Aunque muchas personas se atreven a referir estas situaciones, muy pocas son llevadas a los niveles judiciales por la falta de denuncias formales. De acuerdo con la Policía Ambiental diariamente atiende siete casos por este motivo.

A pesar de que se han seguido las marchas nacionales que piden respeto por la vida de los animales, en Valledupar la falta de conciencia entre muchas personas convierte en persistente el tema del maltrato animal.

De acuerdo con Nasly Contreras, miembro de la Fundación Huellitas Callejeras, en esta entidad y en conjunto con Tu Voz Animal, Red de Adopción por los Callejeritos y Hogar Gaticos Felices, en lo que va del año han atendido en total 18 casos entre caninos y felinos.

“Por falta de cultura y de educación, sienten que el animal es desechable. En el momento en que sienten que el animal es un ser que no les da ningún servicio pues lo desechan”, señaló Contreras.

A la vez explicó que en su mayoría se encuentran con casos de hembras, a las que después de explotar para que tengan crías, dejan en las calles. La misma suerte corren los animales de avanzada edad.

En cuanto a los equinos, que también son comúnmente víctimas de maltrato, apuntó a que en este año han tenido conocimiento de tres casos, dos en Valledupar y uno en Chimila.

Precisamente en este sentido el jefe de la Oficina de Planeación, Robert Martínez, hizo referencia a que recientemente se priorizó un proyecto a través del que se invertirán $650 millones para la reconversión de 30 familias a las que se comprarán moto carros o se les apoya en sus emprendimientos.

Sin embargo, reconoció que tienen algunas falencias como la falta del espacio municipal, para el cual ya revisaron los predios del municipio pero ninguno se adapta a las exigencias de un terreno de este tipo dentro de los lineamientos del POT, por lo que estiman poder comprar uno antes de que finalice la actual administración.

Al tiempo, invitó a que la comunidad no tema denunciar estos casos puesto que los mismos pueden ser sancionados por las autoridades.

Para la comisaria Adolfina Gómez, de la Policía Ambiental, un factor que se evidencia es que, a pesar de haber colaboración de la comunidad para referir estas situaciones, todavía persiste el temor a realizar la denuncia por posibles represalias.

“Son quejas esporádicas, la gente llama, recepcionan la llamada, piden a la Policía Ambiental y atendemos los casos”, aseguró, de la misma manera que los casos de envenenamiento han disminuido a raíz de los trabajos de socialización.

Por: Daniela Rincones Julio/ EL PILÓN
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