En la fotografía aparece la colonia del Cesar en Bogotá en una marcha apoyando al candidato a la Presidencia de la República Horacio Serpa, en el año de 1998, teniendo como contrincante a Andrés Pastrana.
En la fotografía aparece la colonia del Cesar en Bogotá en una marcha apoyando al candidato a la Presidencia de la República Horacio Serpa, en el año de 1998, teniendo como contrincante a Andrés Pastrana.
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La marcha partió desde el parque Nacional, en dirección de la carrera séptima hasta llegar a la plaza de Bolívar. Se observa en la fotografía a unos marchantes llevando en alto un cuadro que representaba el convento de Santo Domingo, hoy iglesia de El Rosario en Valledupar, que no alcanzó a salir en la fotografía, como símbolo religioso vallenato; a la derecha se observa la bandera del departamento del Cesar. En la cartulina se puede leer: “El Cesar está con Serpa presidente”.
Esta marcha, al llegar a la plaza, entonó el himno de la campaña, se elevaron bombas y sonaron voladores, seguidamente escuchamos el magistral y conmovedor discurso del doctor Horacio Serpa; intervinieron varios líderes y se culminó con una presentación artística; es bueno recordar que en la marcha iban representados todos los departamentos de Colombia, cada uno con sus símbolos. El Cesar iba representando su antiguo convento.
Hoy evocamos con nostalgia la ausencia de ese ser humano, símbolo de la paz, de la fraternidad, de las juventudes, de exquisitos modales, con gran humanismo, enérgico, con su sentido del humor que nos hacía reír con su grito de combate: “¡Mamola!”.
No dejes de leer: “Colombia pierde un hombre símbolo”, reacciones por la muerte de Horacio Serpa
Un líder que respetó los principios del liberalismo, por eso fue un hombre libertario, demócrata, con la bandera en alto por la justicia social, con un pensamiento de izquierda no violento, que invitaba al cambio de una estructura social que fuera en beneficio de los más vulnerables, para que el ser humano no llegara jamás a la pobreza absoluta; y para que así desapareciera la inequidad que es la causa central de la violencia, es decir, su filosofía era la de un verdadero cristiano. Ejemplo para las nuevas generaciones.
Por Ruth Ariza.
En la fotografía aparece la colonia del Cesar en Bogotá en una marcha apoyando al candidato a la Presidencia de la República Horacio Serpa, en el año de 1998, teniendo como contrincante a Andrés Pastrana.
En la fotografía aparece la colonia del Cesar en Bogotá en una marcha apoyando al candidato a la Presidencia de la República Horacio Serpa, en el año de 1998, teniendo como contrincante a Andrés Pastrana.
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Esta marcha, al llegar a la plaza, entonó el himno de la campaña, se elevaron bombas y sonaron voladores, seguidamente escuchamos el magistral y conmovedor discurso del doctor Horacio Serpa; intervinieron varios líderes y se culminó con una presentación artística; es bueno recordar que en la marcha iban representados todos los departamentos de Colombia, cada uno con sus símbolos. El Cesar iba representando su antiguo convento.
Hoy evocamos con nostalgia la ausencia de ese ser humano, símbolo de la paz, de la fraternidad, de las juventudes, de exquisitos modales, con gran humanismo, enérgico, con su sentido del humor que nos hacía reír con su grito de combate: “¡Mamola!”.
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Un líder que respetó los principios del liberalismo, por eso fue un hombre libertario, demócrata, con la bandera en alto por la justicia social, con un pensamiento de izquierda no violento, que invitaba al cambio de una estructura social que fuera en beneficio de los más vulnerables, para que el ser humano no llegara jamás a la pobreza absoluta; y para que así desapareciera la inequidad que es la causa central de la violencia, es decir, su filosofía era la de un verdadero cristiano. Ejemplo para las nuevas generaciones.
Por Ruth Ariza.