EL PILÓN conoció testimonios de alcaldes, concejales y gerentes de entidades públicas, quienes señalaron que desde la Contraloría Departamental presionan para que los funcionarios paguen.
“Ufff, eso es viejo”,“eso lo sabe todo mundo”, “así funciona esto acá”. Estas fueron algunas respuestas de las fuentes consultadas por EL PILÓN, entre alcaldes, concejales y gerentes de entidades públicas del Cesar sobre una denuncia anónima que señala que desde la Contraloría Departamental estarían presionando a los funcionarios para que entreguen dinero a cambio de no ser sancionados.
Durante dos meses, EL PILÓN buscó testimonios a raíz de una denuncia anónima. Gracias a la investigación se conocieron varias historias que repiten los patrones.
“A través de la Contraloría es que controlan a los alcaldes. A los que no son de la casa de Gobierno los presionan más fuerte. Creo que a los alcaldes del corredor minero les exigen más”, señaló un mandatario municipal, como todas las fuentes, exigiendo reserva. “Cuando llegan ya todo mundo sabe a qué vienen. Hasta los celadores los odian. A veces piden $120 millones o más para dejarlo tranquilo a uno”, agregó el mandatario.
Otro alcalde del departamento contó que utilizan el informe preliminar de las auditorías para que los mandatarios se asusten.
“Hacen la auditoría, te comparten el informe preliminar y usted se asusta. Lo que hacen es asustarlo para que suelte. Si suelta, en el definitivo omiten todo. Hay varios auditores picaros que se le pasan de pueblo en pueblo extorsionando alcaldes”, relató el mandatario.
Luego compartió una reflexión sobre lo difícil que es el sector público. “Si los entes de control hicieran su trabajo el 95% de los alcaldes estuvieran presos, pero no por corruptos sino porque es difícil cumplir la norma a cabalidad. En algo la cagas (sic) siempre. Eso es lo que ellos (entes de control) pasan por alto”, agregó.
Al igual que los otros mandatarios, criticó el sistema. “Todo tiene una génesis: ¿cuánto vale el puesto de contralor departamental? Allí se entiende todo”.
En esa línea, un alcalde del Cesar relató que, durante varios meses, los auditores se convirtieron en un dolor de cabeza. “Te atemorizan. Durante varias semanas me presionaron, pero siendo sincero no se han vuelto a meter conmigo. Se han calmado”, narró el mandatario.
En diciembre del 2021, la Asamblea eligió a Juan Francisco Villazón Tafur, exalcalde del municipio de Pueblo Bello, como contralor departamental del Cesar, a pesar de su cercanía con el gobernador electo Luis Monsalvo Gnecco, quien era sujeto de control.
EL PILÓN envió una petición a la Contraloría Departamental para conocer su versión. El pasado 8 de marzo dieron respuesta. “Esta Contraloría no conoce de denuncias, quejas o actuaciones legales en contra de los funcionarios que conforman la planta global, por los hechos que menciona; sin embargo insto a que en caso tal de tener pruebas de ellos se inicien las acciones correspondientes ante este despacho y órganos de control”, respondió la Contraloría Departamental del Cesar.
Por otro lado, un exsecretario se atrevió a contar su historia. Según su versión, el patrón de presión es similar: los enviados son los auditores de la Contraloría Departamental del Cesar. “Eso es algo viejo. En lo público cuando te quieren joder te buscan cualquier cosita. Hasta lo que no es. Ellos te ‘joden’. Son descarados y ya tú sabes que te van a joder. Cuando yo era funcionario me tocó entregar $20 millones para que no me sancionaran por una vaina injusta”, relató.
Un concejal de un municipio del Cesar también contó cómo lo presionaron para que pagara cuando era presidente de la corporación. “Si ellos hicieran su labor como debe ser, hoy nuestro municipio fuera distinto”, inició contando.
“Cuando yo fui presidente del Concejo me auditaron. El tema es que para unos las cosas están ok y para el que quiere $ (sic) todo está mal y abren procesos enseguida. Así es que funciona”, relató la fuente.
El concejal contó a EL PILÓN que vivió a los dos tipos de funcionarios: los buenos y los que presionan.
“A mí me llegaron unos buenos, llegaron a hacer su trabajo y me dejaron unas sugerencias. Y las hice. Pero llegó otro y todo estaba mal, cuando yo había seguido el 90% de recomendaciones que me dejó el primer auditor. Pero eso es así”, contó el concejal.
El pasado 23 de febrero, EL PILÓN conoció que el contralor general de la República, Carlos Hernán Rodríguez, decretó la intervención funcional de la Contraloría Departamental del Cesar con el fin de que la CGR asuma la vigilancia de la gestión fiscal de la Alcaldía de Chiriguaná, Cesar, durante el 2021.
Lo anterior a raíz de un oficio del alcalde Iván Caamaño, en el que acusaba a la entidad departamental de faltar a la imparcialidad y objetividad a la hora de investigarlo.
El alcalde explicó que la Contraloría Territorial del Cesar realizó una Auditoría Financiera, en la vigencia 2021, a la Alcaldía del Municipio de Chiriguaná. Como resultado de la Auditoría se emitió el Informe Preliminar, en el que se estableció un total de 26 observaciones administrativas con alcances disciplinarios, penales, fiscales y sancionatorios.
En el oficio, el mandatario expuso que la Contraloría Departamental nunca tuvo en cuenta las pruebas que aportó, por eso acudió a la Procuraduría y la Contraloría General.
Además, Caamaño pidió vigilar la actuación del contralor departamental, Juan Francisco Villazón Tafur. “Los hallazgos son totalmente irreales, es decir, no existen probatoriamente, lo cual denota, además, la ensañada persecución de ese ente de control contra el alcalde y su falta de imparcialidad y de objetividad”, sentencia el oficio.
Por Redacción EL PILÓN
EL PILÓN conoció testimonios de alcaldes, concejales y gerentes de entidades públicas, quienes señalaron que desde la Contraloría Departamental presionan para que los funcionarios paguen.
“Ufff, eso es viejo”,“eso lo sabe todo mundo”, “así funciona esto acá”. Estas fueron algunas respuestas de las fuentes consultadas por EL PILÓN, entre alcaldes, concejales y gerentes de entidades públicas del Cesar sobre una denuncia anónima que señala que desde la Contraloría Departamental estarían presionando a los funcionarios para que entreguen dinero a cambio de no ser sancionados.
Durante dos meses, EL PILÓN buscó testimonios a raíz de una denuncia anónima. Gracias a la investigación se conocieron varias historias que repiten los patrones.
“A través de la Contraloría es que controlan a los alcaldes. A los que no son de la casa de Gobierno los presionan más fuerte. Creo que a los alcaldes del corredor minero les exigen más”, señaló un mandatario municipal, como todas las fuentes, exigiendo reserva. “Cuando llegan ya todo mundo sabe a qué vienen. Hasta los celadores los odian. A veces piden $120 millones o más para dejarlo tranquilo a uno”, agregó el mandatario.
Otro alcalde del departamento contó que utilizan el informe preliminar de las auditorías para que los mandatarios se asusten.
“Hacen la auditoría, te comparten el informe preliminar y usted se asusta. Lo que hacen es asustarlo para que suelte. Si suelta, en el definitivo omiten todo. Hay varios auditores picaros que se le pasan de pueblo en pueblo extorsionando alcaldes”, relató el mandatario.
Luego compartió una reflexión sobre lo difícil que es el sector público. “Si los entes de control hicieran su trabajo el 95% de los alcaldes estuvieran presos, pero no por corruptos sino porque es difícil cumplir la norma a cabalidad. En algo la cagas (sic) siempre. Eso es lo que ellos (entes de control) pasan por alto”, agregó.
Al igual que los otros mandatarios, criticó el sistema. “Todo tiene una génesis: ¿cuánto vale el puesto de contralor departamental? Allí se entiende todo”.
En esa línea, un alcalde del Cesar relató que, durante varios meses, los auditores se convirtieron en un dolor de cabeza. “Te atemorizan. Durante varias semanas me presionaron, pero siendo sincero no se han vuelto a meter conmigo. Se han calmado”, narró el mandatario.
En diciembre del 2021, la Asamblea eligió a Juan Francisco Villazón Tafur, exalcalde del municipio de Pueblo Bello, como contralor departamental del Cesar, a pesar de su cercanía con el gobernador electo Luis Monsalvo Gnecco, quien era sujeto de control.
EL PILÓN envió una petición a la Contraloría Departamental para conocer su versión. El pasado 8 de marzo dieron respuesta. “Esta Contraloría no conoce de denuncias, quejas o actuaciones legales en contra de los funcionarios que conforman la planta global, por los hechos que menciona; sin embargo insto a que en caso tal de tener pruebas de ellos se inicien las acciones correspondientes ante este despacho y órganos de control”, respondió la Contraloría Departamental del Cesar.
Por otro lado, un exsecretario se atrevió a contar su historia. Según su versión, el patrón de presión es similar: los enviados son los auditores de la Contraloría Departamental del Cesar. “Eso es algo viejo. En lo público cuando te quieren joder te buscan cualquier cosita. Hasta lo que no es. Ellos te ‘joden’. Son descarados y ya tú sabes que te van a joder. Cuando yo era funcionario me tocó entregar $20 millones para que no me sancionaran por una vaina injusta”, relató.
Un concejal de un municipio del Cesar también contó cómo lo presionaron para que pagara cuando era presidente de la corporación. “Si ellos hicieran su labor como debe ser, hoy nuestro municipio fuera distinto”, inició contando.
“Cuando yo fui presidente del Concejo me auditaron. El tema es que para unos las cosas están ok y para el que quiere $ (sic) todo está mal y abren procesos enseguida. Así es que funciona”, relató la fuente.
El concejal contó a EL PILÓN que vivió a los dos tipos de funcionarios: los buenos y los que presionan.
“A mí me llegaron unos buenos, llegaron a hacer su trabajo y me dejaron unas sugerencias. Y las hice. Pero llegó otro y todo estaba mal, cuando yo había seguido el 90% de recomendaciones que me dejó el primer auditor. Pero eso es así”, contó el concejal.
El pasado 23 de febrero, EL PILÓN conoció que el contralor general de la República, Carlos Hernán Rodríguez, decretó la intervención funcional de la Contraloría Departamental del Cesar con el fin de que la CGR asuma la vigilancia de la gestión fiscal de la Alcaldía de Chiriguaná, Cesar, durante el 2021.
Lo anterior a raíz de un oficio del alcalde Iván Caamaño, en el que acusaba a la entidad departamental de faltar a la imparcialidad y objetividad a la hora de investigarlo.
El alcalde explicó que la Contraloría Territorial del Cesar realizó una Auditoría Financiera, en la vigencia 2021, a la Alcaldía del Municipio de Chiriguaná. Como resultado de la Auditoría se emitió el Informe Preliminar, en el que se estableció un total de 26 observaciones administrativas con alcances disciplinarios, penales, fiscales y sancionatorios.
En el oficio, el mandatario expuso que la Contraloría Departamental nunca tuvo en cuenta las pruebas que aportó, por eso acudió a la Procuraduría y la Contraloría General.
Además, Caamaño pidió vigilar la actuación del contralor departamental, Juan Francisco Villazón Tafur. “Los hallazgos son totalmente irreales, es decir, no existen probatoriamente, lo cual denota, además, la ensañada persecución de ese ente de control contra el alcalde y su falta de imparcialidad y de objetividad”, sentencia el oficio.
Por Redacción EL PILÓN