Tres años y seis meses han pasado desde que se declaró en emergencia ambiental, sanitaria y ecológica al río Cesar. Las acciones administrativas son casi nulas para salvar al principal afluente del departamento.
“La planta de aireación es incipiente porque faltan otros elementos. Con su construcción se conectaron cuatro de las ocho lagunas existentes en la planta de tratamiento El Salguero”.
Esa fue la explicación del director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar), Julio Suárez Luna, a los invitados a la Audiencia Pública deliberativa de control fiscal participativo sobre la gestión del río Cesar y su cuenca, convocada por la Contraloría General de la República.
Este proyecto de inyectarle oxígeno a los casi 2.000 litros de agua enviados al río Cesar, a la altura del puente El Salguero, por la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, fue nombrado en la ciudad como el principio de recuperación a la crisis que padece este cuerpo de agua, declarado en marzo de 2015 en emergencia ambiental, sanitaria y ecológica, por el Ministerio de Ambiente debido a la alta contaminación especialmente en su cuenta media y baja.
La planta de aireación que fue inaugurada en junio pasado por el entonces ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo Urrutia, costó $2.644.825.820, recursos del Ministerio de Ambiente y Corpocesar. Tuvo inconvenientes jurídicos que fueron expuestos por la Contraloría Municipal de Valledupar, debido a que a través de Emdupar fue escogida el 16 de marzo del año anterior la Unión Temporal Planta de Aireación 2017, empresa que ganó el proceso de forma fraudulenta, al aportar documentación falsa, especialmente para certificar su experiencia en la materia.
Finalmente se terminó, aunque el objetivo final de devolverle la vitalidad al río está en dudas, especialmente porque el tratamiento a las aguas residuales no se está realizando por Emdupar, además que logra a trabajar sobre toda la capacidad lagunar.
“La obra que se hizo, en su primera fase, está dando el resultado. Cuando se realizó el proyecto buscaba mejorar la capacidad de oxígeno disuelto en litro de agua por segundo, antes de entrar en funcionamiento esta obra, el oxígeno estaba en un 2.6, terminada la obra el oxígeno está en 6.3, son los exámenes físico-químicos que tenemos del agua”, declaró Julio Suárez Luna.
Según el director de Corpocesar, la pendiente donde se instaló la planta de aireación es alta y cuatro lagunas no lograron ser conectadas.
“Con la inversión que se hizo, ínfima para los contratos que se venían hablando de contratos millonarios, aquí se invirtieron $2.800 millones y tenemos un primer principio. Con esa obra, si le seguimos poniendo los elementos que están proyectados, les aseguro que purificaremos el agua en un 80 %”, agregó Suárez Luna.
La responsabilidad hoy está en manos de Emdupar, explicó Julio Suárez, al decir que “se requiere se haga mantenimiento a las lagunas que están totalmente sedimentadas; el día de la audiencia de la Contraloría el gerente de Emdupar manifestó que ya está en página, para contratar, la extracción de lodo de dichas lagunas; con eso mejoraremos mucho porque las lagunas no están cumpliendo sus funciones para lo cual fueron construidas, que es airear y de madurar las aguas, que están entrando y saliendo en un periodo mucho menor al que deberían permanecer en las lagunas”.
Cabe destacar que hace más de tres meses, las aguas residuales tiradas al alcantarillado de Valledupar están siendo vertidas sin tratamiento a la corriente del río Cesar, provocando la contaminación visual e interna del cauce que nace a una altura aproximada de 1.800 metros sobre el nivel del mar, en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Funciones de la planta
El tratamiento de aguas residuales se constituye una medida de mitigación para disminuir y controlar la contaminación de los cuerpos de agua, pero para que esta medida tenga éxito se debe contar con obras de infraestructura adecuadas a la naturaleza de las aguas a tratar y con el personal capacitado para llevar a cabo la labores de operación y mantenimiento, así lo establece el Manual de Operación y Mantenimiento del Sistemas de Tratamiento de Aguas Residuales en la población urbana del municipio de Valledupar.
Emdupar, en los 32 módulos establecidos en 115 hectáreas de terreno de la planta de tratamiento El Salguero, tiene la obligación de descontaminar las aguas residuales para posteriormente enviarlas al río Cesar.
La planta de aireación diseñada por el Ministerio de Ambiente consiste en un sistema de red hidráulico y una estructura en cascada, que permitiría aumentar el oxígeno disuelto en el vertimiento de las aguas residuales, pasando de dos mililitros por litros, a seis mililitros por litros, esto según datos brindados por el laboratorio Nancy Flóres, aumentando así en un 400 % el oxígeno y disminuyendo la contaminación que se vierte al río, eso con el fin de recuperar la fauna ictiológica.
Actualmente tiene capacidad de recepcionar unos 1.200 litros por segundo, antes de que caigan al río Cesar, así debería estar proporcionando mayor oxigenación a las aguas residuales y disminuyendo olores ofensivos, carga orgánica y otros parámetros que afectan la biodiversidad del cuerpo hídrico.
El ambientalista Miguelángel Sierra difiere de la posible solución y adujo que el problema creció con la habilitación de la planta de aireación.
“Es ridículo lo que pasa con los denominados aireadores, se invierte una cantidad de dinero, para que no pase absolutamente nada. Ahora dice la corporación que ellos no sabían que el proyecto serviría para tratar cuatro piscinas (lagunas), ¿la inversión fue perdida? El río se lo sigue diciendo porque no sirve para nada. El proyecto tuvo el propósito de recuperar la vida del río Cesar, la corporación era el garante, Emdupar fue escogido para ejecutarlo, pero cuántas entidades saben equivocarse y perder el dinero, que nosotros como contribuyentes estamos dando”, advirtió Sierra.
El biólogo de profesión denunció también que ha sido previsible y una falta de respeto con el río “el no tener una constancia en la aplicación de los microorganismos. Lo hacen cuatro o cinco meses al año; eso es una perdida no solo de dinero, sino de estabilidad del proceso metabólico de los microorganismos dentro del sistema de aguas residuales”, apuntó.
El sistema lagunar El Salguero fue construido en dos fases: la primera contuvo cuatro módulos, cada uno lo conforman dos lagunas anaerobias, una facultativa y una de maduración; y la otra estuvo compuesta por otros cuatro módulos, al igual que la etapa uno, a excepción de un módulo, cuenta con dos lagunas anaerobias y una facultativa.
Históricamente, el sistema de tratamiento de aguas residuales de la capital del Cesar estuvo conformado por dos subsistemas de lagunas de oxidación: El Tarullal y El Salguero. Al primero, desconectado en 2015, se vertían alrededor del 30 % de las aguas residuales de la ciudad y en el segundo el 70 %; ahora recibe el ciento por ciento y no tiene la misma capacidad para trabajar por dos.
Este sistema fue diseñado para una población final proyectada, al año 2015 de 360.000 habitantes, pero la ciudad actualmente creció a unos 500.000. El Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado de Valledupar estableció que para los próximos 30 años la planta de tratamiento de agua residual El Salguero ya no tendría capacidad y su calidad no será segura para la ciudad.
En 2014, Corpocesar sancionó a Emdupar por el mal funcionamiento de los Sistemas de Tratamiento de Aguas Residuales El Tarullal y El Salguero al encontrar daño ambiental. Lo mismo pasó en 2008, cuando la empresa de servicios públicos fue multada por un monto de $28 millones, al incumplir el Plan de Manejo Ambiental.
Corpocesar ha señalado que El Salguero no cumple con los porcentajes de remoción en cargas establecidos en el Decreto 1594 de 1984, en cuanto a los parámetros de DBO5 (cantidad de oxígeno que los microorganismos) y SST.
Proceso en contratación
Ricardo Llanos, jefe del Departamento Técnico y Operativo de Emdupar, aseguró que el proyecto de la planta de aireación está en la etapa final y el oxígeno hoy, en las aguas residuales, se nota en el vertimiento al río Cesar.
“No logramos conectarlas todas (lagunas) por dificultades de topografía del primer módulo hecho en 1996, pero sí vamos a futuro conectarlas todas, es decir, pasarlas por aireación para que puedan aumentarle su oxigenación”, señaló Llanos.
El funcionario anunció que Emdupar ya contrató un estudio para el monitoreo del sistema lagunar El Salguero, que ofrecen un estricto cumplimiento a los requerimientos establecidos en la Resolución 0631 del 17 de marzo de 2015. Dichos resultados le permitirán a la entidad recolectar la información sobre la calidad del agua vertida a los cuerpos receptores de El Salguero.
“Emdupar mandó a hacer una batimetría, es decir, un estudio de la cantidad de lodo que tenían las 32 lagunas existentes en estas 115 hectáreas, eso nos arrojó que tenemos una gran colmatación en las lagunas, por eso ahora se está en el proceso de contratación y legalización para hacer la remoción de estos lodos. Eso no ayudará a tener mejor volumen y a tener un mejor proceso”, declaró Ricardo Llanos, quien criticó la falta de consciencia de las personas porque mandan al alcantarillado todo tipo de elementos y sustancias, como cabellos, altas cargas de champú, detergente, entre otros que causan impacto contaminante al espacio lagunar. Para la ejecución de esta carta de navegación, la empresa destinó cerca de $100.000 millones.
Emdupar está en el proceso de contratar la aplicación de biotecnología con microorganismos en la planta de tratamiento El Salguero, con Concreamos del Norte que es representada legalmente por Royber Fernández Olivella. El plazo de ejecución será de cinco meses y una inversión de $1.249 millones.
Tres años y seis meses han pasado desde que se declaró en emergencia ambiental, sanitaria y ecológica al río Cesar. Las acciones administrativas son casi nulas para salvar al principal afluente del departamento.
“La planta de aireación es incipiente porque faltan otros elementos. Con su construcción se conectaron cuatro de las ocho lagunas existentes en la planta de tratamiento El Salguero”.
Esa fue la explicación del director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar), Julio Suárez Luna, a los invitados a la Audiencia Pública deliberativa de control fiscal participativo sobre la gestión del río Cesar y su cuenca, convocada por la Contraloría General de la República.
Este proyecto de inyectarle oxígeno a los casi 2.000 litros de agua enviados al río Cesar, a la altura del puente El Salguero, por la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, fue nombrado en la ciudad como el principio de recuperación a la crisis que padece este cuerpo de agua, declarado en marzo de 2015 en emergencia ambiental, sanitaria y ecológica, por el Ministerio de Ambiente debido a la alta contaminación especialmente en su cuenta media y baja.
La planta de aireación que fue inaugurada en junio pasado por el entonces ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo Urrutia, costó $2.644.825.820, recursos del Ministerio de Ambiente y Corpocesar. Tuvo inconvenientes jurídicos que fueron expuestos por la Contraloría Municipal de Valledupar, debido a que a través de Emdupar fue escogida el 16 de marzo del año anterior la Unión Temporal Planta de Aireación 2017, empresa que ganó el proceso de forma fraudulenta, al aportar documentación falsa, especialmente para certificar su experiencia en la materia.
Finalmente se terminó, aunque el objetivo final de devolverle la vitalidad al río está en dudas, especialmente porque el tratamiento a las aguas residuales no se está realizando por Emdupar, además que logra a trabajar sobre toda la capacidad lagunar.
“La obra que se hizo, en su primera fase, está dando el resultado. Cuando se realizó el proyecto buscaba mejorar la capacidad de oxígeno disuelto en litro de agua por segundo, antes de entrar en funcionamiento esta obra, el oxígeno estaba en un 2.6, terminada la obra el oxígeno está en 6.3, son los exámenes físico-químicos que tenemos del agua”, declaró Julio Suárez Luna.
Según el director de Corpocesar, la pendiente donde se instaló la planta de aireación es alta y cuatro lagunas no lograron ser conectadas.
“Con la inversión que se hizo, ínfima para los contratos que se venían hablando de contratos millonarios, aquí se invirtieron $2.800 millones y tenemos un primer principio. Con esa obra, si le seguimos poniendo los elementos que están proyectados, les aseguro que purificaremos el agua en un 80 %”, agregó Suárez Luna.
La responsabilidad hoy está en manos de Emdupar, explicó Julio Suárez, al decir que “se requiere se haga mantenimiento a las lagunas que están totalmente sedimentadas; el día de la audiencia de la Contraloría el gerente de Emdupar manifestó que ya está en página, para contratar, la extracción de lodo de dichas lagunas; con eso mejoraremos mucho porque las lagunas no están cumpliendo sus funciones para lo cual fueron construidas, que es airear y de madurar las aguas, que están entrando y saliendo en un periodo mucho menor al que deberían permanecer en las lagunas”.
Cabe destacar que hace más de tres meses, las aguas residuales tiradas al alcantarillado de Valledupar están siendo vertidas sin tratamiento a la corriente del río Cesar, provocando la contaminación visual e interna del cauce que nace a una altura aproximada de 1.800 metros sobre el nivel del mar, en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Funciones de la planta
El tratamiento de aguas residuales se constituye una medida de mitigación para disminuir y controlar la contaminación de los cuerpos de agua, pero para que esta medida tenga éxito se debe contar con obras de infraestructura adecuadas a la naturaleza de las aguas a tratar y con el personal capacitado para llevar a cabo la labores de operación y mantenimiento, así lo establece el Manual de Operación y Mantenimiento del Sistemas de Tratamiento de Aguas Residuales en la población urbana del municipio de Valledupar.
Emdupar, en los 32 módulos establecidos en 115 hectáreas de terreno de la planta de tratamiento El Salguero, tiene la obligación de descontaminar las aguas residuales para posteriormente enviarlas al río Cesar.
La planta de aireación diseñada por el Ministerio de Ambiente consiste en un sistema de red hidráulico y una estructura en cascada, que permitiría aumentar el oxígeno disuelto en el vertimiento de las aguas residuales, pasando de dos mililitros por litros, a seis mililitros por litros, esto según datos brindados por el laboratorio Nancy Flóres, aumentando así en un 400 % el oxígeno y disminuyendo la contaminación que se vierte al río, eso con el fin de recuperar la fauna ictiológica.
Actualmente tiene capacidad de recepcionar unos 1.200 litros por segundo, antes de que caigan al río Cesar, así debería estar proporcionando mayor oxigenación a las aguas residuales y disminuyendo olores ofensivos, carga orgánica y otros parámetros que afectan la biodiversidad del cuerpo hídrico.
El ambientalista Miguelángel Sierra difiere de la posible solución y adujo que el problema creció con la habilitación de la planta de aireación.
“Es ridículo lo que pasa con los denominados aireadores, se invierte una cantidad de dinero, para que no pase absolutamente nada. Ahora dice la corporación que ellos no sabían que el proyecto serviría para tratar cuatro piscinas (lagunas), ¿la inversión fue perdida? El río se lo sigue diciendo porque no sirve para nada. El proyecto tuvo el propósito de recuperar la vida del río Cesar, la corporación era el garante, Emdupar fue escogido para ejecutarlo, pero cuántas entidades saben equivocarse y perder el dinero, que nosotros como contribuyentes estamos dando”, advirtió Sierra.
El biólogo de profesión denunció también que ha sido previsible y una falta de respeto con el río “el no tener una constancia en la aplicación de los microorganismos. Lo hacen cuatro o cinco meses al año; eso es una perdida no solo de dinero, sino de estabilidad del proceso metabólico de los microorganismos dentro del sistema de aguas residuales”, apuntó.
El sistema lagunar El Salguero fue construido en dos fases: la primera contuvo cuatro módulos, cada uno lo conforman dos lagunas anaerobias, una facultativa y una de maduración; y la otra estuvo compuesta por otros cuatro módulos, al igual que la etapa uno, a excepción de un módulo, cuenta con dos lagunas anaerobias y una facultativa.
Históricamente, el sistema de tratamiento de aguas residuales de la capital del Cesar estuvo conformado por dos subsistemas de lagunas de oxidación: El Tarullal y El Salguero. Al primero, desconectado en 2015, se vertían alrededor del 30 % de las aguas residuales de la ciudad y en el segundo el 70 %; ahora recibe el ciento por ciento y no tiene la misma capacidad para trabajar por dos.
Este sistema fue diseñado para una población final proyectada, al año 2015 de 360.000 habitantes, pero la ciudad actualmente creció a unos 500.000. El Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado de Valledupar estableció que para los próximos 30 años la planta de tratamiento de agua residual El Salguero ya no tendría capacidad y su calidad no será segura para la ciudad.
En 2014, Corpocesar sancionó a Emdupar por el mal funcionamiento de los Sistemas de Tratamiento de Aguas Residuales El Tarullal y El Salguero al encontrar daño ambiental. Lo mismo pasó en 2008, cuando la empresa de servicios públicos fue multada por un monto de $28 millones, al incumplir el Plan de Manejo Ambiental.
Corpocesar ha señalado que El Salguero no cumple con los porcentajes de remoción en cargas establecidos en el Decreto 1594 de 1984, en cuanto a los parámetros de DBO5 (cantidad de oxígeno que los microorganismos) y SST.
Proceso en contratación
Ricardo Llanos, jefe del Departamento Técnico y Operativo de Emdupar, aseguró que el proyecto de la planta de aireación está en la etapa final y el oxígeno hoy, en las aguas residuales, se nota en el vertimiento al río Cesar.
“No logramos conectarlas todas (lagunas) por dificultades de topografía del primer módulo hecho en 1996, pero sí vamos a futuro conectarlas todas, es decir, pasarlas por aireación para que puedan aumentarle su oxigenación”, señaló Llanos.
El funcionario anunció que Emdupar ya contrató un estudio para el monitoreo del sistema lagunar El Salguero, que ofrecen un estricto cumplimiento a los requerimientos establecidos en la Resolución 0631 del 17 de marzo de 2015. Dichos resultados le permitirán a la entidad recolectar la información sobre la calidad del agua vertida a los cuerpos receptores de El Salguero.
“Emdupar mandó a hacer una batimetría, es decir, un estudio de la cantidad de lodo que tenían las 32 lagunas existentes en estas 115 hectáreas, eso nos arrojó que tenemos una gran colmatación en las lagunas, por eso ahora se está en el proceso de contratación y legalización para hacer la remoción de estos lodos. Eso no ayudará a tener mejor volumen y a tener un mejor proceso”, declaró Ricardo Llanos, quien criticó la falta de consciencia de las personas porque mandan al alcantarillado todo tipo de elementos y sustancias, como cabellos, altas cargas de champú, detergente, entre otros que causan impacto contaminante al espacio lagunar. Para la ejecución de esta carta de navegación, la empresa destinó cerca de $100.000 millones.
Emdupar está en el proceso de contratar la aplicación de biotecnología con microorganismos en la planta de tratamiento El Salguero, con Concreamos del Norte que es representada legalmente por Royber Fernández Olivella. El plazo de ejecución será de cinco meses y una inversión de $1.249 millones.