Se pensaría que la actividad o el acto sexual está “limitado” a la penetración, ya sea vaginal o anal. Actualmente existe una práctica en la que no se produce el coito para lograr llegar al máximo nivel de placer tanto en el hombre como en la mujer.

El ‘Petting’, que en español traduce ‘acariciar’, es una práctica sexual placentera cuyo único fin es besar, acariciar o rozar a la pareja dejando a un lado completamente la penetración y el sexo oral. En palabras de la sexóloga Esther Balac, columnista de El Tiempo, el ‘Petting’ “no es otra cosa que la faena, pero con la ropa puesta”.

Incluso, según señaló la Enciclopedia Británica, en algunos países de África las personas acuden a esta práctica para “reemplazar el sexo antes del matrimonio, preservar la virginidad y evitar el embarazo”.
Esta práctica, como muchas otras, otorga u ofrece ventajas a la hora de realizarlas, algunas de ellas son: Seguridad: con esta práctica no hay contacto directo de genitales, lo que reduce la posibilidad de contraer una infección de transmisión sexual, ITS.

Imaginación: a través de las caricias se llegan a encontrar zonas que producen la excitación, por lo que se logra una máxima satisfacción. Además, la ropa cumple un papel protagonista, ya que el ‘Petting’ lleva a la persona a sentir las prendas y pensar qué hay debajo de ellas.