La parte de atrás de la subestación eléctrica de Transelca fue convertida en un basurero a cielo abierto, porque poco a poco, personas falta de civismo, en especial algunos carromuleros, tomaron este sitio para arrojar basuras.
La parte de atrás de la subestación eléctrica de Transelca fue convertida en un basurero a cielo abierto, porque poco a poco, personas falta de civismo, en especial algunos carromuleros, tomaron este sitio para arrojar basuras, animales muertos, podas, desechos, escombros y demás inservibles.
Los más afectados con esta situación, son los residentes en el barrio El Limonar debido a que les toca soportar la proliferación de plagas que se generan en este lugar y además los roedores y serpientes que se meten a las viviendas vecinas.
Los moradores perjudicados con esta situación, han tratado de impedir que desconocidos arrojen los desechos en el lote, pero algunos carromuleros hacen caso omiso a la advertencia y por el contrario amenazan de muerte a quienes les hacen el llamado de atención.
De acuerdo con la comunidad, varios de los vecinos han sido víctimas de agresiones verbales y sentenciados a muerte, porque con un machete en mano los encaran y les manifiestan que no sean ‘sapos’, que ellos no son los dueños de ese lote y que ellos botan la basura donde les dé la gana, afirman los afectados.
Una de las preocupaciones de los habitantes del sector, es que esas personas falta de civismo no se conforman con arrojar los inservibles en el lote, sino que les echan candela, produciéndose calentamiento y humo que trata de asfixiarlos.
Ante esta situación de contaminación ambiental y de paso de inseguridad, los residentes en El Limonar le hicieron un llamado a las directivas de Transelca, para que procedan al encerramiento de esa área y así lograr su recuperación para no causarle más molestia a la comunidad.
Puntos de vista
Claudia Arias De la Hoz. Residente. “Ya no soportamos los malos olores y el humo permanente que se nos mete en las casas, por eso necesitamos que las autoridades locales hagan algo, para desterrar a quienes arrojan basuras, podas y escombros en ese lugar”.
Daniel Estrada Daza, residente. “Aquí la gente es indolente, no tienen que ver con la salud de las demás personas, porque existen otros sitios para botarlas, tienen es este lugar para hacerlo. Ellos se ponen bravos, cuando uno les advierte que no la arrojen allí”.
La parte de atrás de la subestación eléctrica de Transelca fue convertida en un basurero a cielo abierto, porque poco a poco, personas falta de civismo, en especial algunos carromuleros, tomaron este sitio para arrojar basuras.
La parte de atrás de la subestación eléctrica de Transelca fue convertida en un basurero a cielo abierto, porque poco a poco, personas falta de civismo, en especial algunos carromuleros, tomaron este sitio para arrojar basuras, animales muertos, podas, desechos, escombros y demás inservibles.
Los más afectados con esta situación, son los residentes en el barrio El Limonar debido a que les toca soportar la proliferación de plagas que se generan en este lugar y además los roedores y serpientes que se meten a las viviendas vecinas.
Los moradores perjudicados con esta situación, han tratado de impedir que desconocidos arrojen los desechos en el lote, pero algunos carromuleros hacen caso omiso a la advertencia y por el contrario amenazan de muerte a quienes les hacen el llamado de atención.
De acuerdo con la comunidad, varios de los vecinos han sido víctimas de agresiones verbales y sentenciados a muerte, porque con un machete en mano los encaran y les manifiestan que no sean ‘sapos’, que ellos no son los dueños de ese lote y que ellos botan la basura donde les dé la gana, afirman los afectados.
Una de las preocupaciones de los habitantes del sector, es que esas personas falta de civismo no se conforman con arrojar los inservibles en el lote, sino que les echan candela, produciéndose calentamiento y humo que trata de asfixiarlos.
Ante esta situación de contaminación ambiental y de paso de inseguridad, los residentes en El Limonar le hicieron un llamado a las directivas de Transelca, para que procedan al encerramiento de esa área y así lograr su recuperación para no causarle más molestia a la comunidad.
Puntos de vista
Claudia Arias De la Hoz. Residente. “Ya no soportamos los malos olores y el humo permanente que se nos mete en las casas, por eso necesitamos que las autoridades locales hagan algo, para desterrar a quienes arrojan basuras, podas y escombros en ese lugar”.
Daniel Estrada Daza, residente. “Aquí la gente es indolente, no tienen que ver con la salud de las demás personas, porque existen otros sitios para botarlas, tienen es este lugar para hacerlo. Ellos se ponen bravos, cuando uno les advierte que no la arrojen allí”.