Las viviendas eran de palma, por lo que, al presentarse el siniestro, el fuego se propagó fácilmente por las casas.
Carlos Liñán, exsecretario de la Oficina de Cultura de Valledupar, compartió en sus redes sociales la historia de cuanto las viviendas del barrio Cañahuate de la ciudad se quemaron.
De acuerdo con su relato, mediante un hilo de Twitter, en la época en la que ocurrieron los hechos solo existían dos barrios en la capital del Cesar: Cañahuate y el Cerezo. “La ciudad no contaba con acueducto ni luz eléctrica”, mencionó.
Del mismo modo, señaló que las viviendas eran de palma, por lo que, al presentarse el siniestro, el fuego se propagó fácilmente por las casas.
De acuerdo con Liñán, en este barrio afectado vivía Martina ‘Tina’ Camarillo, “una mujer muy católica que se ganaba la vida lavando ropa en el río y planchandola con plancha de carbón o leña”.
La verdad absoluta del caso se desconoce, de hecho, hay dos versiones que según, dieron inicio al incendio: “Unos dicen que aquel 29 de junio de 1937 ‘Tina’ encendió una vela a San Pedro y San Pablo como acostumbraba, se fue al río a lavar una ropa y cuando regresó su casa estaba envuelta en llamas y desde allí se incendiaron las demás casas”, contó el exfuncionario.
La otra versión se basa en que ‘Tina’ encendió la leña para calentar la plancha y por la brisa una chispa cayó en el techo de su casa que se incendió.
“Me contó Carmen Magola Galindo, una anciana cañahuatera de 90 años, que eso fue horrible. Todo era humo y candela. Ella tendría 6 o 7 años y recuerda que a todos los niños los reunieron en una casa segura”, finalizó el resto.
Las viviendas eran de palma, por lo que, al presentarse el siniestro, el fuego se propagó fácilmente por las casas.
Carlos Liñán, exsecretario de la Oficina de Cultura de Valledupar, compartió en sus redes sociales la historia de cuanto las viviendas del barrio Cañahuate de la ciudad se quemaron.
De acuerdo con su relato, mediante un hilo de Twitter, en la época en la que ocurrieron los hechos solo existían dos barrios en la capital del Cesar: Cañahuate y el Cerezo. “La ciudad no contaba con acueducto ni luz eléctrica”, mencionó.
Del mismo modo, señaló que las viviendas eran de palma, por lo que, al presentarse el siniestro, el fuego se propagó fácilmente por las casas.
De acuerdo con Liñán, en este barrio afectado vivía Martina ‘Tina’ Camarillo, “una mujer muy católica que se ganaba la vida lavando ropa en el río y planchandola con plancha de carbón o leña”.
La verdad absoluta del caso se desconoce, de hecho, hay dos versiones que según, dieron inicio al incendio: “Unos dicen que aquel 29 de junio de 1937 ‘Tina’ encendió una vela a San Pedro y San Pablo como acostumbraba, se fue al río a lavar una ropa y cuando regresó su casa estaba envuelta en llamas y desde allí se incendiaron las demás casas”, contó el exfuncionario.
La otra versión se basa en que ‘Tina’ encendió la leña para calentar la plancha y por la brisa una chispa cayó en el techo de su casa que se incendió.
“Me contó Carmen Magola Galindo, una anciana cañahuatera de 90 años, que eso fue horrible. Todo era humo y candela. Ella tendría 6 o 7 años y recuerda que a todos los niños los reunieron en una casa segura”, finalizó el resto.