Trece segundos contabilizados por una cámara de seguridad fue todo el tiempo que necesitó un ‘gatillero’ para acabar con la vida de Breyner David López Villero, de 39 años de edad, en la noche del pasado jueves.

El hombre estaba sentado en una silla Rimax color blanco, mirando su vehículo que estaba siendo limpiado por un joven del lavadero ubicado en la carrera 4 con calle 17 del barrio El Carmen, sur de Valledupar, cuando ráfagas de proyectiles de bala cayeron sobre su humanidad a la vista del público expectante.

El sujeto, que quedó registrado en video, pasó a pie por la mallas del lavadero, descargó el arma tipo revolver en cuatro oportunidades y posteriormente huyó del sitio, dejando solamente la víctima que se desplomó ante las cámara internas del lugar.

¡Ayúdenlo! ¡Voltéenlo para que no trague sangre! Eran los comentarios que gritaban desesperados los usuarios del lavadero y la comunidad de ese sector que arribó al sitio luego de enterarse de que un hombre había sido atacado a balas por un sicario.

Aunque intentaron montarlo en su camioneta Ford 150 de placa IZW- 654 para trasladarlo en un centro asistencial de la ciudad, López Villero falleció por la gravedad de las heridas en la región torácica.

¿Qué pasó? ¿Por qué lo mataron? Esos son los interrogantes que quedaron a cargo de detectives del CTI de la Fiscalía, quienes llegaron a la escena del crimen por un llamado de la Policía Nacional.

“De parte de Policía Nacional lo que hicimos ayer en el procedimiento fue una acción de primer respondiente donde el comandante del CAI Nevada que iba pasando en el momento posterior a los hechos atendió el caso y entregó la escena del crimen a funcionarios del CTI para que ya empiecen las labores de policía judicial”, informó el teniente coronel Freddy Delgado Cáceres, comandante operativo de Policía Cesar.

Su nombre no es ajeno a las noticias de la prensa. El 23 de noviembre del año 2017 sus familiares lo reportaron como desparecido e inclusive llegaron hablar de un supuesto secuestro.

“Esta persona manifestó un secuestro, un posible rapto que se presentó entre la vía La Paz – Manaure a lo cual después de una investigación no quedó muy esclarecido el modus operandi”, agregó el teniente coronel Delgado Cáceres.

Para la fecha, López Villero salió a las 9:00 p.m., desde Valledupar a bordo del vehículo con destino al municipio de Codazzi donde residen sus padres, pero desde ese momento sus familiares perdieron contacto con él, reportando el suceso y solo tres días después apareció solo en una estación de Policía.

Sin embargo, pese a esto este medio de comunicación conoció que la víctima no tenía ni un esquema de seguridad como guardaespaldas u otro brindado por el Estado.

LA INVESTIGACIÓN

Por este caso las autoridades abrieron una investigación en la que a la fecha no han podido determinar la veracidad del hecho.

El comandante de Policía Gaula, mayor Diego Becerra, comunicó que el caso aún es indagado como desaparición forzada.

“El caso figura como desaparición forzada en el spoa de la Fiscalía, ya que eso no fue un secuestro, ahí no hubo rescate porque él llegó a una estación de Policía por su propios medios. Al momento no se ha podido comprobar la ocurrencia o no existencia de los hechos”, informó el mayor Becerra.
La víctima, según la Policía Nacional, no tenía antecedentes judiciales aunque era visto como una persona conocida para el reconocido arquitecto Jaime Soto, quien fue asesinado el 20 de noviembre del año 2017 en carreteras del corregimiento Cañaveral del municipio de San Juan, La Guajira, esto teniendo en cuenta que Breyner David López Villero, tras ser raptado, manifestó a las autoridades que posiblemente su desaparición se debió a la muerte de Soto.

“El señor Breyner al ser abordado por el grupo Gaula para brindarles los primeros auxilios protocolarios manifiesta que en un lugar desconocido los sujetos realizan dos disparos al aire cerca de los oídos, y le dicen que es un sapo de Jaime Soto. Al preguntarle que vinculo tiene él con el arquitecto, este manifiesta que solo tenía con él una relación de negocios, que le había servido de intermediario para la compra de finca raíz, que era como su padre”, manifestó en noviembre del año 2017 el entonces encargado del Gaula Policía, el teniente Elmer Rojas.

No obstante, esta versión no ha sido confirmada por las autoridades como tampoco que su rapto haya existido o se haya presentado por grupos al margen de la ley.

De López Villero, natural de Codazzi, se conoció que era radiólogo y se dedicaba a labores relacionadas al comercio, además residía en el barrio La Castellana de Valledupar. Su cuerpo sin vida permanecía hasta el cierre de esta edición en Medicina Legal.

Por Marllelys Salinas M. / EL PILÓN
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