La dinámica del mercado laboral en Valledupar muestra señales mixtas al cerrar agosto de 2025 con una tasa de desempleo del 9,5 %, una reducción notable de 1,9 puntos porcentuales frente al mismo período del 2024, que según el DANE representa una mejora significativa en la generación de empleo en una ciudad que históricamente ha enfrentado retos en este aspecto.
Este porcentaje está levemente por encima del promedio nacional, que se ubicó en 8,6 %, y se compara con la tasa general de desocupación en 23 ciudades principales, situadas en 8,4 % en el mismo lapso. La entidad estadística reportó 205.000 trabajadores en la capital cesarense, estos son 21.000 empleos más que en 2024, cuando el número de ocupados era 184.000.
No obstante, esta mejora esconde una realidad compleja: Valledupar mantiene una tasa de informalidad laboral del 64,9 % en agosto de 2025, superior al promedio nacional (55,7 %) y por encima de otras ciudades intermedias y capitales del país, ocupando el preocupante segundo puesto, solo después de Sincelejo (69,1 %).
Cuenta propia y particular
Este fenómeno indica que la mayoría de los trabajadores en Valledupar todavía depende de empleos sin las garantías sociales y laborales formales, la mayoría en el sector del comercio, una situación que limita su estabilidad económica y acceso a beneficios como salud, pensiones y contratos laborales.
Como lo ha advertido el Centro de Estudios Socioeconómicos Regionales (Cesore), ha crecido el número de cuentapropistas, es decir, personas que crean sus propios medios de trabajo; hasta agosto había 79.000, mientras que empleados particulares había 98.000 y unas 3.000 personas que trabajan con sus familias pero no reciben remuneración. La mayoría laboran en actividades de cuidado, pero no son reconocidas, mientras que el empleo asalariado formal, especialmente en sectores públicos y privados, crece lentamente.
Desempleo juvenil
Por otro lado, el segmento juvenil en Valledupar experimentó una tasa de desempleo del 15 % para el último trimestre móvil registrado, cifra que, aunque mejoró respecto al año pasado, sigue siendo alta en comparación con ciudades que han implementado políticas activas de empleo juvenil y formación técnica.
Por Redacción EL PILÓN.











