De acuerdo con el presidente de la Asociación de Personas con Discapacidad Física de Valledupar, Adán Hernández, esta población es la menos tenida en cuenta a la hora de dar solución a esta problemática.
El espacio público en Valledupar parece ser de todos y al mismo tiempo de nadie toda vez que quienes se han apropiado de él no han tenido en cuenta el bienestar colectivo o en su defecto las afectaciones que podrían llegar a ocasionar esta acción a la ciudadanía en general.
Lo paradójico de esta problemática es que en la ciudad quienes se movilizan en motocicletas, taxis, vehículos particulares, en su mayoría, se apropian de los andenes, utilizándolos como parqueaderos. De otro lado están los propietarios de los establecimientos comerciales que ubican las vallas publicitarias y todo tipo de productos en la zona peatonal.
Quienes no se quedan atrás son los dueños de algunas viviendas que a la hora de construir exceden los parámetros permitidos. En varios barrios de la capital del Cesar es común encontrarse con inmuebles que sobresalen de su área obstruyendo los andenes, obligando a los peatones a bajarse a las carreteras.
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Uno de estos casos ocurre en el barrio Esperanza Norte; allí se ha generado un inconformismo en la comunidad porque algunos vecinos se han tomado el espacio de los andenes para estacionar vehículos, otros han levantado rejas a las afueras de sus viviendas e incluso han sembrado una gran cantidad de plantas o puesto grandes peñones impidiendo la libre movilidad de quienes transitan a pie. Así lo reveló a EL PILÓN un grupo de ciudadanos, quienes pidieron mantener su identidad en reserva: “Todo el que pasa por ahí se tiene que bajar”.
Una de las personas afectadas dijo que la situación fue denunciada ante las autoridades de espacio público del municipio, sin embargo, hasta el momento no se ha logrado la recuperación del andén. “Eran tres los infractores. Ellos fueron citados, les dieron un mes de plazo para retirar las rejas, pero ya se cumplió el pasado 23 de agosto”, contó. Pese a que dos de los vecinos se acogieron a la medida, de acuerdo con la comunidad solo uno de ellos se ha negado rotundamente a ceder.
Los habitantes de este barrio instaron a la Secretaría de Gobierno Municipal y a la Unidad de Espacio Público a hacer cumplir las medidas que fueron impuestas: “Que hagan cumplir las normas, cómo es posible que la gente se va apropiar de lo que es público”, expresaron. E insistieron en que la ley debe cobijar a todos, no a unos pocos.
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Lo cierto es que pese a los esfuerzos por parte de la Secretaría de Gobierno y la Unidad de Espacio Público por controlar este tipo de situaciones, en Valledupar se ha vuelto casi imposible devolverle los andenes a sus dueños, los ciudadanos de a pie. No obstante, es importante agregar que recientemente el secretario de Gobierno del municipio, Luis Galvis Núñez, ha estado visitando los puntos donde hay mayor invasión de espacio público.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Personas con Discapacidad Física de Valledupar, Adán Hernández, esta población es la menos tenida en cuenta a la hora de dar solución a esta problemática. “Lastimosamente somos los más afectados, especialmente en el centro de la ciudad. Cuando no son los andenes sin acceso, son los comerciantes que invaden con su mercancía el espacio público o en su defecto las personas que parquean sus carros y motos como si fuera la terraza de sus casas”, manifestó. En ese sentido, Hernández consideró que es inhumano para la población con discapacidad física transitar por las calles y avenidas de la capital del Cesar, porque se exponen a sufrir accidentes en las vías.
Por: Andreina Galvez
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Personas con Discapacidad Física de Valledupar, Adán Hernández, esta población es la menos tenida en cuenta a la hora de dar solución a esta problemática.
El espacio público en Valledupar parece ser de todos y al mismo tiempo de nadie toda vez que quienes se han apropiado de él no han tenido en cuenta el bienestar colectivo o en su defecto las afectaciones que podrían llegar a ocasionar esta acción a la ciudadanía en general.
Lo paradójico de esta problemática es que en la ciudad quienes se movilizan en motocicletas, taxis, vehículos particulares, en su mayoría, se apropian de los andenes, utilizándolos como parqueaderos. De otro lado están los propietarios de los establecimientos comerciales que ubican las vallas publicitarias y todo tipo de productos en la zona peatonal.
Quienes no se quedan atrás son los dueños de algunas viviendas que a la hora de construir exceden los parámetros permitidos. En varios barrios de la capital del Cesar es común encontrarse con inmuebles que sobresalen de su área obstruyendo los andenes, obligando a los peatones a bajarse a las carreteras.
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Uno de estos casos ocurre en el barrio Esperanza Norte; allí se ha generado un inconformismo en la comunidad porque algunos vecinos se han tomado el espacio de los andenes para estacionar vehículos, otros han levantado rejas a las afueras de sus viviendas e incluso han sembrado una gran cantidad de plantas o puesto grandes peñones impidiendo la libre movilidad de quienes transitan a pie. Así lo reveló a EL PILÓN un grupo de ciudadanos, quienes pidieron mantener su identidad en reserva: “Todo el que pasa por ahí se tiene que bajar”.
Una de las personas afectadas dijo que la situación fue denunciada ante las autoridades de espacio público del municipio, sin embargo, hasta el momento no se ha logrado la recuperación del andén. “Eran tres los infractores. Ellos fueron citados, les dieron un mes de plazo para retirar las rejas, pero ya se cumplió el pasado 23 de agosto”, contó. Pese a que dos de los vecinos se acogieron a la medida, de acuerdo con la comunidad solo uno de ellos se ha negado rotundamente a ceder.
Los habitantes de este barrio instaron a la Secretaría de Gobierno Municipal y a la Unidad de Espacio Público a hacer cumplir las medidas que fueron impuestas: “Que hagan cumplir las normas, cómo es posible que la gente se va apropiar de lo que es público”, expresaron. E insistieron en que la ley debe cobijar a todos, no a unos pocos.
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Lo cierto es que pese a los esfuerzos por parte de la Secretaría de Gobierno y la Unidad de Espacio Público por controlar este tipo de situaciones, en Valledupar se ha vuelto casi imposible devolverle los andenes a sus dueños, los ciudadanos de a pie. No obstante, es importante agregar que recientemente el secretario de Gobierno del municipio, Luis Galvis Núñez, ha estado visitando los puntos donde hay mayor invasión de espacio público.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Personas con Discapacidad Física de Valledupar, Adán Hernández, esta población es la menos tenida en cuenta a la hora de dar solución a esta problemática. “Lastimosamente somos los más afectados, especialmente en el centro de la ciudad. Cuando no son los andenes sin acceso, son los comerciantes que invaden con su mercancía el espacio público o en su defecto las personas que parquean sus carros y motos como si fuera la terraza de sus casas”, manifestó. En ese sentido, Hernández consideró que es inhumano para la población con discapacidad física transitar por las calles y avenidas de la capital del Cesar, porque se exponen a sufrir accidentes en las vías.
Por: Andreina Galvez