Luego de tres años de la inauguración del proyecto que prometió dignificar el deporte cesarense con un recinto de talla internacional y condiciones olímpicas, que sería cuna de futuros talentos del diamante y escenario donde se escribirían más capítulos de la historia del deporte local, la realidad se vislumbra muy distinta.
El antiguo estadio Erasmo Camacho se estaba cayendo a pedazos. Numerosas denuncias y llamados de ayuda a las administraciones locales lo demuestran. El recinto, víctima del clima, el vandalismo y el abandono, pedía una profunda remodelación. Al igual que su entorno, nada apacible para niños y adolescentes
Atrás habían quedado los tiempos en los que fue casa de grandes partidos de la ‘pelota caliente’ de talla nacional e internacional, y de haber servido de casa temporal para el Valledupar Fútbol Club, mientras se construía el nuevo estadio de fútbol, que llenó de color sus tribunas para recibir a grandes del fútbol colombiano como el América de Cali.
El nuevo Erasmo Camacho
En el año 2021, los casi 50 años de historia del estadio Erasmo Camacho Calamar fueron físicamente borrados, para dar espacio a la construcción de un nuevo y moderno estadio para que se convirtiría en una de las sedes de los Juegos Bolivarianos 2022, albergando más momentos gloriosos de la historia del deporte local.
Con un tiempo estimado de seis meses de construcción, una inversión que ascendió a $19.000 millones -según el DNP- y planes de convertirse en una de las piezas fundamentales del novedoso Centro de Alto Rendimiento de La Gota Fría.
El proyecto fue adjudicado al Consorcio Estadio 2022, para la construcción del escenario que en su nueva estructura comprende un área de 21.022 metros cuadrados, de los cuales 13.538 corresponden a una cancha natural con las dimensiones reglamentarias, graderías, batería de baños para hombres y mujeres, una sala de prensa para 20 personas, cuarto técnico, camerino de visitante para 30 jugadores, zona de enfermería y antidopaje con sus respectivos baños, sala de redacción con 10 puestos de transmisión, y en su cubierta unas graderías con un aforo para 950 espectadores.
Además, contó con una imponente escultura de un pitcher lanzando una pelota de béisbol con dirección al catcher. La escultura fue elaborada por el artista plástico Jorge Maestre, responsable también de obras icónicas como ‘La Sirena de Hurtado’, ‘Los Poporos’, ‘Los Músicos’, entre otras.
Juegos Bolivarianos Valledupar 2022
El nuevo diamante fue puesto en acción oficialmente por primera vez el 29 de junio de 2022 en los Juegos Bolivarianos de Valledupar 2022 al acoger la disciplina deportiva y viendo acción por primera vez el 29 de junio de 2022.
Aquella tarde de miércoles saltaron al terreno de juego los combinados de República Dominicana y Perú. Los centroamericanos estrenaron el diamante con una contundente victoria por 6 carreras a 0; la delegación colombiana debutó hasta el día siguiente también contra Perú, derrotando a los incas por 8 carreras a 0.
Los dominicanos mantuvieron su buen estado de forma a lo largo del torneo, ganando 5 partidos y únicamente cayendo en un solo juego, lo que los hizo merecedores de la medalla de oro, relegando a la selección colombiana a la medalla de plata. El podio fue completado por Venezuela.
El último partido del Bolivariano que acogió el estadio Erasmo Camacho tuvo como fecha el 5 de julio del 2022, y fue la apabullante victoria de Venezuela ante Colombia por 7 carreras a 1.
Posibilidad de un equipo profesional
Pese a que el futuro de ‘la pelota caliente’ a nivel local parecía brillante con el precedente que dejaron los Juegos Bolivarianos, la actualidad del estadio Erasmo Camacho Calamar dista mucho de lo que se esperaba.
La falta de un equipo de béisbol profesional en la ciudad también ha limitado el uso del escenario y reducido sus oportunidades para ser aprovechado por los amantes del deporte.
En el año 2023 hubo un acercamiento por parte del grupo colombo-estadounidense encargado de organizar y promover el béisbol colombiano, Team Rentería, propietarios del Leones Baseball Club de la Liga Colombiana de Béisbol Profesional. Entonces, EL PILÓN tituló “Valledupar , a un ‘toque’ de tener béisbol profesional: ¿qué falta?”.
El cuadro felino que a través de su historia ha hecho de local en varias ciudades del caribe colombiano, estuvo a punto de aterrizar en Valledupar de cara a la temporada 2024, llegando incluso a visitar el estadio Erasmo Camacho y dar muy buenas referencias del mismo, dadas a conocer por Jhon de Jesús Murillo, directivo del equipo.
“El interés que tenemos es fomentar el béisbol en el Cesar y traer el equipo profesional Los Leones… Hemos quedado sorprendidos, el estadio está muy bonito, el césped formidable, las instalaciones están muy bien hechas”, dijo Murillo.
Pero un experto deportivo dijo a EL PILÓN: “Sé que hubo algunas restricciones por parte de la Federación Suramericana de Béisbol, que es quien controla el torneo nacional de béisbol, y no permitieron el estadio, porque le hacía falta algunas cosas, los dugout (banca) no estaban en su puesto y esas cosas debían hacerse unos cambios en el ‘leftfield’ (jardín izquierdo). También hay exigencias, sobre todo de la MLB para la realización de esos eventos, hubo esas conversaciones y finalmente llegaron a nada”. Las condiciones de la Major League Baseball, MLB, son las que se establecen en la liga de los Estados Unidos y guían el profesionalismo en el béisbol mundial.
EL PILÓN el año pasado preguntó de tal posibilidad a propietarios de Caimanes, el buen equipo profesional de la capital del Atlántico, y de otros equipos, y agregaron que había el escollo del número de asistentes que podían entrar, pues las sillas albergando los 950 espectadores actuales sería insuficiente. Se requiere del nivel de 2.500 o más.
“Lo otro es poder comprar las ficha, con alrededor de $1.200 millones, pero todo depende de si esa ficha está funcionando o está quieta y entonces hacer la activación en la federación”. También se ha mencionado que se podría ser flexible con las condiciones MLB del Estadio pero se debería cumplir mínimo con las exigencias de la División Profesional del Béisbol Colombiano, Diprobéisbol.
Con todo, la llegada del equipo profesional se quedó en un sueño que no pudo cumplirse, a diferencia del fútbol, que, en 2024, vio la llegada de Alianza a tierras vallenatas, que a falta de canchas en condiciones para las prácticas y entrenamientos de fútbol profesional -y el escaso uso del estadio Erasmo Camacho para la práctica y competencias del béisbol-, emplearon sus instalaciones para poner a punto al plantel, tal como lo reconoció el exentrenador ‘aliancista’ y actual entrenador de la Selección Colombia Sub-20, César Torres. “Valledupar, siendo una gran ciudad, creo que logística y estructuralmente todavía no estaba lista para recibirnos. Hoy el estadio (de fútbol) está en buenas condiciones, pero sigue padeciendo por las canchas de entrenamiento, los camerinos y otro tipo de cosas”, dijo Torres en su momento.
Decepcionante estado
Actualmente, el recinto beisbolístico, visitado y filmado en la visita de EL PILÓN, es usado para entrenamientos de categorías infantiles, algunas veces a la semana, lejos del profesionalismo que alguna vez se propuso. El Departamento Nacional de Planeación a través de la Unidad de seguimiento a la inversión de regalías, después de una visita en agosto pasado, declaró incumplimiento de la Gobernación del Cesar mediante la resolución 177 de 2024 y ordenó la suspensión de pagos pendientes de $61 millones del giro nacional y declaró que el estadio no tenía ni energía ni agua ni estaba en funcionamiento eficaz y eficiente. Ante el recurso interpuesto de la gobernación se programó una visita a sus instalaciones en Valledupar.
En el año 2025 el escenario se ha dedicado a acumular polvo en sus tribunas, y lo que fue un verde pasto lleno de vida y talento ahora es un ‘peladero’ de un color amarillo reseco, el estadio lleno de historia hoy en día solo se convirtió en un almacén de recuerdos y anécdotas, incapaz de colorear nuevos momentos en el diamante de la llamada pelota caliente. Una prueba más de que no se trata de tener solo escenarios sino de que hay que vigorizar las prácticas y campeonatos, desarrollar formación y públicos para practicar, amar y ver los espectáculos deportivos en los escenarios que nos dejaron los Juegos Bolivarianos.
Por: Alfredo José García Betancourt, Betan
