Cinco concursantes decoraron sus inmuebles con elementos alusivos al Festival de la Leyenda Vallenata y al patrimonio cultural de la ciudad.
Adornados con elementos que integran el folclor vallenato como el acordeón, guacharaca, caja, pilones, árboles de cañaguate, personajes y la parranda, se llevó a cabo el concurso de la Casa Festivalera en el marco de la versión 52 del Festival de la Leyenda Vallenata, en el que la ganadora fue Aideth Mendoza Guerra del barrio San Joaquín.
Mendoza Guerra, quien anteriormente había obtenido el segundo puesto en dos oportunidades, este año logró quedarse con el primer lugar obteniendo la máxima calificación por parte de los jurados.
“Estoy trabajando desde enero para ganar el primer lugar en este concurso. Esto es algo que me gusta, prácticamente lo que ven aquí fue hecho con mis propias manos y hoy estoy vestida para hacerle conmemoración a la Virgen del Rosario, por eso mi atuendo es en honor a las indígenas de la leyenda vallenata”, expresó.
Su casa fue una de las más coloridas y creativas, en su terraza muñecos de trapo personificaban a las mujeres cuando planchaban con planchas de carbón, otras pilaban el maíz con rollos en la cabeza y también estaban sentadas en los catres que eran las camas donde dormían en antaño. Además, había un corral con la simulación de animales bovinos, una escultura de la sirena de Hurtado, instrumentos musicales, árboles de cañaguate, fogones de leña y un homenaje a la pilonera mayor, Consuelo Araujonoguera.
El segundo lugar fue para Nelly María Arias Zuleta del barrio Los Músicos, quien había obtenido el primer puesto el año pasado. En esta oportunidad, mostró cómo eran las tiendas anteriormente, fue así como recreó ‘Las Cumbres’, la popular tienda del barrio Cañaguate de Valledupar. Igualmente, mostraron como eran las cocinas de antes, la forma en las que las personas lavaban la ropa y las sábanas de las camas hechas con retazos de tela por las abuelas.
Al momento de realizar la presentación de su casa, Arias Zuleta estalló en llanto al recordar a sus abuelos y padres. “Estoy muy emocionada, hasta me han dado ganas de llorar. Esto es algo que hago para resaltar mis tradiciones y cultura, es algo que me hace recordar a mis abuelos”, mencionó.
El tercer lugar fue para Luz Marina Díaz Núñez del barrio el Obrero, en el centro de Valledupar. Su casa estaba decorada con un carro antiguo, trinitarias, piloneros, en el frente cocinaban un sancocho en fogones de leña y la mesa estaba servida con platos típicos y dulces de la región.
“Tengo cinco años de estar concursando, algunas veces he ganado pero no he reclamado el premio. Lo hago como forma de agradecimiento con Valledupar por resaltar su cultura, donde llegué hace más de 30 años y donde he podido sacar adelante a mis hijos”, expresó Díaz Núñez.
Otra de las concursantes fue Ledys Bermúdez Caballero, por primera vez participaba en el concurso y quien indicó que decidió decorar su casa para enseñarle a los turistas, que año tras año la visitan, apartes de las tradiciones y costumbres que se vivían en el viejo Valledupar cuando las abuelas se levantaban en la madrugada a pilar el maíz para preparar los alimentos que iban a consumir durante el día.
“Estoy participando porque a mi casa viene mucha gente de México, Estados Unidos, Venezuela, Bucaramanga, Cúcuta, entre otras ciudades de Colombia. Cada vez que llegan y me ven vestida de pilonera me preguntan el significado de baile del pilón”, puntualizó.
Bermúdez y su familia lucieron vestidos de piloneras, su casa estaba decorada con sombreros, fogón de leña, vajillas de peltre, árboles de cañaguates y un mural con fotografías de personajes y juglares del folclor vallenato como Julio Salas, Consuelo Araujonoguera, ‘Colacho’ Mendoza, Gabriel García Márquez, Cecilia ‘La Polla’ Monsalvo, entre otros.
Jorge Luis Cuello, otro de los participantes, decoró su casa haciendo referencia a la dinastía de Diomedes Díaz. En su terraza había un mural con fotografías del ‘Cacique’ de la Junta, así como acordeones restauradas, la casa en el aire y la parranda vallenata.
Por: Carmen Lucía Mendoza Cuello/El Pilón
Cinco concursantes decoraron sus inmuebles con elementos alusivos al Festival de la Leyenda Vallenata y al patrimonio cultural de la ciudad.
Adornados con elementos que integran el folclor vallenato como el acordeón, guacharaca, caja, pilones, árboles de cañaguate, personajes y la parranda, se llevó a cabo el concurso de la Casa Festivalera en el marco de la versión 52 del Festival de la Leyenda Vallenata, en el que la ganadora fue Aideth Mendoza Guerra del barrio San Joaquín.
Mendoza Guerra, quien anteriormente había obtenido el segundo puesto en dos oportunidades, este año logró quedarse con el primer lugar obteniendo la máxima calificación por parte de los jurados.
“Estoy trabajando desde enero para ganar el primer lugar en este concurso. Esto es algo que me gusta, prácticamente lo que ven aquí fue hecho con mis propias manos y hoy estoy vestida para hacerle conmemoración a la Virgen del Rosario, por eso mi atuendo es en honor a las indígenas de la leyenda vallenata”, expresó.
Su casa fue una de las más coloridas y creativas, en su terraza muñecos de trapo personificaban a las mujeres cuando planchaban con planchas de carbón, otras pilaban el maíz con rollos en la cabeza y también estaban sentadas en los catres que eran las camas donde dormían en antaño. Además, había un corral con la simulación de animales bovinos, una escultura de la sirena de Hurtado, instrumentos musicales, árboles de cañaguate, fogones de leña y un homenaje a la pilonera mayor, Consuelo Araujonoguera.
El segundo lugar fue para Nelly María Arias Zuleta del barrio Los Músicos, quien había obtenido el primer puesto el año pasado. En esta oportunidad, mostró cómo eran las tiendas anteriormente, fue así como recreó ‘Las Cumbres’, la popular tienda del barrio Cañaguate de Valledupar. Igualmente, mostraron como eran las cocinas de antes, la forma en las que las personas lavaban la ropa y las sábanas de las camas hechas con retazos de tela por las abuelas.
Al momento de realizar la presentación de su casa, Arias Zuleta estalló en llanto al recordar a sus abuelos y padres. “Estoy muy emocionada, hasta me han dado ganas de llorar. Esto es algo que hago para resaltar mis tradiciones y cultura, es algo que me hace recordar a mis abuelos”, mencionó.
El tercer lugar fue para Luz Marina Díaz Núñez del barrio el Obrero, en el centro de Valledupar. Su casa estaba decorada con un carro antiguo, trinitarias, piloneros, en el frente cocinaban un sancocho en fogones de leña y la mesa estaba servida con platos típicos y dulces de la región.
“Tengo cinco años de estar concursando, algunas veces he ganado pero no he reclamado el premio. Lo hago como forma de agradecimiento con Valledupar por resaltar su cultura, donde llegué hace más de 30 años y donde he podido sacar adelante a mis hijos”, expresó Díaz Núñez.
Otra de las concursantes fue Ledys Bermúdez Caballero, por primera vez participaba en el concurso y quien indicó que decidió decorar su casa para enseñarle a los turistas, que año tras año la visitan, apartes de las tradiciones y costumbres que se vivían en el viejo Valledupar cuando las abuelas se levantaban en la madrugada a pilar el maíz para preparar los alimentos que iban a consumir durante el día.
“Estoy participando porque a mi casa viene mucha gente de México, Estados Unidos, Venezuela, Bucaramanga, Cúcuta, entre otras ciudades de Colombia. Cada vez que llegan y me ven vestida de pilonera me preguntan el significado de baile del pilón”, puntualizó.
Bermúdez y su familia lucieron vestidos de piloneras, su casa estaba decorada con sombreros, fogón de leña, vajillas de peltre, árboles de cañaguates y un mural con fotografías de personajes y juglares del folclor vallenato como Julio Salas, Consuelo Araujonoguera, ‘Colacho’ Mendoza, Gabriel García Márquez, Cecilia ‘La Polla’ Monsalvo, entre otros.
Jorge Luis Cuello, otro de los participantes, decoró su casa haciendo referencia a la dinastía de Diomedes Díaz. En su terraza había un mural con fotografías del ‘Cacique’ de la Junta, así como acordeones restauradas, la casa en el aire y la parranda vallenata.
Por: Carmen Lucía Mendoza Cuello/El Pilón