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El Vallenato - 12 junio, 2019

Emilio Oviedo, el impulsor de Rafael Orozco

Casi cuarenta años después de su primer encuentro en Aguachica, Emilio Oviedo recordó el momento en el conoció a Rafael Orozco y como impulsó su carrera musical.

Emilio Oviedo, acordeonero.
Emilio Oviedo, acordeonero.

Interpretando en su acordeón las notas musicales de la canción ‘Cariñito de mi vida’, grabada por Rafael Orozco, el acordeonero Emilio Oviedo Corrales recordó el inicio de su historia musical con el cantante, asesinado 27 años atrás en Barranquilla, Atlántico.

“Ay en tiempos de invierno en la montaña, las cubren las nubes en la cima y se reverdece la sabana, se colma la fauna de alegría”, dice la canción compuesta por Diomedes Díaz y que dio a conocer a Rafael Orozco con el acordeón de ‘El Comandante’, como se le conoce dentro del folclor. Sobre esta canción hay anécdotas que guarda Oviedo en su memoria.

La pieza fue incluida en el álbum ‘Adelante’ grabado en 1975, el primero de una carrera llena de éxitos para Rafael, quien era un muchacho inexperto, pero con un talento envidiable, descubierto por el maestro Emilio durante una parranda en Aguachica, Cesar.

“Esta canción impulsó a tres artistas: Diomedes Díaz como compositor, Rafael Orozco como cantante y a mí como acordeonero”, dijo emocionado el rey vallenato 1970.

LOS RECUERDOS

Emilio Oviedo, quien se ha caracterizado por descubrir a varios artistas de la música vallenata como al mismo Diomedes y por supuesto a Orozco, trajo a su memoria el día que conoció a ‘Rafa’, quien era su vecino y admirador en el barrio Sicarare de Valledupar, pero con quien por caprichos del destino nunca habían entablado una conversación.

Nostálgico rememoró ese momento cuando Rafael era un estudiante del Colegio Nacional Loperena de Valledupar y a quien decidió darle la oportunidad para apoyar su talento.

“A mí me salió un viaje para Aguachica para acompañar al gobernador Manuel Germán Cuello que iba a hacer una inauguración en ese municipio y en el camino me encontré con José Díaz Cuadro, un hombre parrandero que decidió acompañarnos. Nos embarcamos en el vagón en la camioneta y nos fuimos cantando, pero recibí mucho aire y polvo porque la carretera estaba destapada por partes y llegué afónico a Aguachica. No podía cantar, sin embargo me puse a complacer al gobernador y a tocar, pero se escuchaba muy feo”, recuerda el acordeonero.

En ese instante, según su historia, se acercó un muchacho a la puerta del salón donde estaban y le dijo: “oye mi hermano, lo veo mal de la garganta, si quiere lo acompaño en una canción”, era Rafael Orozco, quien pedía un espacio para demostrar su talento.

“Le pregunté cuál canción se sabía y me dijo que de Los Zuleta, la que sea. Decidí tocar el ‘Trovador ambulante’ y el tipo empezó a cantar, no era una voz fuerte como la que uno acostumbra a cantar, pero era una voz muy agradable, muy dulce, un color de voz diferente. Tocamos unas cinco canciones. Le pregunté donde vivía y fue cuando me enteré que era vecino mío en Valledupar y nos pusimos de acuerdo para empezar la unión musical”, puntualizó Oviedo Corrales.

CARRERA JUNTOS

Rafael Orozco y Emilio Oviedo grabaron su primera producción musical en 1975, álbum del agrado del pueblo vallenato, que en su afán por seguir escuchando más canciones nuevas de los artistas los impulsaron para que ese mismo año grabaran su segundo álbum ‘Con sentimiento’. Aunque no tuvo gran acogida como el primero sí logró cumplir con las expectativas de los amantes del folclor vallenato.

Entre risas, Emilio recordó cómo enseñaba a Rafael a saludar en las canciones y mencionó que fue él quien apodó a Diomedes Díaz como ‘El Cacique de La Junta’. “Lo bauticé así porque yo inventaba los saludos y le decía a Rafa como iba a decir en la grabación de las canciones”, cuenta.

Rafael Orozco, nacido en Becerril, Cesar, fue asesinado el 11 de junio de 1992 en Barranquilla. Su muerte estremeció a Colombia entera, en cada esquina su música era escuchada y sus canciones coreadas por sus fanáticos, quienes lloraban inconsolables la partida de su artista.

“Se conmemoran los 27 años del fallecimiento de Rafael Orozco, un hombre grande que se nos fue muy temprano. De verdad que me da mucha nostalgia recordar esos momentos, porque Rafael Orozco era una persona muy importante y muy valiosa para el folclor”, dijo Emilio.

Por: Carmen Lucía Mendoza Cuello

El Vallenato
12 junio, 2019

Emilio Oviedo, el impulsor de Rafael Orozco

Casi cuarenta años después de su primer encuentro en Aguachica, Emilio Oviedo recordó el momento en el conoció a Rafael Orozco y como impulsó su carrera musical.


Emilio Oviedo, acordeonero.
Emilio Oviedo, acordeonero.

Interpretando en su acordeón las notas musicales de la canción ‘Cariñito de mi vida’, grabada por Rafael Orozco, el acordeonero Emilio Oviedo Corrales recordó el inicio de su historia musical con el cantante, asesinado 27 años atrás en Barranquilla, Atlántico.

“Ay en tiempos de invierno en la montaña, las cubren las nubes en la cima y se reverdece la sabana, se colma la fauna de alegría”, dice la canción compuesta por Diomedes Díaz y que dio a conocer a Rafael Orozco con el acordeón de ‘El Comandante’, como se le conoce dentro del folclor. Sobre esta canción hay anécdotas que guarda Oviedo en su memoria.

La pieza fue incluida en el álbum ‘Adelante’ grabado en 1975, el primero de una carrera llena de éxitos para Rafael, quien era un muchacho inexperto, pero con un talento envidiable, descubierto por el maestro Emilio durante una parranda en Aguachica, Cesar.

“Esta canción impulsó a tres artistas: Diomedes Díaz como compositor, Rafael Orozco como cantante y a mí como acordeonero”, dijo emocionado el rey vallenato 1970.

LOS RECUERDOS

Emilio Oviedo, quien se ha caracterizado por descubrir a varios artistas de la música vallenata como al mismo Diomedes y por supuesto a Orozco, trajo a su memoria el día que conoció a ‘Rafa’, quien era su vecino y admirador en el barrio Sicarare de Valledupar, pero con quien por caprichos del destino nunca habían entablado una conversación.

Nostálgico rememoró ese momento cuando Rafael era un estudiante del Colegio Nacional Loperena de Valledupar y a quien decidió darle la oportunidad para apoyar su talento.

“A mí me salió un viaje para Aguachica para acompañar al gobernador Manuel Germán Cuello que iba a hacer una inauguración en ese municipio y en el camino me encontré con José Díaz Cuadro, un hombre parrandero que decidió acompañarnos. Nos embarcamos en el vagón en la camioneta y nos fuimos cantando, pero recibí mucho aire y polvo porque la carretera estaba destapada por partes y llegué afónico a Aguachica. No podía cantar, sin embargo me puse a complacer al gobernador y a tocar, pero se escuchaba muy feo”, recuerda el acordeonero.

En ese instante, según su historia, se acercó un muchacho a la puerta del salón donde estaban y le dijo: “oye mi hermano, lo veo mal de la garganta, si quiere lo acompaño en una canción”, era Rafael Orozco, quien pedía un espacio para demostrar su talento.

“Le pregunté cuál canción se sabía y me dijo que de Los Zuleta, la que sea. Decidí tocar el ‘Trovador ambulante’ y el tipo empezó a cantar, no era una voz fuerte como la que uno acostumbra a cantar, pero era una voz muy agradable, muy dulce, un color de voz diferente. Tocamos unas cinco canciones. Le pregunté donde vivía y fue cuando me enteré que era vecino mío en Valledupar y nos pusimos de acuerdo para empezar la unión musical”, puntualizó Oviedo Corrales.

CARRERA JUNTOS

Rafael Orozco y Emilio Oviedo grabaron su primera producción musical en 1975, álbum del agrado del pueblo vallenato, que en su afán por seguir escuchando más canciones nuevas de los artistas los impulsaron para que ese mismo año grabaran su segundo álbum ‘Con sentimiento’. Aunque no tuvo gran acogida como el primero sí logró cumplir con las expectativas de los amantes del folclor vallenato.

Entre risas, Emilio recordó cómo enseñaba a Rafael a saludar en las canciones y mencionó que fue él quien apodó a Diomedes Díaz como ‘El Cacique de La Junta’. “Lo bauticé así porque yo inventaba los saludos y le decía a Rafa como iba a decir en la grabación de las canciones”, cuenta.

Rafael Orozco, nacido en Becerril, Cesar, fue asesinado el 11 de junio de 1992 en Barranquilla. Su muerte estremeció a Colombia entera, en cada esquina su música era escuchada y sus canciones coreadas por sus fanáticos, quienes lloraban inconsolables la partida de su artista.

“Se conmemoran los 27 años del fallecimiento de Rafael Orozco, un hombre grande que se nos fue muy temprano. De verdad que me da mucha nostalgia recordar esos momentos, porque Rafael Orozco era una persona muy importante y muy valiosa para el folclor”, dijo Emilio.

Por: Carmen Lucía Mendoza Cuello