Los habitantes del corregimiento de Los Venados, jurisdicción de Valledupar, tienen más de 15 días sin tener agua en las tuberías de sus hogares. Estos pobladores aseguraron que la escasez del preciado líquido se debe a fallas en el Acueducto Regional del Sur, que es el que provee de agua a esta zona.
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Por tal motivo han tenido que comprar canecas de agua y abastecerse de la misma en el río Garupal, que está a tres kilómetros aproximadamente de este pueblo. De acuerdo con el inspector de esta localidad, Karín Quintero, el problema del desabastecimiento se debe a que una válvula ventosa del Acueducto Regional del Sur, que está en el sistema de desaire, se encuentra en “malas condiciones” para seguir desairando la red de conducción del corregimiento y así llevar el agua a todas las tuberías de la zona.
El inspector de la localidad agregó que debido a la falta de mantenimiento de esta válvula, los pobladores han tenido que recurrir a sacar el líquido de pozos artesanales y fincas cercanas para poder subsistir.
“No hay agua en ninguna tubería del pueblo; todas están secas. El miércoles llegaron unos técnicos de la empresa Emdupar y aún continúan aquí tratando de solucionar el problema, pero hasta el momento no ha vuelto a circular el líquido en el corregimiento. El gerente de Emdupar, Rafael Maestre, envío el miércoles un carro tanque con agua, pero este no es suficiente para cubrir con la demanda de la población”, manifestó Quintero.
Aseguró que en las mañanas viaja hacía al río Garupal para bañarse y recoger canecas de agua para llevar a su hogar, recalcando que los habitantes de esta zona están “cansados” de que regularmente en el año haya temporadas en las que el acueducto presenta fallas que provoquen el desabastecimiento del agua.
Esta comunidad pide la intervención de las entidades gubernamentales para que solucionen esta problemática y también ayuda de la empresa Emdupar. Al respecto, el gerente de Emdupar, Rafael Maestre, en reiteradas ocasiones ha señalado que dicha entidad no está a cargo del Acueducto Regional del Sur, pero a pesar de que no está entre sus competencias brinda apoyo a los habitantes de esta zona con una asistencia técnica.
EL “DESIERTO” DE LOS VENADOS
El exlíder comunal y docente retirado, Erilso Rueda, aseveró que la problemática del desabastecimiento de agua en el corregimiento es una “crónica de muerte anunciada” porque todos los veranos las tuberías se llenan de aire y se secan. Comentó que para estas mismas fechas del año pasado tuvieron dificultades con la circulación del agua y durante los meses después el servicio ha sido intermitente.
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“Nos ha tocado volver al pasado porque vamos al río bañarnos, lavar la ropa, limpiar los objetos personales y demás cosas porque no hay agua. Todo el año tenemos el mismo problema, unos meses con mayor incidencia que otros, pero la dificultad persiste”, comentó Rueda.
De acuerdo con este habitante, las personas se desplazan en motos, burros, bicicletas, carros e incluso caminando hacia el río Garupal cargando baldes, canecas y diferentes tipos de recipientes para recoger agua y llevarla a sus hogares.
Esta misma información la corrobora Silvia Quintero, habitante de la zona. Esta ama de casa señala que desde el pasado 23 de diciembre hasta la fecha se presentan dificultades en el flujo del agua, en donde el preciado líquido es inexistente en las tuberías de este corregimiento. Señaló que para poder cocinar y darle de comer a sus dos hijas compra canecas de agua de veinte litros que cuestan hasta 10.000 pesos.
COMERCIALIZACIÓN ILEGAL DEL AGUA
Debido a que el agua escasea en esta zona y provoca mayor impacto en la temporada de verano, la comercialización del agua de manera ilegal y en recipientes que no cumplen con los protocolos de bioseguridad se han multiplicado hasta volverse una realidad del diario vivir, según aseguran los pobladores de Los Venados.
De acuerdo con Emilia Daza, los habitantes se abastecen de agua en los pozos artesanales de las fincas vecinas, en donde a diario llegan algunos oportunistas con canecas, tanques y recipientes de menor tamaño que transportan el líquido en carretillas, bicicletas, motos, burros u otro medio de transporte para venderla en el pueblo.
Las canecas de 20 litros provenientes de un pozo pueden costar por paquete entre $7.000 y $14.000.
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Por otro lado, Silvia Quintero, aseguró que una caneca de veinte litros con agua del río Garupal tiene un valor de 1.000 pesos. Agregó que ofertan distintos tipos de cantidades por diferentes precios como 14 canastas de agua de pozo por 7.000 pesos, entre otros.
Los pobladores de esta región esperan que esta problemática que ha causado estragos en su calidad de vida y economía se resuelva de manera definitiva, para que de esta forma el corregimiento de Los Venados no siga teniendo la fama de ser el denominado “desierto”.
VOZ DE LA ALCALDÍA
Al respecto, el secretario General de Valledupar, Andrés Maestre, aseveró que por parte de la empresa Emdupar se enviará hoy una nueva válvula con operarios y más carrotanques para que los habitantes tengan a su disposición el preciado líquido mientras se hace la respectiva instalación de la válvula.
Señaló que es necesaria la colaboración de la comunidad para que vigilen el desagüe que se está presentando aparentemente por una represión de este líquido en una finca cercana donde no están dejando circular el agua. Agregó que hasta no finalizar dicha instalación no se dejarán de enviar carrotanques al corregimiento.
Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.