo permiso de la entidad, lo que para algunas autoridades ambientales consideraron el hecho como un arboricidio, al dejar a los árboles en solo troncos.
La rectora admitió su error, al señalar que ella desconocía la medida de la Corporación en el sentido de que debía ser autorizada para llevar a cabo una poda. “Confundí la tala con la poda, es decir, creía que el permiso a la corporación se solicitaba, era para talar o erradicar un árbol; yo creí necesario la poda de los árboles, porque me quité un peso de encima, debido a la oleada de atracos, hurtos de motocicletas, de portátiles, carteras y demás elementos personales de padres de familias, profesores, estudiantes y hasta de los mismos transeúntes, a que eran sometidos a diario por parte de delincuentes y vándalos que se escondían en las ramas de los árboles.
Hasta vendedores de marihuana, se amparaban entre las frondosas ramas de los arbustos, hasta donde se subían a la espera de que algunos de los estudiantes se acercaran para la compra de esa sustancia alucinógena. Los vándalos y pandilleros, también se acercaban al lugar a la hora de entrada y salida de los estudiantes para provocarlos y generar conflictos”, reconoció la rectora.
Punto de vista
Sonia Cuello, rectora. No he sido sancionada, solo me hicieron un llamado de atención de responsabilidad; me citaron para esta semana a presentar los descargos y me advirtieron que no debía reincidir en ese error.
Consuelo Meléndres, coordinadora académica. Aquí se estaban viviendo momentos muy difíciles, debido a la inseguridad reinante al frente del colegio. Hasta una motocicleta se hurtaron.
“Reconozco que cometí un error, al no solicitar el permiso a Corpocesar para podarlos, pero era necesario hacerlo por seguridad de los estudiantes, profesores y padres de familias”.
Por Abdel Martínez Pérez
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Un llamado de atención de responsabilidad le hizo la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, a la licenciada Sonia Cuello, rectora del colegio Alfonso López de Valledupar por haber ordenado podar varios árboles de uvito y otras especies frente al plantel educativo sin el respectivo permiso de la entidad, lo que para algunas autoridades ambientales consideraron el hecho como un arboricidio, al dejar a los árboles en solo troncos.
La rectora admitió su error, al señalar que ella desconocía la medida de la Corporación en el sentido de que debía ser autorizada para llevar a cabo una poda. “Confundí la tala con la poda, es decir, creía que el permiso a la corporación se solicitaba, era para talar o erradicar un árbol; yo creí necesario la poda de los árboles, porque me quité un peso de encima, debido a la oleada de atracos, hurtos de motocicletas, de portátiles, carteras y demás elementos personales de padres de familias, profesores, estudiantes y hasta de los mismos transeúntes, a que eran sometidos a diario por parte de delincuentes y vándalos que se escondían en las ramas de los árboles.
Hasta vendedores de marihuana, se amparaban entre las frondosas ramas de los arbustos, hasta donde se subían a la espera de que algunos de los estudiantes se acercaran para la compra de esa sustancia alucinógena. Los vándalos y pandilleros, también se acercaban al lugar a la hora de entrada y salida de los estudiantes para provocarlos y generar conflictos”, reconoció la rectora.
Punto de vista
Sonia Cuello, rectora. No he sido sancionada, solo me hicieron un llamado de atención de responsabilidad; me citaron para esta semana a presentar los descargos y me advirtieron que no debía reincidir en ese error.
Consuelo Meléndres, coordinadora académica. Aquí se estaban viviendo momentos muy difíciles, debido a la inseguridad reinante al frente del colegio. Hasta una motocicleta se hurtaron.