Se clausuró el 58° Festival de la Leyenda Vallenata, homenaje a Omar Geles. Locales, visitantes de todas partes de Colombia y el mundo, disfrutaron al ritmo de la caja, la guacharaca y el acordeón. Por eso, hacemos un resumen con lo bueno, los desaciertos, las preocupaciones y las sugerencias que dejaron en redes sociales para el próximo año.
Lo bueno y bonito
En esta versión del Festival quedó claro, una vez más, que el vallenato sigue vigente y que tiene adeptos en todas las generaciones. Como se observó toda la semana, hubo masiva asistencia en los concursos y conciertos. La ciudad estuvo movida.
Y gracias a esa multitud que visitó Valledupar, la economía se dinamizó, dejando ganancias en restaurantes, hoteles, licoreras y locales comerciales.
Con el Festival Vallenato, la ciudad estuvo en boca de todo el mundo y demostró que está para grandes cosas a nivel de turismo.
Este año, también hubo mayor participación de concursantes en las categorías menores, quienes venían acompañados de sus familiares.
Los desaciertos del Festival Vallenato
Pero también hay por corregir. El caótico tráfico en algunos sectores de la ciudad desnudó las falencias que persisten en materia de movilidad. Esto sumado a los accidentes de tránsito.
También causaron pánico los homicidios registrados en Valledupar durante las fiestas, algo inédito en los últimos años.
En medio de los eventos, también surgieron comentarios debido a los malos tratos a la prensa por parte de la logística. En cuanto a los precios, los espectadores expresaron su descontento por el alto costo del alquiler de sillas en los desfiles de piloneras. Un asiento podía llegar a costar $40 mil pesos. También hubo quejas por los precios de alimentos y bebidas en el Parque de la Leyenda Vallenata, una cerveza costaba 17 mil pesos, un perro sencillo 32 mil pesos y una botella con agua 11 mil pesos.
La Plaza Alfonso López no solo fue epicentro de las competencias de Acordeón Profesional y Canción Vallenata Inédita, también fue ‘blanco’ de críticas por el desorden que se generaba con las carpas de vendedores estacionarios.
Lo que nos preocupa
Al culminar la festividad, algunos turistas deciden pasar otros días en la ciudad, sin embargo, no hay eventos culturales a los que puedan asistir. Hacen falta actividades públicas y culturales que cubran la demanda de los turistas.
Por supuesto, también preocupa la conectividad aérea. Algunas aerolíneas ofrecen vuelos especiales para cubrir las rutas hacia Valledupar por motivos del Festival Vallenato, pero la duda que surge es: ¿Terminado el Festival, otra vez quedará solo Avianca?”.
Sugerencias para mejorar
Traer artistas internacionales implica que las entradas a los conciertos sean altas. Es entendible, pero eso excluye. Por eso, las autoridades deben llevar el Festival Vallenato a todos los barrios de Valledupar para que sea un evento popular, democratizando la fiesta de acordeones más importante de Colombia.
