Tras posesionarse en su cargo como rector de la Universidad de Cartagena, el cesarense William Malkún Castillejo habló de su infancia y los logros que lo llevaron a convertirse en el rector más joven que llega a dirigir este claustro universitario.
Desde que el cesarense William Malkún Castillejo llegó a la ciudad de Cartagena de Indias lo hizo para quedarse. En el año 1996, cuando arribó a La Heroica inició un recorrido que estuvo ligado a esta tierra que lo ayudó a materializar su proyecto de vida.
Un año después, ingresó a la Universidad de Cartagena para estudiar la carrera de Historia y 25 años después se convirtió en el nuevo rector de esta Alma Mater.
Con tan solo 47 años, Malkún Castillejo se convierte en el rector más joven de la historia de la Universidad de Cartagena, para el periodo 2022-2026.
EL PILÓN habló con el historiador cesarense para conocer sobre los hechos más relevantes de su infancia en el Cesar y sus logros académicos y labores.
“Yo nací realmente en el corregimiento que para los años 70 todavía pertenecía a Chiriguaná, que se llama La Loma, en Cesar. Pero, mi infancia se vio envuelta en que mi familia se desplazó a Codazzi donde reside mi mamá actualmente, a Santa Marta donde se mudaron mis abuelos maternos y, Chiriguaná significaba para mí épocas de vacaciones. Algo que también es importante es que yo soy bachiller del colegio nacional Agustín Codazzi, donde me destaqué por ser el mejor bachiller en el año 1993”.
En Chiriguaná vive toda mi familia paterna. Mi papá es un ganadero de la región, muy reconocido en el pueblo. Por lo tanto, son temas que recuerdo con afecto porque siempre en esas épocas de Semana Santa, mitad de año e incluso parte de los diciembres que íbamos me encontraba con primos y recuerdo muchos paseos que se hacían a fincas, a orillas de río, comiendo bocachico.
Pero el recuerdo que tengo grabado en mi memoria fueron en el colegio Agustín Codazzi, donde me destaqué por mi liderazgo estudiantil, uno de ellos, fue en la época del apagón que sufrió Colombia en el gobierno de Gaviria, porque para ese entonces el colegio era de tres jornadas y la jornada de la noche se vio comprometida a que se cerrara y el colegio tenía una planta que le hacían falta unos repuestos pero no había el recursos para hacerlo, los estudiantes organizamos un paro, y logramos que la planta se arreglara y pudiera el colegio funcionar.
“Yo fui el mejor bachiller en mi promoción en las pruebas del estado en Codazzi, este mérito académico me permitió hacer como especie de una negociación con mi papá y me fui a estudiar Ingeniería Industrial a Bogotá, pero por cosas de la vida y por factores familiares, no pude culminar la carrera y quedé varado en Bogotá se puede decir que a mitad de carrera. Allí unos amigos me propusieron ir a Cartagena y así empezó mi odisea. Yo llego a la Universidad de Cartagena con el pretexto de estudiar derecho, pero en el examen de admisión no logré pasar, luego me llamaron para que escogiera uno de los cupos sobrantes, en esa época se ofertaban para la disciplina de las ciencias sociales, historia, filosofía, matemáticas, y me incliné por el área de historia, porque si me iba a enfocar por la docencia quería enseñarle algo agradable a los estudiantes. Y así fueron mis inicios en la Universidad de Cartagena, a partir del año 1997”.
Lo que me llevó a estudiar historia no fue una elección propia porque yo era muy bueno en los números. Así que historia fue cuestión del destino y del azar que, posteriormente me atrapó, y ese vínculo hace que desde el momento en que empecé a estudiar hasta hoy, que soy rector, no me he despegado ni un segundo de la Universidad de Cartagena.
“Yo recibo la Universidad de Cartagena con unos altos estándares de calidad. Es una universidad acreditada nacionalmente y recientemente acreditada internacionalmente, pero tenemos una universidad que se ha distanciado internamente, por lo tanto, uno de los motivos que persigo como rector es volver a unificar los estamentos universitarios para darle solución a muchos de los problemas que aquejan a la ciudad de Cartagena y prácticamente al departamento. Creo que ese es el motivo fundamental porque como universidad nos hemos distanciado un poco de la realidad social en la que vive la ciudad, es decir, podemos expresar que la universidad va avanzando con fortaleza, pero la ciudad se ha quedado todavía en el desorden social y administrativo en la que se encuentra”.
“Un factor principal que me llevó a recibir el apoyo de la comunidad udeceista es que he estado en casi todas las modalidades en la Universidad de Cartagena. En mi época de estudiante fui presidente del Consejo Estudiantil de la Facultad de Ciencias Humanas, luego cuando me gradué me hicieron una propuesta para construir el centro de documentación de la Facultad de Ciencias Humanas, posteriormente hice la maestría en historia, por eso, soy magister en historia de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, de Tunja, que me dio la posibilidad de ser docente de planta de la Universidad de Cartagena, por ende, conozco muy bien la universidad lo que dio base para que los estamentos me respaldaran masivamente”.
“El proceso de elección fue un poco duro. Aunque la Universidad de Cartagena tiene una fortaleza distinta a otras universidades en el país, incluso en el Caribe colombiano y es que para que ser rector de la universidad se necesita como requisito indispensable ser docente de planta, cumpliendo con unas características y esto hace que los procesos se realicen de manera interna sin la permeabilización de los factores políticos externos, pero todavía hay unos vestigios de esos intereses políticos y hay docentes que se mueven en esa línea”.
“El mensaje que le envío a la juventud de Chiriguaná y de Agustín Codazzi es que con disciplina, dedicación y empeño se pueden lograr metas. Realmente cuando llegué a Cartagena un poco derrotado por mi aventura en Bogotá me refugié en el estudio, me refugié en hacer las cosas bien porque era la única alternativa que encontraba para salir adelante y, eso ha tenido sus frutos, fueron años de sacrificio, de estudio y hoy con orgullo puedo decirles a los estudiantes que la educación superior es el único elemento que dinamiza a la sociedad porque es solamente con estudio que se puede aspirar a una mejor condición de vida y unos mejores ingresos que te permiten sostenerte a ti y a tu familia”.
KAREN LILIANA PÉREZ / EL PILÓN
@karenperezcol
Tras posesionarse en su cargo como rector de la Universidad de Cartagena, el cesarense William Malkún Castillejo habló de su infancia y los logros que lo llevaron a convertirse en el rector más joven que llega a dirigir este claustro universitario.
Desde que el cesarense William Malkún Castillejo llegó a la ciudad de Cartagena de Indias lo hizo para quedarse. En el año 1996, cuando arribó a La Heroica inició un recorrido que estuvo ligado a esta tierra que lo ayudó a materializar su proyecto de vida.
Un año después, ingresó a la Universidad de Cartagena para estudiar la carrera de Historia y 25 años después se convirtió en el nuevo rector de esta Alma Mater.
Con tan solo 47 años, Malkún Castillejo se convierte en el rector más joven de la historia de la Universidad de Cartagena, para el periodo 2022-2026.
EL PILÓN habló con el historiador cesarense para conocer sobre los hechos más relevantes de su infancia en el Cesar y sus logros académicos y labores.
“Yo nací realmente en el corregimiento que para los años 70 todavía pertenecía a Chiriguaná, que se llama La Loma, en Cesar. Pero, mi infancia se vio envuelta en que mi familia se desplazó a Codazzi donde reside mi mamá actualmente, a Santa Marta donde se mudaron mis abuelos maternos y, Chiriguaná significaba para mí épocas de vacaciones. Algo que también es importante es que yo soy bachiller del colegio nacional Agustín Codazzi, donde me destaqué por ser el mejor bachiller en el año 1993”.
En Chiriguaná vive toda mi familia paterna. Mi papá es un ganadero de la región, muy reconocido en el pueblo. Por lo tanto, son temas que recuerdo con afecto porque siempre en esas épocas de Semana Santa, mitad de año e incluso parte de los diciembres que íbamos me encontraba con primos y recuerdo muchos paseos que se hacían a fincas, a orillas de río, comiendo bocachico.
Pero el recuerdo que tengo grabado en mi memoria fueron en el colegio Agustín Codazzi, donde me destaqué por mi liderazgo estudiantil, uno de ellos, fue en la época del apagón que sufrió Colombia en el gobierno de Gaviria, porque para ese entonces el colegio era de tres jornadas y la jornada de la noche se vio comprometida a que se cerrara y el colegio tenía una planta que le hacían falta unos repuestos pero no había el recursos para hacerlo, los estudiantes organizamos un paro, y logramos que la planta se arreglara y pudiera el colegio funcionar.
“Yo fui el mejor bachiller en mi promoción en las pruebas del estado en Codazzi, este mérito académico me permitió hacer como especie de una negociación con mi papá y me fui a estudiar Ingeniería Industrial a Bogotá, pero por cosas de la vida y por factores familiares, no pude culminar la carrera y quedé varado en Bogotá se puede decir que a mitad de carrera. Allí unos amigos me propusieron ir a Cartagena y así empezó mi odisea. Yo llego a la Universidad de Cartagena con el pretexto de estudiar derecho, pero en el examen de admisión no logré pasar, luego me llamaron para que escogiera uno de los cupos sobrantes, en esa época se ofertaban para la disciplina de las ciencias sociales, historia, filosofía, matemáticas, y me incliné por el área de historia, porque si me iba a enfocar por la docencia quería enseñarle algo agradable a los estudiantes. Y así fueron mis inicios en la Universidad de Cartagena, a partir del año 1997”.
Lo que me llevó a estudiar historia no fue una elección propia porque yo era muy bueno en los números. Así que historia fue cuestión del destino y del azar que, posteriormente me atrapó, y ese vínculo hace que desde el momento en que empecé a estudiar hasta hoy, que soy rector, no me he despegado ni un segundo de la Universidad de Cartagena.
“Yo recibo la Universidad de Cartagena con unos altos estándares de calidad. Es una universidad acreditada nacionalmente y recientemente acreditada internacionalmente, pero tenemos una universidad que se ha distanciado internamente, por lo tanto, uno de los motivos que persigo como rector es volver a unificar los estamentos universitarios para darle solución a muchos de los problemas que aquejan a la ciudad de Cartagena y prácticamente al departamento. Creo que ese es el motivo fundamental porque como universidad nos hemos distanciado un poco de la realidad social en la que vive la ciudad, es decir, podemos expresar que la universidad va avanzando con fortaleza, pero la ciudad se ha quedado todavía en el desorden social y administrativo en la que se encuentra”.
“Un factor principal que me llevó a recibir el apoyo de la comunidad udeceista es que he estado en casi todas las modalidades en la Universidad de Cartagena. En mi época de estudiante fui presidente del Consejo Estudiantil de la Facultad de Ciencias Humanas, luego cuando me gradué me hicieron una propuesta para construir el centro de documentación de la Facultad de Ciencias Humanas, posteriormente hice la maestría en historia, por eso, soy magister en historia de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, de Tunja, que me dio la posibilidad de ser docente de planta de la Universidad de Cartagena, por ende, conozco muy bien la universidad lo que dio base para que los estamentos me respaldaran masivamente”.
“El proceso de elección fue un poco duro. Aunque la Universidad de Cartagena tiene una fortaleza distinta a otras universidades en el país, incluso en el Caribe colombiano y es que para que ser rector de la universidad se necesita como requisito indispensable ser docente de planta, cumpliendo con unas características y esto hace que los procesos se realicen de manera interna sin la permeabilización de los factores políticos externos, pero todavía hay unos vestigios de esos intereses políticos y hay docentes que se mueven en esa línea”.
“El mensaje que le envío a la juventud de Chiriguaná y de Agustín Codazzi es que con disciplina, dedicación y empeño se pueden lograr metas. Realmente cuando llegué a Cartagena un poco derrotado por mi aventura en Bogotá me refugié en el estudio, me refugié en hacer las cosas bien porque era la única alternativa que encontraba para salir adelante y, eso ha tenido sus frutos, fueron años de sacrificio, de estudio y hoy con orgullo puedo decirles a los estudiantes que la educación superior es el único elemento que dinamiza a la sociedad porque es solamente con estudio que se puede aspirar a una mejor condición de vida y unos mejores ingresos que te permiten sostenerte a ti y a tu familia”.
KAREN LILIANA PÉREZ / EL PILÓN
@karenperezcol