Rectores cuentan cómo la falta de conectividad impide continuar con las clases virtuales en algunas escuelas de la zona rural del departamento. Hay lugares donde no tienen conexión a internet ni llega señal de celular.
A casi una hora de la cabecera municipal de Codazzi, vía la serranía de Perijá, está ubicada la sede principal del Centro Educativo San Jacinto, el cual lleva el mismo nombre de la vereda. En el centro educativo se forman desde prescolar a 11° cerca de 330 estudiantes de pueblos aledaños.
Por orden presidencial suspendieron las clases. Sin embargo no podrán continuar de forma virtual porque ni la institución ni la mayoría de estudiantes cuentan con señal a internet o equipos de cómputos. Así lo narra su rector, Edwin De La Cruz Mejía.
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“Nosotros trabajamos con el material que los maestro físicamente pueden conseguir pero no se tiene una herramienta tecnológica que apoye al maestro. Es muy difícil, se necesita la conectividad porque eso facilitaría el aprendizaje”, reclama el profesor.
En su sede principal y en las secundarias reciben estudiantes de las veredas de San Jacinto, Milagro Alto, Milagro Bajo, Zorrocuco, Agua Bonita, San Miguel, La Duda Alta, entre otras. En casos, algunos estudiantes tardan casi dos horas de camino para llegar a la escuela. En algunas veredas hay energía eléctrica pero aún no llega la conexión a internet.
También en las montañas de la serranía de Perijá, pero en la jurisdicción del municipio de Manaure, está enclavado, a casi 2.000 metros de altura, el Centro Educativo de la vereda San Antonio. Hace alrededor de dos años llegó la conexión de internet y la energía eléctrica a la institución. Con eso, cuenta su rector, Dairo Calderón, mejoraron los procesos educativos y algunos promedios en las Pruebas Saber 11.
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La institución está a poco menos de una hora de la zona urbana de Manaure. Algunos estudiantes deben caminar hasta hora y media por caminos destapados de la serranía de Perijá para llegar a la escuela. La llegada de la luz fue un cambio rotundo para la vereda y para la institución. Ahora nosotros estamos haciendo un convenio con el Ministerio de las TIC para contar con el servicio de computadores portátiles”, comentó el rector.
Aunque algunos de sus estudiantes pertenecen a la zona urbana y cuentan con señal a internet, la mayoría de la zona rural no cuenta con conexión en sus casas por lo que en San Antonio tuvieron que alterar el calendario educativo y adelantar las vacaciones a la espera de nuevas órdenes presidenciales.
Esa escasa o nula conexión en la zona rural es la que ha extendido la brecha en los resultados de las pruebas de Estado entre la cabecera municipal y las zonas alejadas. Entre las 100 mejores instituciones educativas del Cesar en las pruebas Saber 11° del 2019 no aparece ninguna de la zona rural, y al contrario, las 20 instituciones con los peores resultados del Cesar en las Icfes pertenecen a la zona rural y están en los municipios de Pueblo Bello, Codazzi, Río de Oro, Tamalameque y Astrea.
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Es por eso que los rectores de la zona rural señalan que las diferencias seguirán vigentes mientras no se construyan políticas de inclusión educativa, empezando por la llegada del internet a zonas alejadas del Cesar.
“La falta de internet afecta nuestra calidad educativa porque buena parte de los contenidos de las áreas que se podrían aprovechar, utilizando recursos de internet, son imposibles. Tenemos televisores inteligentes que no se pueden usar porque el internet no da”, complementó el profesor Josué Sarmiento de la Institución del corregimiento de Aguas Blancas, Valledupar.
Por: Deivis Caro / EL PILÓN
Rectores cuentan cómo la falta de conectividad impide continuar con las clases virtuales en algunas escuelas de la zona rural del departamento. Hay lugares donde no tienen conexión a internet ni llega señal de celular.
A casi una hora de la cabecera municipal de Codazzi, vía la serranía de Perijá, está ubicada la sede principal del Centro Educativo San Jacinto, el cual lleva el mismo nombre de la vereda. En el centro educativo se forman desde prescolar a 11° cerca de 330 estudiantes de pueblos aledaños.
Por orden presidencial suspendieron las clases. Sin embargo no podrán continuar de forma virtual porque ni la institución ni la mayoría de estudiantes cuentan con señal a internet o equipos de cómputos. Así lo narra su rector, Edwin De La Cruz Mejía.
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“Nosotros trabajamos con el material que los maestro físicamente pueden conseguir pero no se tiene una herramienta tecnológica que apoye al maestro. Es muy difícil, se necesita la conectividad porque eso facilitaría el aprendizaje”, reclama el profesor.
En su sede principal y en las secundarias reciben estudiantes de las veredas de San Jacinto, Milagro Alto, Milagro Bajo, Zorrocuco, Agua Bonita, San Miguel, La Duda Alta, entre otras. En casos, algunos estudiantes tardan casi dos horas de camino para llegar a la escuela. En algunas veredas hay energía eléctrica pero aún no llega la conexión a internet.
También en las montañas de la serranía de Perijá, pero en la jurisdicción del municipio de Manaure, está enclavado, a casi 2.000 metros de altura, el Centro Educativo de la vereda San Antonio. Hace alrededor de dos años llegó la conexión de internet y la energía eléctrica a la institución. Con eso, cuenta su rector, Dairo Calderón, mejoraron los procesos educativos y algunos promedios en las Pruebas Saber 11.
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La institución está a poco menos de una hora de la zona urbana de Manaure. Algunos estudiantes deben caminar hasta hora y media por caminos destapados de la serranía de Perijá para llegar a la escuela. La llegada de la luz fue un cambio rotundo para la vereda y para la institución. Ahora nosotros estamos haciendo un convenio con el Ministerio de las TIC para contar con el servicio de computadores portátiles”, comentó el rector.
Aunque algunos de sus estudiantes pertenecen a la zona urbana y cuentan con señal a internet, la mayoría de la zona rural no cuenta con conexión en sus casas por lo que en San Antonio tuvieron que alterar el calendario educativo y adelantar las vacaciones a la espera de nuevas órdenes presidenciales.
Esa escasa o nula conexión en la zona rural es la que ha extendido la brecha en los resultados de las pruebas de Estado entre la cabecera municipal y las zonas alejadas. Entre las 100 mejores instituciones educativas del Cesar en las pruebas Saber 11° del 2019 no aparece ninguna de la zona rural, y al contrario, las 20 instituciones con los peores resultados del Cesar en las Icfes pertenecen a la zona rural y están en los municipios de Pueblo Bello, Codazzi, Río de Oro, Tamalameque y Astrea.
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Es por eso que los rectores de la zona rural señalan que las diferencias seguirán vigentes mientras no se construyan políticas de inclusión educativa, empezando por la llegada del internet a zonas alejadas del Cesar.
“La falta de internet afecta nuestra calidad educativa porque buena parte de los contenidos de las áreas que se podrían aprovechar, utilizando recursos de internet, son imposibles. Tenemos televisores inteligentes que no se pueden usar porque el internet no da”, complementó el profesor Josué Sarmiento de la Institución del corregimiento de Aguas Blancas, Valledupar.
Por: Deivis Caro / EL PILÓN