¿Cuantas cosas te han contado desde tu infancia sobre el espacio exterior? Probablemente muchas. Lo curioso es que la mayoría incluso son tomadas como verdades universales por la cultura popular. Sin embargo, gran parte de las cosas que se comentan sobre el mundo más allá de la Tierra no son ciertas. Esto lo aprendimos con […]
¿Cuantas cosas te han contado desde tu infancia sobre el espacio exterior? Probablemente muchas. Lo curioso es que la mayoría incluso son tomadas como verdades universales por la cultura popular. Sin embargo, gran parte de las cosas que se comentan sobre el mundo más allá de la Tierra no son ciertas.
Esto lo aprendimos con el astronauta retirado Chris Hadfield, que en un video se dedicó a desmontar los mitos más comunes que se dicen sobre el espacio exterior. Estos son algunos de los temas que aclaró:
Si, pero no. La verdad es que “quemarte” es solo una de las tantas cosas que le pueden pasar a un ser humano sin traje espacial en medio del espacio. Hadfield explica que en la sombra, la temperatura allí es de -156 grados centígrados. Pero la parte del espacio donde llega la luz solar puede tener en el mejor de los casos una temperatura de 120 grados.
El astronauta compara esta situación con estar sobre una cama de carbones ardientes con hielo seco en un lado de tu cuerpo. En un instante, los pulmones son absorbidos, la sangre comienza a hervir y sin la presión del aire, las burbujas empiezan a subir. “Simultáneamente te vas a congelar, hervir, quemar y no serás capaz de respirar“, explicó.
Este mito es más una cuestión de percepción que de realidad. El hecho es que en el espacio hay continuas y violentas explosiones, las cuales provienen del sol en su mayoría. Sin embargo, su sonido es imperceptible al oído humano. Esto pasa porque no hay nada en el espacio que transmita ese sonido hacia nuestro tímpano. El sonido existe, pero no somos capaces de percibirlo.
¿La parte interesante? Si, tu cuerpo se estira en el espacio cuando tienes ya alrededor de una semana allí. Esto sucede porque a la ausencia de gravedad, no hay peso que comprima el espacio entre cada vértebra, que es mayor en ese ambiente. Hadfield explica que en el espacio una persona puede alcanzar hasta cinco centímetros más de estatura. Sin embargo, no es irreversible. Al llegar a la Tierra, recuperas tu tamaño natural.
¿Cuantas cosas te han contado desde tu infancia sobre el espacio exterior? Probablemente muchas. Lo curioso es que la mayoría incluso son tomadas como verdades universales por la cultura popular. Sin embargo, gran parte de las cosas que se comentan sobre el mundo más allá de la Tierra no son ciertas. Esto lo aprendimos con […]
¿Cuantas cosas te han contado desde tu infancia sobre el espacio exterior? Probablemente muchas. Lo curioso es que la mayoría incluso son tomadas como verdades universales por la cultura popular. Sin embargo, gran parte de las cosas que se comentan sobre el mundo más allá de la Tierra no son ciertas.
Esto lo aprendimos con el astronauta retirado Chris Hadfield, que en un video se dedicó a desmontar los mitos más comunes que se dicen sobre el espacio exterior. Estos son algunos de los temas que aclaró:
Si, pero no. La verdad es que “quemarte” es solo una de las tantas cosas que le pueden pasar a un ser humano sin traje espacial en medio del espacio. Hadfield explica que en la sombra, la temperatura allí es de -156 grados centígrados. Pero la parte del espacio donde llega la luz solar puede tener en el mejor de los casos una temperatura de 120 grados.
El astronauta compara esta situación con estar sobre una cama de carbones ardientes con hielo seco en un lado de tu cuerpo. En un instante, los pulmones son absorbidos, la sangre comienza a hervir y sin la presión del aire, las burbujas empiezan a subir. “Simultáneamente te vas a congelar, hervir, quemar y no serás capaz de respirar“, explicó.
Este mito es más una cuestión de percepción que de realidad. El hecho es que en el espacio hay continuas y violentas explosiones, las cuales provienen del sol en su mayoría. Sin embargo, su sonido es imperceptible al oído humano. Esto pasa porque no hay nada en el espacio que transmita ese sonido hacia nuestro tímpano. El sonido existe, pero no somos capaces de percibirlo.
¿La parte interesante? Si, tu cuerpo se estira en el espacio cuando tienes ya alrededor de una semana allí. Esto sucede porque a la ausencia de gravedad, no hay peso que comprima el espacio entre cada vértebra, que es mayor en ese ambiente. Hadfield explica que en el espacio una persona puede alcanzar hasta cinco centímetros más de estatura. Sin embargo, no es irreversible. Al llegar a la Tierra, recuperas tu tamaño natural.