Familias de fe: devotos honran a la Virgen del Carmen y agradecen por sus milagros
El calor abrasador que se sentía en el templo no fue inconveniente para que las personas se reunieran en oración y elevaran plegarias a la Virgen del Carmen en su día, siguiendo con fervor la tradición que se ha mantenido vigente en el tiempo.
Acompañados de sus familiares y portando réplicas de la Virgen del Carmen en sus manos, feligreses se acercaron a la parroquia Nuestra Señora del Carmen en Valledupar para celebrar con fe y alegría la fiesta de su patrona este 16 de julio.
El calor abrasador que se sentía en el templo no fue inconveniente para que las personas se reunieran en oración y elevaran plegarias a la Virgen del Carmen en su día, siguiendo con fervor la tradición que se ha mantenido vigente en el tiempo.
FE DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN
Uno de los asistentes a la eucaristía fue el exmilitar Miguel Ángel Herrera. Llegó a la iglesia con su esposa y sus cuatro hijos vistiendo camisetas con la imagen de la virgen, costumbre que realizan desde hace varios años.
“Desde niño mi familia me inculcó el amor y ser devoto de la Virgen del Carmen. Siempre me he encomendado a ella en los momentos difíciles y más donde más nadie me puede sacar, sino Dios intercedido por la virgen. Yo fui militar y me sacó de grandes enfrentamientos que tuve con la guerrilla, hubo momentos en los que vi la muerte cerca y mi fervor hacia la patrona creció, por eso camino la procesión, mi familia y yo utilizamos cada año los suéteres de la Virgen del Carmen para venir a la misa”, dijo Herrera.
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Contó que las camisas que usan los 16 de julio las guarda para volverlas a vestir el próximo año, inculcándoles a sus hijos respeto y amor por Dios. “Quiero inculcarles a mis hijos el amor a Dios y a la virgen, quiero que ellos vean esa tradición que he llevado desde niño y hasta el momento los llevo por buen camino, todos han hecho su primera comunión y venimos siempre a misa”, añadió.
“MILAGROS EN MI FAMILIA”
En agradecimiento a los milagros que ha hecho la Virgen del Carmen por su familia, Alma Rocío Nieves asistió a la eucaristía vestida de blanco y con una réplica de su imagen en las manos para que fuera bendecida por el obispo Óscar José Vélez Isaza, quien presidió la misa mayor.
“Le agradezco el milagro que la Virgen del Carmen le ha hecho a mi familia, principalmente porque ha guardado a mis hermanos, a mis primos, especialmente a uno de ellos que sufrió una isquemia y lo salvó de eso, superó sus problemas de salud y volvió a caminar. Por eso para mí es poderosa, milagrosa y le tengo mucha fe”, expresó a EL PILÓN.
A su gratitud se sumó el de Adriana Morelos. Con orgullo cuenta que tras un viaje de su hermana a Estados Unidos su mamá pudo obtener un escapulario de la Virgen del Carmen, el cual guarda como un tesoro. Además, contó que cada año en su casa realizan un altar y rezan la novena en honor a su protectora.
“Esto es algo que viene desde pequeño, nuestros padres nos inculcaron eso y ahora queremos darles a nuestros hijos esa misma enseñanza: llevarlos por el camino de la Virgen y de Dios. La virgen es nuestra madre, nuestra protectora y nuestro todo. Todos los años hacemos un altar en nuestras casas y siempre salimos a la procesión”, dijo.
PATRONA DE LOS CONDUCTORES
Por muchos años Eufredo Londoño se desempeñó como conductor de una empresa de transporte público intermunicipal. En su vehículo siempre portaba una imagen de la Virgen del Carmen para que lo protegiera en la carretera. Por eso, cada 16 de julio se acerca a la iglesia a agradecerle por su compañía y amparo.
Con su hijo llegó a la parroquia Nuestra Señora del Carmen para pedirle salud para toda su familia. “Me desempeñé como conductor y siempre fui atento a la Virgen del Carmen para que me acompañara en cada trayecto, me devolviera con bien a mi casa. Hoy le estoy pidiendo mucha salud para mí y toda mi familia”, detalló.
Como es habitual cada 16 de julio, los conductores participaron de la procesión y caravana en honor a la Virgen del Carmen, que recorrió las calles de la capital del Cesar en medio del estallido de voladores y el sonido de los pitos de sus vehículos que fueron bendecidos por los sacerdotes.
De acuerdo a relatos, esta devoción fue adoptada en la región Caribe por los navegantes del río Magdalena que salían en las embarcaciones con imágenes de la Virgen del Carmen de pueblo en pueblo sonando cornetas.
POR: LUCÍA MENDOZA CUELLO/ EL PILÓN.