JUDICIAL

Minjusticia condena el execrable crimen contra Rosa Elvira Cely

El caso de Rosa Elvira Cely, la mujer que fue asesinada en el Parque Nacional de Bogotá, sigue generando voces de rechazo, en todo el país. Ayer el Ministro de Justicia y del Derecho, Juan Carlos Esguerra, condenó el atroz.

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Por:

@el_pilon

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El caso de Rosa Elvira Cely, la mujer que fue asesinada en el Parque Nacional de Bogotá, sigue generando voces de rechazo, en todo el país. Ayer el Ministro de Justicia y del Derecho, Juan Carlos Esguerra, condenó el atroz crimen cometido contra la comerciante, el pasado 24 de mayo, y se unió a las voces que piden caiga sobre los responsables todo el peso de la ley.

“Lamento profundamente este execrable crimen que conmueve hoy a todos los colombianos. Hechos tan atroces como éste no pueden seguir ocurriendo en la República”, manifestó.

El jefe de la cartera de Justicia repudió las terribles circunstancias en las que fue brutalmente agredida la señora Cely quien fue hallada semidesnuda, herida, abusada y “empalada”, por este crimen ya fue capturado Javier Velasco Velásquez, quien fue identificado por Rosa Cely hallado con antecedentes por violencia sexual y homicidio. Las autoridades se encuentran en la búsqueda de un presunto segundo agresor.

El ministro Esguerra quien fue y se solidarizó con sus familiares y amigos.

Manifestó que “Es muy doloroso, otro caso más de violencia contra la mujer, de los cuales no puede haber ni uno más”. El Ministro recalcó que acabar con la violencia de género “es un tema prioritario para el Gobierno por tratarse de una necesidad sentida de todo el pueblo colombiano que, además, fue una de las propuestas bandera del Presidente Santos durante la campaña”.

Quien era Rosa Elvira Cely

Rosa Elvira Cely ya había pagado derechos de grado y aspiraba a obtener en julio su diploma de bachiller del Colegio Técnico Comercial Manuela Beltrán, en Bogotá. Quería ser psicóloga. Trabajaba de sol a sol en un puesto ambulante vendiendo dulces y minutos frente al Hospital Militar, descrita por sus compañeros como una mujer trabajadora, humilde y tranquila.

La víctima, como toda su familia, era cristiana y colaboraba con la iglesia del barrio Galerías de Bogotá, donde vivía con su hija. Quienes trabajan cerca del Hospital dicen que ella no era muy rumbera, aunque cuando fue hallada tenía rastros de haber tomado licor.

 

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