Se agrava el conflicto territorial y de convivencia entre un sector del pueblo arhuaco, ubicado en la zona oriental del municipio de Valledupar, la comunidad kankuama que estaba asentada en el predio Monte Sión y la comunidad de Minakemena, en Los Laureles, provocando que el pueblo kankuamo eleve una solicitud de Acción Urgente por Emergencia Humanitaria y Riesgo Inminente de este pueblo indígena.
De acuerdo con el pueblo kankuamo, esta solicitud se presentó al Gobierno nacional, Fiscalía General de la Nación, Unidad de Víctimas, Defensoría del Pueblo, entre otros entes, por los presuntos actos de violencia y desplazamiento por parte de más de 500 arhuacos que el pasado lunes, 28 de abril, ingresaron al predio Monte Sión y destruyeron 17 viviendas y afectaron a 74 familias kankuamas.
Al respecto, Jaime Luis Arias, cabildo gobernador del pueblo kankuamo, manifestó que al Gobierno nacional le piden garantizar el retorno de estas comunidades a sus territorios, debido a que no tienen un lugar digno donde vivir. Asimismo, el arreglo de los daños causados debido a que los arhuacos destruyeron 17 viviendas, una institución educativa y profanaron sitios sagrados.
“Nosotros hemos declarado la emergencia humanitaria y la mantendremos por las familias desplazadas. Pedimos que se respeten los derechos del pueblo kankuamo y que además se garantice el retorno digno de las familias afectadas; también que los responsables asuman responsabilidades por los daños causados”, dijo Arias.
Defensoría del Pueblo
De acuerdo con una visita de la Defensoría del Pueblo, al predio Monte Sión y a la comunidad de Los Laureles, ubicada en el corregimiento de Sabana Crespo, se identificó una grave afectación a los derechos fundamentales de 74 familias, especialmente de 70 niñas y niños cuyas “condiciones actuales aún son inciertas, debido a restricciones de movilidad y falta de comunicación”.
“Actualmente, 86 personas (41 menores de edad y 45 adultos) del pueblo kankuamo se encuentran albergadas en la Casa Indígena de Valledupar, en condiciones críticas, sin acceso a agua potable, baños ni elementos básicos de higiene o descanso”, puntualiza el ente.
Por lo anterior, la Defensoría del Pueblo hace un llamado urgente al Gobierno nacional, a los organismos de socorro y a las autoridades competentes para que se garantice una atención integral en salud, especialmente para menores de edad y mujeres gestantes, así como la entrega inmediata de ayudas humanitarias, kits de aseo y la mejora de las condiciones del albergue temporal.
Disputa indígena por la tierra
La mañana del pasado lunes, 28 de abril , la comunidad kankuama de Valledupar denunció la invasión de más de 500 personas de la etnia arhuaca en el predio Monte Sión, ubicado en zona rural de Valledupar. Los “invasores” causaron daños a viviendas, centros comunitarios, entre otras estructuras en las que vivían más de 100 indígenas kankuamos desplazados.
“Nosotros compramos la parcela a un civil con recursos propios hace tres años ya, a raíz de eso surgió un conflicto con los arhuacos asentados en zonas cercanas porque dijeron que esos predios no podían comprarse, que tenían que ser compartidos porque eso era de una comunidad arhuaca”, contó al diario EL PILÓN un miembro de la comunidad kankuama que prefirió omitir su nombre.
Ante estos hechos, José Samuel Villafañe, miembro del pueblo arhuaco que está asentado en la zona oriental del resguardo de esta etnia, manifestó que el predio donde residen los kankuamos no es para habitar: es una zona de pago del pueblo arhuaco y que los kankuamos la utilizarían como zona de recuperación, acuerdo que presuntamente estaba incumplido porque edificaron viviendas en el predio.
Agregó que, por tal motivo, en ejercicio de su autoridad sobre el territorio procedieron a derribar las viviendas y demás estructuras construidas en el predio. “Se habló con ellos de que se iba a ver cómo sería el manejo en ese terreno . Solo podía tener unas personas vigilando el predio, no viviendo ahí y eso lo incumplieron“, puntualizó Villafañe.
Por Redacción EL PILÓN
