Después de dar dos pasos en falso en torneos puntuables para la Federación Internacional de Taekwondo, el vallenato Óscar Muñoz Oviedo se sacudió en México. 

En el desarrollo del Panamericano Abierto 2013 Internacional de Taekwondo, y el Panamericano Juvenil y de Cadetes que se llevó a cabo en el Centro de Congresos de la ciudad de Querétaro, México el medallista olímpico ganó, al igual que, Bryner López y Brynnis López, medalla de bronce. 

Los tres, integrantes de la Selección Colombia de Taekwondo, lograron la tripleta bronceada en la competencia que reunió a más de 2.500 deportistas de 25 países del mundo. Además, el equipo de Colombia logró el tercer lugar en la clasificación general del podio.

Según informó, el técnico de Colombia, Álvaro Vidal Martínez, el triunfo de Óscar “es una muestra de la escalonada mejoría de viene teniendo él desde que participó en los Juegos Olímpicos de Londres”, en donde obtuvo medalla de bronce para Colombia en la categoría de menos 58 kilogramos.

Muñoz Oviedo, quien había flaqueado en las anteriores participaciones de México y Argentina, que le entregaban puntos para subir en el ranking internacional, con miras a los Juegos Olímpicos de Brasil 2016, pudo tomar un aire y nuevamente en México se trepó en el cuadro de medallería, efecto que no pasaba desde el 8 de agosto de 2012 cuando alcanzó la gloria en Londres. 

Con el bronce en tierras mexicanas, el taekwondoga de 20 años sumó puntos en el ranking mundial, que fue actualizado correspondiente al mes de agosto del 2013, según lo reflejado por la World Taekwondo Federation, arrojando a Muñoz Oviedo en el puesto 14 con 75.40 puntos; el líder es Chen Yang Wei de China con 137.64 puntos, seguido por Taemoon Cha de Corea del Sur con un total de 135.00 puntos, y el tercero es Taehun Kim también de Corea del Sur con 120.00 puntos. 

Ahora, Óscar Muñoz seguirá el trabajo para llegar a los Olímpicos de Brasil del 5 al 7 de octubre, cuando se desplace a San José de Costa Rica para enfrentar el evento en un campeonato internacional.

Por Carlos Mario Jiménez
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