“500 años no es nada sin pensáramos cuántos años tiene el ordenamiento de este territorio. Por extracción y atentado de la identidad del territorio nosotros no podemos venir a celebrar”, expresó un líder arhuaco en Sabana Crespo.
Este sábado, el ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, Juan David Correa, se reunió con autoridades y miembros de los cuatro pueblos de la Sierra Nevada en la Casa Indígena ubicada en Valledupar, en medio del debate sobre si celebrar o conmemorar los 500 años de la fundación hispánica de Santa Marta, la ciudad más antigua de Colombia.
El funcionario nacional dialogó con el cabildo gobernador del pueblo kankuamo, Jaime Luis Arias, así como con líderes arhuacos, wiwas y koguis. Luego subió al corregimiento de Sabana Crespo (Gun Aruwun), donde sostuvo un encuentro con más de 500 miembros de esta comunidad arhuaca situada en la parte oriental de la Sierra.
“Yo tengo la voluntad de incluir todas las voces que la Constitución de 1991 incluye, y hay que recordar la autonomía de los pueblos indígenas, sus gobiernos, y en tanto gobiernos deben y merecen ser consultados sobre las decisiones que se tomen en este talante, así como ayer escuché unas voces en Santa Marta, de las instituciones de la ciudad, aquí hay otros gobiernos y me parece apenas natural venir a escucharlos y saber qué piensan sobre la idea de la celebración vs. la conmemoración”, expresó Correa.
“Aquí en Gun Aruwun, ellos han puesto de presente que esa herida que se abrió hace 5 siglos sigue abierta, que ha habido unas desatenciones sobre el territorio, se habló de este lugar y de este planeta como una madre que no ha parado de ser explotada, maltratada por el extractivismo, la violencia, la minería, la ambición y por la codicia”, agregó el ministro.
EL PILÓN acompañó al representante del Gobierno Petro en el recorrido por esta comunidad después de un poco más de una hora de camino destapado por la orilla del río Guatapurí. Al llegar al Kadukwu Mechachun, espacio tradicional de congregación, algunos mamos, líderes y lideresas se expresaron a través de Rigoberto Torres, coordinador de Territorio de la Confederación Indígena Tayrona, quien tradujo la postura de las autoridades.
“500 años no es nada sin pensáramos cuántos años tiene el ordenamiento de este territorio. Por extracción y atentado de la identidad del territorio nosotros no podemos venir a celebrar, eso no es bienvenido, debemos pensar desde la garantía de conservación del ordenamiento territorial y el conocimiento ancestral, cuando no respetan eso ya están atentando”, expresó Torres.
Aunque se tiene en cuenta a Santa Marta como ciudad constituida desde el 29 de julio de 1525 con la llegada del español Rodrigo de Bastidas, este territorio ya era habitado por indígenas, quienes tenían su propia cosmovisión y organización, y sufrieron el ataque de los extranjeros.
Lea: Katanzama, la única comunidad arhuaca que vive frente al mar
Así lo relata Joaquín Viloria de la Hoz, investigador del Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República de Cartagena: “La guerra de los conquistadores españoles contra los taironas se prolongó por cerca de un siglo, entre 1501 y 1600… Los indígenas fueron derrotados a finales del año 1600 y más de setenta de sus caciques fueron condenados a muerte, entre ellos Cuchacique, líder principal y cacique de Jeriboca. Los castigos fueron ejemplares: Cuchacique fue amarrado a dos potros salvajes y su cuerpo desmembrado en cuatro pedazos, cada uno puesto en las diferentes entradas de Santa Marta y su cabeza exhibida en una jaula”.
De la Hoz también describe: “Los indígenas que sobrevivieron fueron obligados a establecerse en poblaciones ubicadas en la llanura y a pagar los mil quinientos pesos que costó la campaña de pacificación. Después de la derrota de los taironas, los españoles concentraron su actividad colonizadora en la zona plana alrededor de la Sierra Nevada, en donde habían fundado las ciudades coloniales de Santa Marta, Ciénaga, Riohacha y Valledupar, y más tarde establecieron las poblaciones de Villanueva, San Juan de Cesar y San Carlos de la Fundación”.
Por eso, el interlocutor arhuaco recalcó que los mamos no ven motivo para celebrar, puesto que la colonización española significó que tuvieran que abandonar los territorios y subir a lo más alto de las montañas, las cuales conservan hoy, y eso no es razón de alegría, sino de “lamento”.
Lea: Estas son las playas con bandera azul más cercanas a Valledupar
En ese sentido, el ministro de las Culturas anunció la conformación de la Comisión Preparatoria que coordinará la conmemoración del quinto centenario de la capital del Magdalena, por medio de la cual serán establecidas mesas técnicas y formas de cooperación para abordar esta polémica fecha.
“Vamos a hacer una mesa técnica de reparación en esta comisión para que se incluyan estos territorios y, por supuesto, los de los pueblos palenqueros… Esto no es un chiste, no es una cosa de tecnócratas versus hippies o de gente que le gusta la naturaleza”, puntualizó Correa.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN
“500 años no es nada sin pensáramos cuántos años tiene el ordenamiento de este territorio. Por extracción y atentado de la identidad del territorio nosotros no podemos venir a celebrar”, expresó un líder arhuaco en Sabana Crespo.
Este sábado, el ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, Juan David Correa, se reunió con autoridades y miembros de los cuatro pueblos de la Sierra Nevada en la Casa Indígena ubicada en Valledupar, en medio del debate sobre si celebrar o conmemorar los 500 años de la fundación hispánica de Santa Marta, la ciudad más antigua de Colombia.
El funcionario nacional dialogó con el cabildo gobernador del pueblo kankuamo, Jaime Luis Arias, así como con líderes arhuacos, wiwas y koguis. Luego subió al corregimiento de Sabana Crespo (Gun Aruwun), donde sostuvo un encuentro con más de 500 miembros de esta comunidad arhuaca situada en la parte oriental de la Sierra.
“Yo tengo la voluntad de incluir todas las voces que la Constitución de 1991 incluye, y hay que recordar la autonomía de los pueblos indígenas, sus gobiernos, y en tanto gobiernos deben y merecen ser consultados sobre las decisiones que se tomen en este talante, así como ayer escuché unas voces en Santa Marta, de las instituciones de la ciudad, aquí hay otros gobiernos y me parece apenas natural venir a escucharlos y saber qué piensan sobre la idea de la celebración vs. la conmemoración”, expresó Correa.
“Aquí en Gun Aruwun, ellos han puesto de presente que esa herida que se abrió hace 5 siglos sigue abierta, que ha habido unas desatenciones sobre el territorio, se habló de este lugar y de este planeta como una madre que no ha parado de ser explotada, maltratada por el extractivismo, la violencia, la minería, la ambición y por la codicia”, agregó el ministro.
EL PILÓN acompañó al representante del Gobierno Petro en el recorrido por esta comunidad después de un poco más de una hora de camino destapado por la orilla del río Guatapurí. Al llegar al Kadukwu Mechachun, espacio tradicional de congregación, algunos mamos, líderes y lideresas se expresaron a través de Rigoberto Torres, coordinador de Territorio de la Confederación Indígena Tayrona, quien tradujo la postura de las autoridades.
“500 años no es nada sin pensáramos cuántos años tiene el ordenamiento de este territorio. Por extracción y atentado de la identidad del territorio nosotros no podemos venir a celebrar, eso no es bienvenido, debemos pensar desde la garantía de conservación del ordenamiento territorial y el conocimiento ancestral, cuando no respetan eso ya están atentando”, expresó Torres.
Aunque se tiene en cuenta a Santa Marta como ciudad constituida desde el 29 de julio de 1525 con la llegada del español Rodrigo de Bastidas, este territorio ya era habitado por indígenas, quienes tenían su propia cosmovisión y organización, y sufrieron el ataque de los extranjeros.
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Así lo relata Joaquín Viloria de la Hoz, investigador del Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República de Cartagena: “La guerra de los conquistadores españoles contra los taironas se prolongó por cerca de un siglo, entre 1501 y 1600… Los indígenas fueron derrotados a finales del año 1600 y más de setenta de sus caciques fueron condenados a muerte, entre ellos Cuchacique, líder principal y cacique de Jeriboca. Los castigos fueron ejemplares: Cuchacique fue amarrado a dos potros salvajes y su cuerpo desmembrado en cuatro pedazos, cada uno puesto en las diferentes entradas de Santa Marta y su cabeza exhibida en una jaula”.
De la Hoz también describe: “Los indígenas que sobrevivieron fueron obligados a establecerse en poblaciones ubicadas en la llanura y a pagar los mil quinientos pesos que costó la campaña de pacificación. Después de la derrota de los taironas, los españoles concentraron su actividad colonizadora en la zona plana alrededor de la Sierra Nevada, en donde habían fundado las ciudades coloniales de Santa Marta, Ciénaga, Riohacha y Valledupar, y más tarde establecieron las poblaciones de Villanueva, San Juan de Cesar y San Carlos de la Fundación”.
Por eso, el interlocutor arhuaco recalcó que los mamos no ven motivo para celebrar, puesto que la colonización española significó que tuvieran que abandonar los territorios y subir a lo más alto de las montañas, las cuales conservan hoy, y eso no es razón de alegría, sino de “lamento”.
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En ese sentido, el ministro de las Culturas anunció la conformación de la Comisión Preparatoria que coordinará la conmemoración del quinto centenario de la capital del Magdalena, por medio de la cual serán establecidas mesas técnicas y formas de cooperación para abordar esta polémica fecha.
“Vamos a hacer una mesa técnica de reparación en esta comisión para que se incluyan estos territorios y, por supuesto, los de los pueblos palenqueros… Esto no es un chiste, no es una cosa de tecnócratas versus hippies o de gente que le gusta la naturaleza”, puntualizó Correa.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN