Al parecer algunos bañistas le temen a las fuertes corrientes o la profundidad que alcanza el caudal por estos días y prefieren no desafiarlo. Pero hay otros más osados.
La lluvia que cayó durante las primeras horas de este domingo y que se extendió hasta después de mediodía en la capital del Cesar mitigó las altas temperaturas que motivan a los vallenatos a volcarse masivamente al balneario Hurtado, un plan tradicional y propicio para despedir el fin de semana en familia o con amigos, disfrutando de las frías aguas del río Guatapurí.
Son muchas las canciones vallenatas que hacen referencia al Guatapurí, descrito en algunas como un río donde nacen grandes amores y en otras advirtiendo sobre las crecientes que en tiempos de lluvia están a la orden del día. Al parecer algunos bañistas le temen a las fuertes corrientes o la profundidad que alcanza el caudal por estos días y prefieren no desafiarlo. Pero hay otros más osados; se trata de los jóvenes que tienen como ‘hobbie’ lanzarse desde el puente o las piedras más altas que hay alrededor del balneario, ya sea por diversión o por obtener algo de dinero por parte de los turistas que pagan por ver.
Luis Maestre, vigía ambiental del río Guatapurí, aseguró que en los días de afluencia normal estos jóvenes aprovechan la presencia de bañistas y turistas para lanzarse del puente por mil o dos mil pesos.
De acuerdo con Maestre, el 90 por ciento de las ocasiones no hay orden por parte de las autoridades en los puentes. “Hemos llamado la atención a que por su seguridad no se lancen de los puentes. No deja de ser preocupante la falta de los organismos de socorro en el lugar. Debería haber un plan de contingencia más ahora que se acerca el Festival Vallenato, pensando en la seguridad de los ciudadanos”, expresó.
El vigía ambiental explicó que la única solución para poner un alto esta práctica es que haya presencial policial, advirtiendo que quienes se lanzan de los puentes o las piedras del balneario Hurtado corren un alto riesgo “porque el río a veces viene turbio, trae troncos y ramas, por lo que puede registrarse una calamidad por ahogamiento o por un golpe que se den al caer”.
Entre los pocos bañistas que se encontraban en la fuente hídrica este domingo, EL PILÓN conoció a Iván David Rodríguez Rosales, quien estaba acompañado de otros tres jóvenes ‘clavadistas’.
Allí, temblando del frío, sin camisa y con una pantaloneta, contó que uno de los lugares que más le gusta de Valledupar es el río Guatapurí. Al preguntarle por qué se lanzaba a sabiendas del riesgo que corría respondió: “Es una sensación única, sentir la brisa al caer. Me gusta la natación y practico los clavados; prefiero mil veces estar acá a estar en una esquina y que me traten de ratero”. Pese a su punto de vista, muchas personas estigmatizan su pasatiempo. “Lo ven como vandalismo y nos tratan de locos, pero cada quien tiene una manera de pensar y gustos diferentes”, agregó.
Según el joven, mientras más tiempo se practique esta ‘hazaña’ más se aprende a sortear el riesgo al momento de lanzarse: “Ya uno reconoce cuáles son los lugares donde es seguro nadar. A esta roca le dicen ‘La Torre’, a algunos les da temor por la cantidad de piedras que tiene al frente. “Ahí ha habido muertos, aquella es ‘La nube’ y ‘El solo’ es aquel”, sostuvo haciendo referencia a los puntos de donde frecuentemente hacen los clavados. Iván David tiene 20 años, a los 15 empezó a sumergirse en el río Guatapurí.
Cabe anotar que en lo corrido del 2021 en el balneario Hurtado han muerto por inmersión dos personas, el más reciente un joven venezolano de 20 años. A lo largo de su historia, el río Guatapurí ha arrastrado sus profundidades a muchas personas, que después son halladas sin vida. Se espera que el plan de contingencia que ha pedido insistentemente la comunidad finalmente sea puesto en marcha por parte de la Alcaldía de Valledupar.
Al parecer algunos bañistas le temen a las fuertes corrientes o la profundidad que alcanza el caudal por estos días y prefieren no desafiarlo. Pero hay otros más osados.
La lluvia que cayó durante las primeras horas de este domingo y que se extendió hasta después de mediodía en la capital del Cesar mitigó las altas temperaturas que motivan a los vallenatos a volcarse masivamente al balneario Hurtado, un plan tradicional y propicio para despedir el fin de semana en familia o con amigos, disfrutando de las frías aguas del río Guatapurí.
Son muchas las canciones vallenatas que hacen referencia al Guatapurí, descrito en algunas como un río donde nacen grandes amores y en otras advirtiendo sobre las crecientes que en tiempos de lluvia están a la orden del día. Al parecer algunos bañistas le temen a las fuertes corrientes o la profundidad que alcanza el caudal por estos días y prefieren no desafiarlo. Pero hay otros más osados; se trata de los jóvenes que tienen como ‘hobbie’ lanzarse desde el puente o las piedras más altas que hay alrededor del balneario, ya sea por diversión o por obtener algo de dinero por parte de los turistas que pagan por ver.
Luis Maestre, vigía ambiental del río Guatapurí, aseguró que en los días de afluencia normal estos jóvenes aprovechan la presencia de bañistas y turistas para lanzarse del puente por mil o dos mil pesos.
De acuerdo con Maestre, el 90 por ciento de las ocasiones no hay orden por parte de las autoridades en los puentes. “Hemos llamado la atención a que por su seguridad no se lancen de los puentes. No deja de ser preocupante la falta de los organismos de socorro en el lugar. Debería haber un plan de contingencia más ahora que se acerca el Festival Vallenato, pensando en la seguridad de los ciudadanos”, expresó.
El vigía ambiental explicó que la única solución para poner un alto esta práctica es que haya presencial policial, advirtiendo que quienes se lanzan de los puentes o las piedras del balneario Hurtado corren un alto riesgo “porque el río a veces viene turbio, trae troncos y ramas, por lo que puede registrarse una calamidad por ahogamiento o por un golpe que se den al caer”.
Entre los pocos bañistas que se encontraban en la fuente hídrica este domingo, EL PILÓN conoció a Iván David Rodríguez Rosales, quien estaba acompañado de otros tres jóvenes ‘clavadistas’.
Allí, temblando del frío, sin camisa y con una pantaloneta, contó que uno de los lugares que más le gusta de Valledupar es el río Guatapurí. Al preguntarle por qué se lanzaba a sabiendas del riesgo que corría respondió: “Es una sensación única, sentir la brisa al caer. Me gusta la natación y practico los clavados; prefiero mil veces estar acá a estar en una esquina y que me traten de ratero”. Pese a su punto de vista, muchas personas estigmatizan su pasatiempo. “Lo ven como vandalismo y nos tratan de locos, pero cada quien tiene una manera de pensar y gustos diferentes”, agregó.
Según el joven, mientras más tiempo se practique esta ‘hazaña’ más se aprende a sortear el riesgo al momento de lanzarse: “Ya uno reconoce cuáles son los lugares donde es seguro nadar. A esta roca le dicen ‘La Torre’, a algunos les da temor por la cantidad de piedras que tiene al frente. “Ahí ha habido muertos, aquella es ‘La nube’ y ‘El solo’ es aquel”, sostuvo haciendo referencia a los puntos de donde frecuentemente hacen los clavados. Iván David tiene 20 años, a los 15 empezó a sumergirse en el río Guatapurí.
Cabe anotar que en lo corrido del 2021 en el balneario Hurtado han muerto por inmersión dos personas, el más reciente un joven venezolano de 20 años. A lo largo de su historia, el río Guatapurí ha arrastrado sus profundidades a muchas personas, que después son halladas sin vida. Se espera que el plan de contingencia que ha pedido insistentemente la comunidad finalmente sea puesto en marcha por parte de la Alcaldía de Valledupar.