Además de la familia, para la construcción de un futbolista profesional son claves los entrenadores, por eso, es necesario que los tutores de los semilleros sean personas con valores y que promuevan la disciplina.
Por tradición, Valledupar se ha destacado en la formación de jugadores que saltan al futbol profesional luego de un largo camino por escuelas inferiores, encargadas de buscar y capacitar jóvenes vallenatos con potencial para el fútbol.
El instructor José Aramendiz, quien fundó la escuela Club Deportiva Gaviotas, reconoce que ha ejercido esta profesión por la pasión al fútbol.
“El futbolista vallenato es introvertido y dedicado a lo que hace, persiste siempre en hacer lo correcto y conquistar muchas cosas. Los semilleros sacrifican todo por lo que aman; se preparan para la vida, para ser un buen deportista. Es muy importante tener el apoyo de la familia, porque la formación comienza desde casa para que el jugador sienta el cariño; así triunfar se le hace más fácil”, comentó el profesor José Aramendiz.
Además de la familia, para la construcción de un futbolista profesional son claves los entrenadores, por eso, es necesario que los tutores de los semilleros sean personas con valores y que promuevan la disciplina, por ejemplo, respetando las horas de descanso, agrega el entrenador.
La cantera vallenata ha sido reconocida por la formación de jugadores que saltan al fútbol profesional, tales como Jorge Arias, actual jugador del Olimpia de Paraguay, pilar en la saga defensiva del equipo. Antes, Arias estuvo en el Junior de Barranquilla donde demostró ser un hombre disciplinado, correcto a sus convicciones y a su idea de juego.
Como Arias, otro ícono local es Farid Díaz, multiganador con Atlético Nacional y campeón de la Copa Libertadores.
Farid se consolidó como uno de los mejores laterales de la historia del equipo verde de Antioquia por su garra y su determinación en el juego, además de sus habilidades en el ataque. Actualmente milita en el Nacional de la primera división del futbol paraguayo.
También podemos destacar a Hugo Arrieta, el máximo goleador del Valledupar FC y el segundo máximo goleador de la segunda categoría del futbol colombiano. Y por último, buscando un espacio en el viejo continente, podemos destacar al joven Juan Camilo Becerra, actual jugador del Cornella de la tercera división del futbol español.
Becerra es el nuevo foco de atención con tan solo 22 años. Su fortaleza física y agilidad le ha permitido destacarse en el país ibérico.
Como ellos, miles de niños y jóvenes en Valledupar entrenan todos los días en las canchas sintéticas y de tierra de la ciudad con el sueño de llegar al fútbol profesional y seguramente portar la camiseta de la Selección Colombia.
Por Rodrigo José Morón
Además de la familia, para la construcción de un futbolista profesional son claves los entrenadores, por eso, es necesario que los tutores de los semilleros sean personas con valores y que promuevan la disciplina.
Por tradición, Valledupar se ha destacado en la formación de jugadores que saltan al futbol profesional luego de un largo camino por escuelas inferiores, encargadas de buscar y capacitar jóvenes vallenatos con potencial para el fútbol.
El instructor José Aramendiz, quien fundó la escuela Club Deportiva Gaviotas, reconoce que ha ejercido esta profesión por la pasión al fútbol.
“El futbolista vallenato es introvertido y dedicado a lo que hace, persiste siempre en hacer lo correcto y conquistar muchas cosas. Los semilleros sacrifican todo por lo que aman; se preparan para la vida, para ser un buen deportista. Es muy importante tener el apoyo de la familia, porque la formación comienza desde casa para que el jugador sienta el cariño; así triunfar se le hace más fácil”, comentó el profesor José Aramendiz.
Además de la familia, para la construcción de un futbolista profesional son claves los entrenadores, por eso, es necesario que los tutores de los semilleros sean personas con valores y que promuevan la disciplina, por ejemplo, respetando las horas de descanso, agrega el entrenador.
La cantera vallenata ha sido reconocida por la formación de jugadores que saltan al fútbol profesional, tales como Jorge Arias, actual jugador del Olimpia de Paraguay, pilar en la saga defensiva del equipo. Antes, Arias estuvo en el Junior de Barranquilla donde demostró ser un hombre disciplinado, correcto a sus convicciones y a su idea de juego.
Como Arias, otro ícono local es Farid Díaz, multiganador con Atlético Nacional y campeón de la Copa Libertadores.
Farid se consolidó como uno de los mejores laterales de la historia del equipo verde de Antioquia por su garra y su determinación en el juego, además de sus habilidades en el ataque. Actualmente milita en el Nacional de la primera división del futbol paraguayo.
También podemos destacar a Hugo Arrieta, el máximo goleador del Valledupar FC y el segundo máximo goleador de la segunda categoría del futbol colombiano. Y por último, buscando un espacio en el viejo continente, podemos destacar al joven Juan Camilo Becerra, actual jugador del Cornella de la tercera división del futbol español.
Becerra es el nuevo foco de atención con tan solo 22 años. Su fortaleza física y agilidad le ha permitido destacarse en el país ibérico.
Como ellos, miles de niños y jóvenes en Valledupar entrenan todos los días en las canchas sintéticas y de tierra de la ciudad con el sueño de llegar al fútbol profesional y seguramente portar la camiseta de la Selección Colombia.
Por Rodrigo José Morón