El pequeño Mateo Julián Amaris Fuentes, quien resultó quemado en un incendio en su lugar de residencia junto con su mamá, falleció la tarde del miércoles al perder la batalla frente a las heridas que tenía en gran parte de su cuerpo.

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El niño de ocho años se encontraba recluido en un centro asistencial desde el pasado 18 de septiembre, fecha en que se presentó un incendio estructural en su casa ubicada en la manzana 33 con casa 24 de la urbanización Villa Dariana, en Valledupar.

En el voraz incendio también quedó lesionada su progenitora, Tatiana Fuentes Romo, en distintas partes del cuerpo, por lo que ella permanece en una clínica bajo observación médica.

El accidente ocurrió en horas de la noche el pasado viernes, al parecer, por un corto circuito que generó una fuerte conflagración que consumió el 90 % de los objetos materiales, además de afectar la infraestructura de la vivienda.

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Entre los elementos afectados estaban dos motocicletas, un juego de sala, un mueble, un computador con mesa y silla, un sofá, un equipo de sonido, un espejo con marco; también un televisor, una peinadora, una cama, un colchón de un cuerpo, peluches, ropa, un ventilador, entre otros enseres.

Las llamas tuvieron que ser sofocadas por el Cuerpo Voluntarios de Bomberos de la ciudad.

“Al llegar al sitio estaba la sala de la vivienda en llamas, la cual se apagó con las máquinas y procedimos a refrescar la habitación y la cocina, quedó en 90 % con daño toda la vivienda. Los vecinos intentaron apagar con agua y arena a través de una ventana. Se perdieron todos los enseres y dos motocicletas”, indicó la autoridad bomberil el día del hecho.