El sindicato Sinaltraser y Aseo del Norte negocian intensamente en el Ministerio del Trabajo. Aunque hay avances, la firma de la convención colectiva sigue pendiente. Empresarios celebran el diálogo y resaltan el papel ciudadano en evitar la crisis.
Valledupar aún está al borde de una crisis ambiental y sanitaria, luego de que Sinaltraser, sindicato mayoritario de Aseo del Norte, anunciara la inminencia de la “hora cero”: una huelga que amenazaba con suspender la recolección de basura en toda la ciudad.
La preocupación se extendió a todos los sectores: desde habitantes hasta gremios productivos y de servicios. Fenalco, la Federación Nacional de Comerciantes, ejerció presión para que las partes no rompieran el diálogo y buscaran soluciones urgentes.
Tres días de diálogo decisivo en la sede del Ministerio
Desde el martes 4 de noviembre, directivos de Sinaltraser y Aseo del Norte se han reunido en la sede del Ministerio del Trabajo en Valledupar. Julio Hernández, presidente sindical, confirma los avances pero mantiene cautela.
“De momento hay muchos avances, yo diría que muchos, pero hasta el momento no hemos firmado la convención. No puedo dar un parte positivo hasta que no firmen con la empresa. Mañana es el último día y, si Dios permite, lo dejamos firmado. Ha habido disposición por parte de Aseo del Norte para negociar estos tres puntos, y nuestra idea es lograr un feliz término para no sacrificar ni a la ciudadanía, ni a ningún trabajador, ni tampoco a la empresa”, dijo Hernández.
Hernández reiteró que solo después de la firma podrán anunciar oficialmente el acuerdo y el cese definitivo del riesgo de paro.
El rol de Fenalco y el empresariado
Octavio Pico, director ejecutivo de Fenalco Cesar, aseguró que la crisis obligó a actuar más allá de los intereses gremiales.
“Tan pronto nos dimos cuenta de que la huelga afectaría no solo al sector residencial, sino a todo el sector empresarial, salud, institucional y turístico, exigimos la presencia de todos los actores: el Ministerio del Trabajo, la empresa, Emdupar, las secretarías de Gobierno, Turismo, Medio Ambiente y Salud, además de los empresarios”, señaló Pico.
Pico defendió la importancia de la iniciativa colectiva: “No se trata solo de empujar a negociar, sino de facilitar los espacios e insistir. En ocho días logramos conjurar la crisis porque el sindicato y la empresa encontraron coincidencias y tenemos la noticia de que no se interrumpe el servicio porque hubo disposición para negociar y pactar un acuerdo colectivo”.
El dirigente gremial destacó que detener el servicio habría generado “un caos económico, ambiental, sanitario, de competitividad y hasta estético”. Por ello, valoró la capacidad de acción ciudadana y empresarial más allá de la intervención de las autoridades.
A la espera de la firma definitiva
En la tarde del jueves 6 de noviembre, las expectativas se centran en que este viernes se pueda concretar la firma de la nueva convención colectiva. Hernández anticipó que en cuestión de horas se definirá el futuro del servicio: “Hay buenos términos, pero hasta que no firmemos, no sabemos si mañana nos vayan a cambiar las reglas del juego. Pero la disposición es clara y el diálogo, constante”.
De firmarse el acuerdo, Valledupar esquivaría la amenaza de crisis y daría un paso importante hacia la estabilidad laboral —y sanitaria— en la ciudad.











