Un invierno intenso pone de manifiesto las insuficiencias del sistema de alcantarillado, que si bien es cierto, esta no es una problemática nueva y se hace mucho más evidente en tiempos de lluvia, cuando las tuberías son incapaces de contener la cantidad de agua que cae en el municipio.

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Es común transitar las calles de Valledupar y encontrar una, dos o más alcantarillas desbordadas, generando mal olor y proliferación de mosquitos, afectando así la salud y el bienestar de los habitantes.

“En épocas de invierno se incrementan los reportes, pero nuestra atención es inmediata” aseguró Rafael Nicolás Maestre, gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar. Sin embargo, en los últimos días, el derrame de aguas negras se ha notado en algunos sectores de la capital del Cesar.

Diariamente Emdupar recibe más de 35 reportes diarios por fallas en el sistema de alcantarillado, que al colapsar arroja elementos residuales a las calles, afectando así los cuerpos de agua del sector.

“Estamos solucionando un problema de Álamos II, tenemos una obstrucción en una tubería de alcantarillado; estamos identificando el tramo porque al parecer cuando construyeron hace muchos años la obra de alcantarillado dejaron los pozos a más de 400 metros y la norma dice que deben estar a 80 metros para solucionar”, explicó el gerente.

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Por su parte, Mauricio, habitante del barrio Álamos II, manifestó: “Yo le he hecho seguimiento en el mes de marzo; en este lapso se rebosa como 3 o 4 veces, y el mes que va en curso ya se colapsó con los aguaceros que cayeron. Esto es terrible porque está afectando con las aguas negras los cuerpos de agua como las acequias”.

MÁS CULTURA CIUDADANA

Desde distintos puntos de la ciudad se escuchan las voces de quienes se quejan por esta problemática histórica en la ciudad al tener que soportar que esas aguas se filtren en sus casas, ocasionando olores nauseabundos.

“Esto es parte y parte, la política pública y el comportamiento social individual porque también es clave lo que hagamos desde la casa”, señaló el habitante de Álamos II.

No hay que dejar de lado que la cultura ciudadana también es de vital importancia para evitar que se repitan estas situaciones, por lo que se recomienda no arrojar desechos por los conductos de alcantarillado y el retrete como toallas húmedas, hisopos y medicamentos, ya que estos ocasionan grandes daños a los organismos acuáticos.

“Muchas veces encontramos que a los pozos de infección les roban las tapas para extraer el hierro y venderlo. Cuando esos pozos quedan sin tapas empiezan a entrarle materiales que impactan y colapsan la red y comienza a salir agua residual por el pozo más cercano” concluyó el gerente de Emdupar.

KETTY GUTIÉRREZ/EL PILÓN
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