Para Álvaro Javier Iglesias, la Universidad Popular del Cesar debe ser orientada a la academia y alejarla de las guerras intestinas por el poder.
Álvaro Javier Iglesias Ibarra es uno de los candidatos a la rectoría de la Universidad Popular del Cesar, UPC. Fue uno de los primeros inscritos y ‘caminó’ sobre la cuerda floja de la contienda, dado que el Tribunal de Garantías lo inadmitió, por eso presentó una acción de tutela que le devolvió su candidatura.
Con este aspirante a dirigir los destinos del claustro universitario habló EL PILÓN sobre él, el estado actual de la UPC y sobre el proceso como tal.
El fallo del Juzgado Primero Administrativo de Valledupar lo reintegra a las elecciones. ¿Qué concepto tiene ahora?
Es desafortunado que el tribunal de garantías electorales no haya tenido la sabiduría para tomar decisiones que no afectaran los derechos de los candidatos. Encontramos que definitivamente para eso estaba el juez de la República, quien fue finalmente el que entendió jurídicamente lo que estaba ocurriendo y nos otorgó el derecho de participar. Es que teníamos todo el derecho de participar.
¿Cree que esto le da una lección al tribunal, respecto a las garantías electorales?
Esto demuestra la mala interpretación de lo que normativamente tenían que hacer ellos, en cuanto a los requisitos que aportamos, puesto que no dieron para distinguir lo que era un requisito formal de un requisito material. Además, hay un sesgo definitivamente en el tribunal de garantías y es un sesgo administrativo desafortunado, el cual permitió que el juez distinguiera que nos estaban violando el derecho a elegir y ser elegido, al debido proceso y a los sustancial sobre lo formal, entonces estas son las cosas que el juez entendió que el requisito, es decir el certificado de vecindad, no era óbice para ser excluido, solamente había que aclararlo y que no se podía violar ni la Constitución, ni las leyes por encima de las malas interpretaciones del tribunal.
¿Cómo ve hoy a la Universidad Popular del Cesar, luego de los múltiples problemas que la han tenido en la picota pública?
La universidad debe recuperar su prestigio, honestidad y dignidad, que en marca cada uno de los proyectos que desarrolla en esta generación, la cual representamos nosotros. Es esto lo que le decimos a los estudiantes, a los estamentos, a los docentes y egresados que estamos descontaminados, que no pertenecemos a ninguna estructura interna que haya timoneado la universidad, que nadie puede señalarnos por los cargos públicos que hemos ocupado y que tenemos 17 años formándonos a través de la academia para hoy ser una opción en este proceso; es en parte por eso que nos querían sacar a pupitrazos, sin medirse en votos, sin escuchar lo que los estamentos querían decir y con quien querían estar.
¿Cómo ve la universidad en el tema académico y acreditación?
Nosotros lo que estamos proponiendo, básicamente, es una acreditación de la universidad. Eso implica que se tiene que avanzar en muchas variables internas como la cualificación y dignificación docente, tenemos que cualificar a los docentes por estudios de maestrías pertinentes a cada programa, no maestrías que se hacían en el pasado en términos generales y que no aportan al programa como tal y el mismo tema pasa con los doctorados para fortalecer los grupos de investigación o semilleros que se haga una investigación pertinente frente a la realidad del departamento, no una investigación para llenar anaqueles, para subir salarios de algunos docentes, sino que sirvan para vender servicios de la universidad para generar consultorías y lograr conseguir ingresos, que definitivamente es lo que esta necesita. El nivel académico es fundamental todos los programas según los resultados de Saber Pro están por debajo de la media nacional, lo que demuestra que la calidad de nuestros estudiantes no son las óptimas y esto es lo que se debe entrar a mejorar a través de la dignificación y el mejoramiento del pago a los docentes.
¿Qué propuestas trae a corto plazo para la UPC?
Más academia. Estamos proponiendo una política de bilingüismo al interior de la universidad, es decir, ya no podemos seguir en el mundo anterior en el cual ya no asistimos sino que en séptimo semestre todo el estudiantado debe manejar B1 o B2 en un idioma extranjero, el mismo docente debe cualificarse en el idioma extranjero y yo pienso que así lograremos ver otra universidad, más pertinente y lo mismo con la oferta de programas, hace muchísimos años no ofertamos un programa nuevo y esto está generando gran parte del desempleo que vemos en el Cesar, porque si la academia le sigue enviando al sistema los mismos profesionales, en otros términos, más contadores, más administradores, más economistas, entre otros, saturamos el mercado, por este motivo no hay empleabilidad en una ciudad como la nuestra. Por eso nuestra apuesta es fortalecer academia a través de la creación de postgrados propios y otras ofertas.
Por: MAIRA MANOSALVA/ EL PILÓN
[email protected]
Para Álvaro Javier Iglesias, la Universidad Popular del Cesar debe ser orientada a la academia y alejarla de las guerras intestinas por el poder.
Álvaro Javier Iglesias Ibarra es uno de los candidatos a la rectoría de la Universidad Popular del Cesar, UPC. Fue uno de los primeros inscritos y ‘caminó’ sobre la cuerda floja de la contienda, dado que el Tribunal de Garantías lo inadmitió, por eso presentó una acción de tutela que le devolvió su candidatura.
Con este aspirante a dirigir los destinos del claustro universitario habló EL PILÓN sobre él, el estado actual de la UPC y sobre el proceso como tal.
El fallo del Juzgado Primero Administrativo de Valledupar lo reintegra a las elecciones. ¿Qué concepto tiene ahora?
Es desafortunado que el tribunal de garantías electorales no haya tenido la sabiduría para tomar decisiones que no afectaran los derechos de los candidatos. Encontramos que definitivamente para eso estaba el juez de la República, quien fue finalmente el que entendió jurídicamente lo que estaba ocurriendo y nos otorgó el derecho de participar. Es que teníamos todo el derecho de participar.
¿Cree que esto le da una lección al tribunal, respecto a las garantías electorales?
Esto demuestra la mala interpretación de lo que normativamente tenían que hacer ellos, en cuanto a los requisitos que aportamos, puesto que no dieron para distinguir lo que era un requisito formal de un requisito material. Además, hay un sesgo definitivamente en el tribunal de garantías y es un sesgo administrativo desafortunado, el cual permitió que el juez distinguiera que nos estaban violando el derecho a elegir y ser elegido, al debido proceso y a los sustancial sobre lo formal, entonces estas son las cosas que el juez entendió que el requisito, es decir el certificado de vecindad, no era óbice para ser excluido, solamente había que aclararlo y que no se podía violar ni la Constitución, ni las leyes por encima de las malas interpretaciones del tribunal.
¿Cómo ve hoy a la Universidad Popular del Cesar, luego de los múltiples problemas que la han tenido en la picota pública?
La universidad debe recuperar su prestigio, honestidad y dignidad, que en marca cada uno de los proyectos que desarrolla en esta generación, la cual representamos nosotros. Es esto lo que le decimos a los estudiantes, a los estamentos, a los docentes y egresados que estamos descontaminados, que no pertenecemos a ninguna estructura interna que haya timoneado la universidad, que nadie puede señalarnos por los cargos públicos que hemos ocupado y que tenemos 17 años formándonos a través de la academia para hoy ser una opción en este proceso; es en parte por eso que nos querían sacar a pupitrazos, sin medirse en votos, sin escuchar lo que los estamentos querían decir y con quien querían estar.
¿Cómo ve la universidad en el tema académico y acreditación?
Nosotros lo que estamos proponiendo, básicamente, es una acreditación de la universidad. Eso implica que se tiene que avanzar en muchas variables internas como la cualificación y dignificación docente, tenemos que cualificar a los docentes por estudios de maestrías pertinentes a cada programa, no maestrías que se hacían en el pasado en términos generales y que no aportan al programa como tal y el mismo tema pasa con los doctorados para fortalecer los grupos de investigación o semilleros que se haga una investigación pertinente frente a la realidad del departamento, no una investigación para llenar anaqueles, para subir salarios de algunos docentes, sino que sirvan para vender servicios de la universidad para generar consultorías y lograr conseguir ingresos, que definitivamente es lo que esta necesita. El nivel académico es fundamental todos los programas según los resultados de Saber Pro están por debajo de la media nacional, lo que demuestra que la calidad de nuestros estudiantes no son las óptimas y esto es lo que se debe entrar a mejorar a través de la dignificación y el mejoramiento del pago a los docentes.
¿Qué propuestas trae a corto plazo para la UPC?
Más academia. Estamos proponiendo una política de bilingüismo al interior de la universidad, es decir, ya no podemos seguir en el mundo anterior en el cual ya no asistimos sino que en séptimo semestre todo el estudiantado debe manejar B1 o B2 en un idioma extranjero, el mismo docente debe cualificarse en el idioma extranjero y yo pienso que así lograremos ver otra universidad, más pertinente y lo mismo con la oferta de programas, hace muchísimos años no ofertamos un programa nuevo y esto está generando gran parte del desempleo que vemos en el Cesar, porque si la academia le sigue enviando al sistema los mismos profesionales, en otros términos, más contadores, más administradores, más economistas, entre otros, saturamos el mercado, por este motivo no hay empleabilidad en una ciudad como la nuestra. Por eso nuestra apuesta es fortalecer academia a través de la creación de postgrados propios y otras ofertas.
Por: MAIRA MANOSALVA/ EL PILÓN
[email protected]