En la sesión de la plenaria del 21 de noviembre de 2025, el Concejo Municipal de Valledupar realizó un debate de control político para analizar la problemática de los habitantes en condición de calle en la ciudad, cumpliendo con la Proposición 031 de 2025. Este espacio reunió a secretarios de despacho, representantes del sector educativo, comunitario, del ICBF, líderes sociales y la iglesia, con el propósito de conocer avances, identificar retos y generar compromisos para enfrentar esta realidad social.
Caracterización y dinámica poblacional
La administración municipal informó que la caracterización poblacional identificó a 113 personas habitantes de calle en Valledupar, de las cuales solo el 36 % cuenta con documento de identidad local. Un 65 % obtiene ingresos propios, mayoritariamente del reciclaje; un 60 % expresó interés en aprender un oficio; el 60 % consume sustancias psicoactivas, y un 42 % ha sido víctima de violencia. La alta movilidad, la vulnerabilidad social y la precariedad de esta población desafían las intervenciones públicas.
Félix Valera, secretario de Gobierno, destacó el compromiso del alcalde Ernesto Orozco y la voluntad de construir una política pública integral para abordar esta compleja problemática. Explicó que la política está próxima a formalizarse a través de un decreto que implementará una mesa técnica intersectorial, enfocada en protección, restablecimiento de derechos, inclusión social y atención integral.
Por su parte, la Oficina de Gestión Social explicó que creó un equipo interdisciplinario —psicólogos, trabajadores sociales y juristas— para brindar acompañamiento integral, prevenir vulnerabilidades y garantizar la dignidad de esta población. Sin embargo, reconoció limitaciones actuales, como la ausencia de hogares de paso en Valledupar y procesos fragmentados de atención, que requieren fortalecimiento.
Colegio Nacional Loperena vs. Iglesia Tres Avemarías
La secretaria de Educación, Karol Lobo, destacó los programas flexibles que atienden a habitantes de calle y la articulación con universidades para el acompañamiento psicosocial. Subrayó que la educación es un pilar fundamental para la inclusión y la reconstrucción de proyectos de vida en esta población excluida. Mientras que el rector del Colegio Nacional Loperena, Gonzalo Quiroz Martínez, relató los inconvenientes indirectos que tiene la comunidad educativa al tener habitantes de calle y consumidores de drogas tan cerca de los menores de edad.
El párroco Fray William de Jesús, de la Iglesia Tres Avemarías, hizo un llamado a la inclusión y a la dignificación, recalcando que la aceptación social y el apoyo humano son claves para que estas personas puedan recuperarse y reintegrarse. Destacó su experiencia con actividades comunitarias que involucran a habitantes de calle y la necesidad de superar la estigmatización.
Dolly Pérez, líder comunal, expuso la grave situación en el barrio Villa Miriam, con alta incidencia de drogadicción, inseguridad y ocupación del espacio público. Criticó la falta de respuesta por parte de las autoridades pese a las reiteradas solicitudes, y resaltó su labor social basada en la oración y el acompañamiento comunitario. Hizo un llamado a la unión y solidaridad para buscar soluciones reales que incluyan a esta población, y la necesidad de cuidar espacios escolares y parques.
Desafíos presupuestales y administrativos
La secretaria de Hacienda, Lili Esther Mendoza, señaló que para la vigencia 2026 aún no se ha presentado un proyecto presupuestal específico para habitantes de calle, debido a que la competencia formal para gestionar estos recursos recae en la Secretaría de Gestión Social, bajo lineamientos nacionales.
Actualmente, se realiza una consultoría para definir responsabilidades y garantizar un manejo adecuado, con la expectativa de que antes del segundo debate presupuestal se precise este requerimiento y se asignen recursos concretos.
Conclusiones y compromisos: de las palabras a los hechos
El debate cerró con un consenso entre concejales, funcionarios y líderes para dejar atrás la improvisación y caminar hacia un plan integral, con metas claras, recursos asignados y seguimiento riguroso. Los concejales criticaron y lamentaron que los responsables de Gestión Social abandonaran el debate, poniendo en duda el real interés en darle solución de fondo a la problemática.
Los concejales resaltaron la necesidad de instrumentos como hogares de paso autosostenibles, formación técnica y renovación social para transformar la vida de habitantes de calle.
El secretario Valera solicitó al alcalde Ernesto Orozco autorización para desarrollar un proyecto integral que permita abordar esta problemática definitivamente; mientras que el concejal proponente, José Alberto Morillo, anunció que dará seguimiento en un año para evaluar avances y exigir resultados concretos.
El diálogo evidenció que la problemática de habitantes de calle es responsabilidad colectiva, que requiere una mirada humana, coordinada y perseverante para garantizar dignidad, inclusión social y seguridad para toda la comunidad de Valledupar. Como expresó el párroco Fray William, “los habitantes de calle no sobran; ellos tienen derecho a rehabilitarse y ser parte de la sociedad”, una invitación que todos los actores políticos y sociales deberán tomar para convertir palabras en acciones transformadoras.
