Después de los estragos de las lluvias de este fin de semana, esta población está siendo atendida por diferentes entidades estatales. Entre tanto, se buscan alternativas para hacer frente al riesgo que viven por la ubicación del sector en el que residen.
Tras varios días de angustia, esta semana inició con un intento por volver a la normalidad en el barrio Cinco de Marzo, también conocido como ‘El Tiburón’, del municipio de Codazzi, Cesar. Allí, por causa de las lluvias que se presentaron desde la mañana del pasado viernes y como resultado del represamiento del agua, 31 familias perdieron sus viviendas y más de 300 sus enseres.
Ahora, en medio del acompañamiento de diferentes entidades del Estado, tratan de recomponerse de este fuerte episodio. “La casa de mi mamá se cayó, a la mía se le cayó una pared, somos unos de los más afectados pero hasta allá no han llegado, se me mojó mi colchón, el colchón de mi sobrina, pero tenemos que levantar cabeza”, sostiene Lenis Ruiz, quien tiene ocho años habitando en este sector subnormal del municipio.
Para sofocar la situación, han llegado hasta la zona organismos de la Alcaldía de Codazzi, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Defensa Civil, Cuerpo Voluntario de Bomberos, una ONG y la Policía Nacional.
Precisamente los uniformados, que ahora se encuentran día, tarde y noche en este sector brindando su ayuda a los afectados, fueron los encargados en prestar auxilio a la comunidad damnificada. “Cuando llegamos nos encontramos con la gente desesperada, pidiendo auxilio y que había varios niños en una casa donde de verdad tocaba actuar inmediatamente”, recuerda el patrullero Jair Duarte, a quien este tipo de escenas le trae a la memoria las dificultades que tuvo que enfrentar cuando habitaba en el sector de Pescaíto, ubicado en Valledupar, sobre la margen derecha del río Guatapurí.
Lee también: Decretada calamidad pública en Codazzi tras las intensas lluvias
Duarte y sus compañeros fueron los encargados de auxiliar a menores de edad, una persona en silla de ruedas y demás perjudicados con los efectos del agua que se concentró, sin salida, en esta zona del sur de Codazzi.
Entre los testimonios de los habitantes de este sector, se repite el hecho de que no es la primera vez que padecen por el represamiento del agua tras fuertes lluvias, aunque sí es la primera ocasión que tiene tal magnitud.
“Cuatro veces habíamos tenido situaciones parecidas. Siempre hemos tenido problemas porque está abajo y siempre, como dicen, que hay que ponerla a nivel de la variante, pero la solución la tenemos que buscar nosotros mismos”, sostiene Lenis Ruiz.
Como explica el alcalde encargado de este municipio, Ricardo Fernández Urbina, se trata de un lugar que está en una parte baja del mismo y cuenta con dos avenidas principales, una que es la variante y otra que es la avenida Carrera 16, arterias viales que “encajonan” a los residentes, porque cuando entra este alto flujo de agua, no encuentra salida.
“La evacuación no existe porque por la parte de atrás que va la topografía bajando, se encuentra con la variante y le sirve de trinchera al agua. No hay capacidad para evacuar ese volumen de agua entonces genera la inundación que se presentó, momentánea, pero que hizo el daño”, sostiene el mandatario.
Además, como indica Javier Gutiérrez, de la Oficina de Planeación de Codazzi, se trata de un área designada como reserva forestal, en la que también ya se había advertido a las personas sobre los riesgos de residir ahí puesto que el terreno es “como una batea y se inunda”. A esto se suma que los servicios públicos no llegan hasta allá debido a que la laguna de oxidación está en contrapendiente.
Aunque esta es la parte más crítica, hay otros barrios como barrios la Alborada, Antillana Dos, o Camilo Torres, donde también se presentan afectaciones cuando hay lluvias torrenciales. “Desafortunadamente cuando la gente tiene la necesidad de vivienda no mide y estas son las consecuencias, la gente toma deliberadamente los predios sin mirar la topografía o lo que pueda sobre venir en una ola invernal que, entre otras cosas, no es una ola invernal, fue un aguacero muy grande”, apunta el alcalde de Codazzi.
Lee también: Lluvias e inundaciones en Codazzi dejan varios damnificados
Al tratarse de un sector subnormal de este municipio, son muchas las necesidades que ya se presentaban antes de que sucediera esta calamidad. Con alrededor de 11 años de existencia, el barrio Cinco de Marzo, conocido popularmente como ‘El Tiburón’, ha sido habitado en su mayoría por personas desplazadas, víctimas de la violencia, y muchas madres cabeza de hogar.
“Antes de las lluvias las condiciones tampoco eran favorables, hay pozas sépticas, cuando llueve hay mosquitos, hay monte y eso afecta a los niños, la gripa, la picadura de zancudos, el agua no es lo mismo, las tuberías no son nuestras, vienen de otro barrio”, relata Cristina Solano, quien habita hace tres años en el sector.
Previendo este tipo de emergencias, el primer mandatario del municipio, Ricardo Fernández Urbina, hace referencia a que desde hace tres meses la administración viene trabajando en un proyecto de alcantarillado pluvial.
“Ese proyecto está casi listo, con estudios topográficos y todo, esperando ahora, tenemos la oportunidad de que se pueda aprobar con prontitud, pero ese proyecto afortunadamente hace tres meses habíamos empezado a proponerlo y darle forma. Hoy tenemos ese proyecto en un 70 – 80 % para presentarlo”, asegura.
Según él, esta sería una solución para estas aguas, que así como en el barrio La Alborada, cuando van bajando inundan lo que está al pie de la variante entonces por lo que buscarán “desembotellar” el líquido con una tubería que cruce al otro lado y dirigirla a través de unos canales para que salga de la parte urbana del municipio a fin de que no haga el daño a las comunidades que ha dejado hasta el momento.
Para hacer frente a la emergencia presentada, se han desplegado diferentes organismos en la zona que brindan su acompañamiento a través de diferentes servicios.
De esta manera, por ejemplo, han realizado una brigada de salud con la que se realizaron consultas médicas general, atención a toda la población, desparasitación para niños de cinco años y adultos, vacunación, odontología y consultas psicológicas para las personas que fueron afectadas.
“A nivel de salud no se han presentado casos, no hubo víctimas pero estamos prestando todos los servicios porque lo que se puede alterar es la parte afectiva, la gente entra en depresión porque perdieron sus cosas entonces por eso está la parte de psicología”, manifiesta Luis Pacheco Parra, coordinador del plan de intervenciones colectivas del Hospital Agustín Codazzi.
Al tiempo están brindando una educación sobre potabilización del agua y sobre prevención de mordedura de culebras porque, como enfatiza Pacheco Parra, las corrientes traen serpientes.
Por su parte Rosember Alvarado Rodríguez, director encargado del ICBF regional Cesar, hizo entrega de un balance de la caracterización hecha por esta entidad en el sector afectado, que se ha ubicado a las afueras de una de las viviendas damnificadas, donde habita Ruth Araújo.
“Todo estaba mojado, armé una cama con algo que me prestaron porque las camas se me dañaron, estamos durmiendo afuera en la carpa. Esa agua pegaba hasta arriba, tanto que el bacinete no se veía”, indica Araújo.
Según el trabajo de la Unidad Móvil presente en el sitio, se identificaron cinco familias que por el momento están ubicadas en 11 carpas, dentro de ellas se encuentran 22 adultos, 15 niños de cero a cinco años, 11 adolescentes de seis a 13 años y cuatro menores entre 14 y los 17 años, así como dos madres gestantes.
“Con esta población el compromiso ahora es la entrega de la bienestarina, focalizada a través de la Unidad Móvil, se le entregará directamente a las familias focalizadas de acuerdo con el registro que se está llevando acá. También se entregará a las familias que focalizó el centro zonal en su momento”, sostuvo Alvarado Rodríguez.
El funcionario manifestó a la par, que luego de este suceso van a trabajar con las familias y se va a entregar apoyo con el equipo psicosocial; atención por psicólogo, trabajo social y valoración nutricional, posterior a todo el resultado de la situación encontrada.
Por último, el Alcalde de Codazzi reconoció que actualmente el municipio desde el punto de vista financiero se encuentra con unas dificultades bastante grandes, ya que las cuentas están embargadas.
“Desafortunadamente en este momento no tenemos esa situación clara, pero sí declarando la calamidad pública sabemos que vamos a tener acceso a unos recursos que nos permitan ayudar a un corto plazo a solucionar los problemas que ya tenemos y los que puedan sobre venir porque apenas estamos entrando en la ola invernal que es lo preocupante”, finalizó el mandatario.
Por: Daniela Rincones Julio/ EL PILÓN
[email protected]
Después de los estragos de las lluvias de este fin de semana, esta población está siendo atendida por diferentes entidades estatales. Entre tanto, se buscan alternativas para hacer frente al riesgo que viven por la ubicación del sector en el que residen.
Tras varios días de angustia, esta semana inició con un intento por volver a la normalidad en el barrio Cinco de Marzo, también conocido como ‘El Tiburón’, del municipio de Codazzi, Cesar. Allí, por causa de las lluvias que se presentaron desde la mañana del pasado viernes y como resultado del represamiento del agua, 31 familias perdieron sus viviendas y más de 300 sus enseres.
Ahora, en medio del acompañamiento de diferentes entidades del Estado, tratan de recomponerse de este fuerte episodio. “La casa de mi mamá se cayó, a la mía se le cayó una pared, somos unos de los más afectados pero hasta allá no han llegado, se me mojó mi colchón, el colchón de mi sobrina, pero tenemos que levantar cabeza”, sostiene Lenis Ruiz, quien tiene ocho años habitando en este sector subnormal del municipio.
Para sofocar la situación, han llegado hasta la zona organismos de la Alcaldía de Codazzi, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Defensa Civil, Cuerpo Voluntario de Bomberos, una ONG y la Policía Nacional.
Precisamente los uniformados, que ahora se encuentran día, tarde y noche en este sector brindando su ayuda a los afectados, fueron los encargados en prestar auxilio a la comunidad damnificada. “Cuando llegamos nos encontramos con la gente desesperada, pidiendo auxilio y que había varios niños en una casa donde de verdad tocaba actuar inmediatamente”, recuerda el patrullero Jair Duarte, a quien este tipo de escenas le trae a la memoria las dificultades que tuvo que enfrentar cuando habitaba en el sector de Pescaíto, ubicado en Valledupar, sobre la margen derecha del río Guatapurí.
Lee también: Decretada calamidad pública en Codazzi tras las intensas lluvias
Duarte y sus compañeros fueron los encargados de auxiliar a menores de edad, una persona en silla de ruedas y demás perjudicados con los efectos del agua que se concentró, sin salida, en esta zona del sur de Codazzi.
Entre los testimonios de los habitantes de este sector, se repite el hecho de que no es la primera vez que padecen por el represamiento del agua tras fuertes lluvias, aunque sí es la primera ocasión que tiene tal magnitud.
“Cuatro veces habíamos tenido situaciones parecidas. Siempre hemos tenido problemas porque está abajo y siempre, como dicen, que hay que ponerla a nivel de la variante, pero la solución la tenemos que buscar nosotros mismos”, sostiene Lenis Ruiz.
Como explica el alcalde encargado de este municipio, Ricardo Fernández Urbina, se trata de un lugar que está en una parte baja del mismo y cuenta con dos avenidas principales, una que es la variante y otra que es la avenida Carrera 16, arterias viales que “encajonan” a los residentes, porque cuando entra este alto flujo de agua, no encuentra salida.
“La evacuación no existe porque por la parte de atrás que va la topografía bajando, se encuentra con la variante y le sirve de trinchera al agua. No hay capacidad para evacuar ese volumen de agua entonces genera la inundación que se presentó, momentánea, pero que hizo el daño”, sostiene el mandatario.
Además, como indica Javier Gutiérrez, de la Oficina de Planeación de Codazzi, se trata de un área designada como reserva forestal, en la que también ya se había advertido a las personas sobre los riesgos de residir ahí puesto que el terreno es “como una batea y se inunda”. A esto se suma que los servicios públicos no llegan hasta allá debido a que la laguna de oxidación está en contrapendiente.
Aunque esta es la parte más crítica, hay otros barrios como barrios la Alborada, Antillana Dos, o Camilo Torres, donde también se presentan afectaciones cuando hay lluvias torrenciales. “Desafortunadamente cuando la gente tiene la necesidad de vivienda no mide y estas son las consecuencias, la gente toma deliberadamente los predios sin mirar la topografía o lo que pueda sobre venir en una ola invernal que, entre otras cosas, no es una ola invernal, fue un aguacero muy grande”, apunta el alcalde de Codazzi.
Lee también: Lluvias e inundaciones en Codazzi dejan varios damnificados
Al tratarse de un sector subnormal de este municipio, son muchas las necesidades que ya se presentaban antes de que sucediera esta calamidad. Con alrededor de 11 años de existencia, el barrio Cinco de Marzo, conocido popularmente como ‘El Tiburón’, ha sido habitado en su mayoría por personas desplazadas, víctimas de la violencia, y muchas madres cabeza de hogar.
“Antes de las lluvias las condiciones tampoco eran favorables, hay pozas sépticas, cuando llueve hay mosquitos, hay monte y eso afecta a los niños, la gripa, la picadura de zancudos, el agua no es lo mismo, las tuberías no son nuestras, vienen de otro barrio”, relata Cristina Solano, quien habita hace tres años en el sector.
Previendo este tipo de emergencias, el primer mandatario del municipio, Ricardo Fernández Urbina, hace referencia a que desde hace tres meses la administración viene trabajando en un proyecto de alcantarillado pluvial.
“Ese proyecto está casi listo, con estudios topográficos y todo, esperando ahora, tenemos la oportunidad de que se pueda aprobar con prontitud, pero ese proyecto afortunadamente hace tres meses habíamos empezado a proponerlo y darle forma. Hoy tenemos ese proyecto en un 70 – 80 % para presentarlo”, asegura.
Según él, esta sería una solución para estas aguas, que así como en el barrio La Alborada, cuando van bajando inundan lo que está al pie de la variante entonces por lo que buscarán “desembotellar” el líquido con una tubería que cruce al otro lado y dirigirla a través de unos canales para que salga de la parte urbana del municipio a fin de que no haga el daño a las comunidades que ha dejado hasta el momento.
Para hacer frente a la emergencia presentada, se han desplegado diferentes organismos en la zona que brindan su acompañamiento a través de diferentes servicios.
De esta manera, por ejemplo, han realizado una brigada de salud con la que se realizaron consultas médicas general, atención a toda la población, desparasitación para niños de cinco años y adultos, vacunación, odontología y consultas psicológicas para las personas que fueron afectadas.
“A nivel de salud no se han presentado casos, no hubo víctimas pero estamos prestando todos los servicios porque lo que se puede alterar es la parte afectiva, la gente entra en depresión porque perdieron sus cosas entonces por eso está la parte de psicología”, manifiesta Luis Pacheco Parra, coordinador del plan de intervenciones colectivas del Hospital Agustín Codazzi.
Al tiempo están brindando una educación sobre potabilización del agua y sobre prevención de mordedura de culebras porque, como enfatiza Pacheco Parra, las corrientes traen serpientes.
Por su parte Rosember Alvarado Rodríguez, director encargado del ICBF regional Cesar, hizo entrega de un balance de la caracterización hecha por esta entidad en el sector afectado, que se ha ubicado a las afueras de una de las viviendas damnificadas, donde habita Ruth Araújo.
“Todo estaba mojado, armé una cama con algo que me prestaron porque las camas se me dañaron, estamos durmiendo afuera en la carpa. Esa agua pegaba hasta arriba, tanto que el bacinete no se veía”, indica Araújo.
Según el trabajo de la Unidad Móvil presente en el sitio, se identificaron cinco familias que por el momento están ubicadas en 11 carpas, dentro de ellas se encuentran 22 adultos, 15 niños de cero a cinco años, 11 adolescentes de seis a 13 años y cuatro menores entre 14 y los 17 años, así como dos madres gestantes.
“Con esta población el compromiso ahora es la entrega de la bienestarina, focalizada a través de la Unidad Móvil, se le entregará directamente a las familias focalizadas de acuerdo con el registro que se está llevando acá. También se entregará a las familias que focalizó el centro zonal en su momento”, sostuvo Alvarado Rodríguez.
El funcionario manifestó a la par, que luego de este suceso van a trabajar con las familias y se va a entregar apoyo con el equipo psicosocial; atención por psicólogo, trabajo social y valoración nutricional, posterior a todo el resultado de la situación encontrada.
Por último, el Alcalde de Codazzi reconoció que actualmente el municipio desde el punto de vista financiero se encuentra con unas dificultades bastante grandes, ya que las cuentas están embargadas.
“Desafortunadamente en este momento no tenemos esa situación clara, pero sí declarando la calamidad pública sabemos que vamos a tener acceso a unos recursos que nos permitan ayudar a un corto plazo a solucionar los problemas que ya tenemos y los que puedan sobre venir porque apenas estamos entrando en la ola invernal que es lo preocupante”, finalizó el mandatario.
Por: Daniela Rincones Julio/ EL PILÓN
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