Dos niños indígenas de 7 y 9 años de edad fueron asesinados en el suroeste de Colombia por su padre.
(EFE).- Dos niños indígenas de 7 y 9 años de edad fueron asesinados en el suroeste de Colombia por su padre, quien confesó el crimen tras ser detenido por la muerte de su esposa, confirmaron hoy a Efe fuentes locales.
Los cuerpos sin vida de los hermanos We’pe Yakum y Sek Tay Rivera Parra fueron encontrados hoy en el sector conocido como La Milagrosa, horas después de que los habitantes de la comunidad Yaquivá emprendieran su búsqueda cuando fueron avisados del asesinato de la madre de los menores, Jhoana Parra León.
El cuerpo de Parra fue encontrado en la ciudad de Popayán, capital del departamento del Cauca (suroeste), del que forma parte esta comunidad indígena asentada en jurisdicción del municipio de Inzá.
El alcalde de Inzá, Gelmis Chate, le dijo a Efe que “el sábado anterior, este hombre asesinó a su esposa con un cuchillo y luego con la misma arma se propinó un corte en el cuello que lo dejó inconsciente hasta el día de ayer”.
Por ello, sospechan que a los menores los asesinó el viernes pasado por la noche.
El funcionario precisó que el hombre, identificado como Jhon Rivera Ramírez, reconoció los crímenes de su esposa y dos hijos.
“Cuando despertó nos dijo que los niños estaban en Río Sucio, una zona alejada de la vereda (aldea) La Milagrosa, donde residían, pero finalmente le suministró un código a las autoridades que permitió que los encontráramos cerca de la vivienda (familiar)”, indicó Chate.
Por su parte, el líder del resguardo de Yaquivá, Édgar Fernández, manifestó que en cuanto tuvieron conocimiento del asesinato de la madre empezaron a buscar cerca a la residencia y encontraron a los niños envueltos en costales blancos, sepultados a 80 centímetros de profundidad.
La consejera mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Aída Quilcué, le dijo a Efe que el hombre “es un comunero”, no un líder indígena y agregó que no han “trabajado con este hombre”, por lo que esperan “que se tomen las medidas adecuadas”.
El alcalde Chate indicó que “el hombre ya está a disposición de la Fiscalía, en Popayán”.
EFE
Dos niños indígenas de 7 y 9 años de edad fueron asesinados en el suroeste de Colombia por su padre.
(EFE).- Dos niños indígenas de 7 y 9 años de edad fueron asesinados en el suroeste de Colombia por su padre, quien confesó el crimen tras ser detenido por la muerte de su esposa, confirmaron hoy a Efe fuentes locales.
Los cuerpos sin vida de los hermanos We’pe Yakum y Sek Tay Rivera Parra fueron encontrados hoy en el sector conocido como La Milagrosa, horas después de que los habitantes de la comunidad Yaquivá emprendieran su búsqueda cuando fueron avisados del asesinato de la madre de los menores, Jhoana Parra León.
El cuerpo de Parra fue encontrado en la ciudad de Popayán, capital del departamento del Cauca (suroeste), del que forma parte esta comunidad indígena asentada en jurisdicción del municipio de Inzá.
El alcalde de Inzá, Gelmis Chate, le dijo a Efe que “el sábado anterior, este hombre asesinó a su esposa con un cuchillo y luego con la misma arma se propinó un corte en el cuello que lo dejó inconsciente hasta el día de ayer”.
Por ello, sospechan que a los menores los asesinó el viernes pasado por la noche.
El funcionario precisó que el hombre, identificado como Jhon Rivera Ramírez, reconoció los crímenes de su esposa y dos hijos.
“Cuando despertó nos dijo que los niños estaban en Río Sucio, una zona alejada de la vereda (aldea) La Milagrosa, donde residían, pero finalmente le suministró un código a las autoridades que permitió que los encontráramos cerca de la vivienda (familiar)”, indicó Chate.
Por su parte, el líder del resguardo de Yaquivá, Édgar Fernández, manifestó que en cuanto tuvieron conocimiento del asesinato de la madre empezaron a buscar cerca a la residencia y encontraron a los niños envueltos en costales blancos, sepultados a 80 centímetros de profundidad.
La consejera mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Aída Quilcué, le dijo a Efe que el hombre “es un comunero”, no un líder indígena y agregó que no han “trabajado con este hombre”, por lo que esperan “que se tomen las medidas adecuadas”.
El alcalde Chate indicó que “el hombre ya está a disposición de la Fiscalía, en Popayán”.
EFE