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El Vallenato - 9 diciembre, 2019

Murió Sebastián ‘Chanera’ Sarmiento, primer rey de Guaimaral

El juglar del folclor vallenato, que tocaba acordeón y cantaba, fue el primer rey del Festival del Carnero, realizado en 1991, y segundo rey de reyes de esta misma festividad.

Las notas del acordeón del juglar Sebastián Sarmiento, mejor conocido como ‘Chanera’, eran comparadas con las de Alejo Durán.

FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
Las notas del acordeón del juglar Sebastián Sarmiento, mejor conocido como ‘Chanera’, eran comparadas con las de Alejo Durán. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

Producto de las complicaciones que le dejó un derrame cerebral murió el juglar Sebastián Sarmiento, mejor conocido como ‘Chanera’, personaje insigne del corregimiento de Guaimaral, jurisdicción de Valledupar.

Él fue el primer rey del Festival del Carnero, realizado en 1991, y segundo rey de reyes de esta misma festividad, tenía 94 años y un amor marcado por el acordeón, ese instrumento con el que alegró cientos de parrandas y eventos folclóricos de la región.

Lee también: El duelo de ‘Chanera’, el primer rey de Guaimaral

A él se le colocó marcapaso hace dos a tres años, pero lo había manejado bien; todavía manejaba bicicleta, recorría las calles y tocaba su acordeón. Hace tres meses sufrió una recaída con un derrame cerebral, que lo dejó sin habla y sin tocar el acordeón a pesar de que siempre mantuvo su deseo de hacerlo; ese era el amor de él, incluso en ese estado acariciaba el instrumento, lo que no podía era ejecutarlo, pero su impulso natural lo llamaba hacia ese acto. Pese a las dificultades de salud siempre mantuvo su deseo por la música”, rememoró su nieto Víctor Hugo Álvarez.

Por sus complicaciones de salud estaba recluido en la Clínica Cardiovascular de Valledupar hace cerca de siete días y su deceso fue hoy al mediodía.

Fue velado la tarde en la funeraria Recordar y luego trasladado a su pueblo natal, Guaimaral. El sepelio será este martes, a las cuatro de la tarde, en la tierra que lo vio nacer.

Álvarez subraya: “Fue el mayor exponente de la música vallenata de acordeón de la región de Guaimaral, El Perro y Los Venados; su legado fue significativo en cuanto a los festivales de música tradicional. Hay mucho que resaltar de él; es una pérdida significativa, no solo en la familia. Me preocupa que no se ve dentro de la juventud un reemplazo hacia los juglares que nos están dejando, lo que es preocupante porque no se aprecia el relevo generacional en materia del folclor autóctono”.

Lee también: Con honores despidieron al rey vallenato ‘Beto’ Rada

El exconcejal Yesith Triana lo recuerda como: “Un señor creativo en la nota del acordeón, tenía una nota musical parecida a la de Alejandro Durán. Era uno de los únicos en el Cesar que lo marcaba muy bien; era muy amigable, cariñoso, familiar y parrandero. Casi hasta los 90 años manejó cicla, hecho que en el pueblo siempre admiraban. Es una perdida inmensa para el folclor del Cesar y para Guaimaral. Es una pena que no se le haya dado el valor que merecía en vida para que las nuevas generaciones tuvieran un recuerdo más vivo de él”.

POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]

El Vallenato
9 diciembre, 2019

Murió Sebastián ‘Chanera’ Sarmiento, primer rey de Guaimaral

El juglar del folclor vallenato, que tocaba acordeón y cantaba, fue el primer rey del Festival del Carnero, realizado en 1991, y segundo rey de reyes de esta misma festividad.


Las notas del acordeón del juglar Sebastián Sarmiento, mejor conocido como ‘Chanera’, eran comparadas con las de Alejo Durán.

FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
Las notas del acordeón del juglar Sebastián Sarmiento, mejor conocido como ‘Chanera’, eran comparadas con las de Alejo Durán. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

Producto de las complicaciones que le dejó un derrame cerebral murió el juglar Sebastián Sarmiento, mejor conocido como ‘Chanera’, personaje insigne del corregimiento de Guaimaral, jurisdicción de Valledupar.

Él fue el primer rey del Festival del Carnero, realizado en 1991, y segundo rey de reyes de esta misma festividad, tenía 94 años y un amor marcado por el acordeón, ese instrumento con el que alegró cientos de parrandas y eventos folclóricos de la región.

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A él se le colocó marcapaso hace dos a tres años, pero lo había manejado bien; todavía manejaba bicicleta, recorría las calles y tocaba su acordeón. Hace tres meses sufrió una recaída con un derrame cerebral, que lo dejó sin habla y sin tocar el acordeón a pesar de que siempre mantuvo su deseo de hacerlo; ese era el amor de él, incluso en ese estado acariciaba el instrumento, lo que no podía era ejecutarlo, pero su impulso natural lo llamaba hacia ese acto. Pese a las dificultades de salud siempre mantuvo su deseo por la música”, rememoró su nieto Víctor Hugo Álvarez.

Por sus complicaciones de salud estaba recluido en la Clínica Cardiovascular de Valledupar hace cerca de siete días y su deceso fue hoy al mediodía.

Fue velado la tarde en la funeraria Recordar y luego trasladado a su pueblo natal, Guaimaral. El sepelio será este martes, a las cuatro de la tarde, en la tierra que lo vio nacer.

Álvarez subraya: “Fue el mayor exponente de la música vallenata de acordeón de la región de Guaimaral, El Perro y Los Venados; su legado fue significativo en cuanto a los festivales de música tradicional. Hay mucho que resaltar de él; es una pérdida significativa, no solo en la familia. Me preocupa que no se ve dentro de la juventud un reemplazo hacia los juglares que nos están dejando, lo que es preocupante porque no se aprecia el relevo generacional en materia del folclor autóctono”.

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El exconcejal Yesith Triana lo recuerda como: “Un señor creativo en la nota del acordeón, tenía una nota musical parecida a la de Alejandro Durán. Era uno de los únicos en el Cesar que lo marcaba muy bien; era muy amigable, cariñoso, familiar y parrandero. Casi hasta los 90 años manejó cicla, hecho que en el pueblo siempre admiraban. Es una perdida inmensa para el folclor del Cesar y para Guaimaral. Es una pena que no se le haya dado el valor que merecía en vida para que las nuevas generaciones tuvieran un recuerdo más vivo de él”.

POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]