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Informes Especiales - 6 marzo, 2019

El eterno contratista del transporte escolar en Valledupar

En los últimos años el servicio de transporte escolar de Valledupar ha sido dominado por un empresario que ha ganado espacio en la contratación pública por su fortaleza financiera.

Se espera que el próximo lunes inicie el servicio de transporte escolar en Valledupar.

Foto: Joaquín Ramírez
Se espera que el próximo lunes inicie el servicio de transporte escolar en Valledupar. Foto: Joaquín Ramírez

El Plan de Alimentación Escolar, PAE, y el servicio de transporte escolar no iniciaron a tiempo este año en Valledupar y sus corregimientos. Es un problema giratorio que todos saben que pasará pero que no se evita.

La situación del PAE es más complicada. Una de las empresas del único consorcio oferente registraba presuntas irregularidades, por lo tanto la adjudicación quedó desierta hasta el próximo 18 de marzo. Casi dos meses completarán los estudiantes sin alimentación escolar.

Lea también: Por incumplimientos en el servicio de transporte y alimentación, estudiantes de Patillal entraron en paro

El servicio de transporte escolar luce menos oscuro. A un mes de iniciar las clases, se espera que mañana jueves 7 de marzo se adjudique el contrato al único oferente: el Consorcio de Transportes Especiales Buenos Aires. La promesa es que desde el lunes empiece a prestar el servicio.

Dentro del gremio de transportadores hay un nombre que es reconocido por su experiencia: Reinaldo Carvajal Riveira. Son más de 20 años que Carvajal Riveira lleva trabajando en el sector del transporte, tiempo suficiente para crear una de las empresas más reconocidas de Valledupar y el Cesar en este sector. Esa fortaleza le ha permitido ser el contratista de forma continua del servicio de transporte escolar en Valledupar y otros municipios del Cesar en los últimos cinco o seis años.

Este año no tendrá competidores, así que todo augura que le será adjudicado el contrato de $3.080.998.200 por los resultados que obtuvo el Consorcio en las calificaciones que realizan los evaluadores.
Mientras tanto, ayer martes en la mañana, los estudiantes de la Institución Educativa de Patillal cerraron el portón para no dar clases. ¿Por qué? Desde hace un mes que iniciaron clases no tienen el servicio de transporte.

La escuela de Patillal es lo más cercano a una escuela regional. De los más de 380 estudiantes que se preparan en sus instalaciones, casi 200 provienen de otros corregimientos del norte de Valledupar: La Vega, La Mina y Atánquez.

Como lo reconoce María del Mar Guerra, del grado 11 de esta escuela, hay padres de familia que no cuentan con los recursos necesarios para pagar entre 3.000 y 5.000 pesos diarios por el pasaje. “Solo estamos pidiendo que nos solucionen el transporte. Ellos son hijos de pequeños trabajadores, y no tienen 3.000 mil pesos para estar pagando diariamente de La Vega al colegio y 5.000 pesos los de Atánquez”, aseguró María del Mar.

Lea también: Estudiantes de Valledupar siguen sin alimentación escolar

GANADOR CON O SIN COMPETENCIA

En años anteriores ha competido frente a consorcios locales y nacionales, ganando casi de forma seguida desde el 2013 la contratación del servicio de transporte escolar.

El Consorcio de Transportes Especiales Buenos Aires lo conforman dos empresas: Transcar LTDA, cuyo representante legal es Reinaldo Carvajal Riveira, y Transportes Mamonal SAS, cuyo representante legal es Eduardo Barcenas Vergara, con una participación de 95 % el primero y 5 % el segundo, según reposa en el SECOP 1.

Ambos han sido socios en la contratación del transporte escolar, pero el brazo fuerte siempre lo ha puesto Carvajal Riveira, quien lleva más de 10 años trabajando en lo público.

El año pasado, la empresa de Carvajal Riveira ganó la licitación. En el 2018 la administración municipal logró gestionarla a mitad de febrero, por lo que los estudiantes no demoraron tanto tiempo sin transporte.
En ese año, el escogido fue el Consorcio de Transportes Tezhumke del que Carvajal Riveira era el representante legal y hombre fuerte.

LOS CUELLOS DE BOTELLA

Uno de los cuellos de botella en las contrataciones de este tipo es la habilitación financiera y la experiencia que sirven para determinar si las propuestas son hábiles para continuar participando en los procesos de selección.

Esa fue una de las observaciones del año pasado a las condiciones del contrato. “Teniendo en cuenta el principio de igualdad y selección objetiva, se solicita eliminar el requisito de acreditar la ejecución de un número de rutas igual o superior al 80 %. En cambio de ello se solicita poder acreditar la experiencia con una mayor cantidad de procesos”, fue la observación de Nubia Yanneth Ladino Ochoa, representante legal de Coopamer, una empresa de transporte.

Esta observación se repite en años anteriores, por ejemplo en el 2015. En ese momento, Reinaldo Carvajal Riveira ganó la contratación como representante legal del Consorcio Transportes Cañahuate.

En el 2015, desde un comienzo el otro oferente presentó observaciones a las condiciones del contrato. La primera estuvo relacionada con el nivel de liquidez financiera. “Se solicita a la entidad municipal que la base para medir el índice de liquidez parta desde 0.5 y no desde 1.2 como lo indica el proyecto de pliego de condiciones, ya que asumir un índice partiendo del solicitado no afecta el cumplimiento de lo ofertado por el oferente”, decía la primera observación, firmada por Jairo Ortega Osorio, representante legal de Integración de Transporte Colombiano.

Lea también: Fiscalía investiga 25 casos en contratos de alimentación escolar

La segunda observación estaba relacionada con la experiencia. “Por otro lado, para el caso de la experiencia general, como para la específica, no se observa dentro de los documentos publicados para el presente proceso un estudio de sector de conformidad a lo señalado por el Decreto 1150 de 2013 que permita unas exigencias ajustadas a la realidad de este mercado, tal pareciera que se hicieron estas exigencias de manera caprichosa sin ninguna justificación”, aseguraba la observación.

Según la observación, condiciones como estas limitaban la participación plural de oferentes, condiciones establecidas sin “ningún estudio”.
En ese año ganaron presentando una oferta de $1.783 millones, más económica que la de su competidor, la Unión Temporal Trans Escolar Valledupar que presentó una propuesta de $1.934 millones. Sin embargo, a los pocos meses se realizaron dos adiciones al contrato, ambas mayores de 400 millones, por lo que la cuantía del contrato terminó en $2.674.094.124.

En el 2013, Riveira ganó con el consorcio Transportes del Valle; en el 2015 con Consorcio Transportes Cañahuate.
El caso más parecido al presente año es del 2016. No fue hasta el 9 de marzo, mes largo de haber iniciado la clase, que se firmó el contrato de transporte escolar. Vale aclarar que los contratistas no guardan responsabilidad en las demoras de la adjudicación del contrato, mientras que las autoridades municipales señalan que el problema viene a nivel nacional.

Ese año, como representante legal, Carvajal Riveira ganó el contrato de transporte público por un valor de $2,720 millones, con el Consorcio de Transportes Especiales del Valle de Upar, en el cual tenía una participación del 75 %.

Mientras que el 2017, también como único oferente, lo ganó con el Consorcio de Transportes Especiales Eupari, en el que tenía una participación del 95 %.

De manera que los procesos, según los pocos oferentes que han enfrentado a Carvajal Riveira, están hechos a una medida que solo favorece a uno. Al final uno tiene que ganar, pero no siempre son los niños.

Por DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
[email protected]

Informes Especiales
6 marzo, 2019

El eterno contratista del transporte escolar en Valledupar

En los últimos años el servicio de transporte escolar de Valledupar ha sido dominado por un empresario que ha ganado espacio en la contratación pública por su fortaleza financiera.


Se espera que el próximo lunes inicie el servicio de transporte escolar en Valledupar.

Foto: Joaquín Ramírez
Se espera que el próximo lunes inicie el servicio de transporte escolar en Valledupar. Foto: Joaquín Ramírez

El Plan de Alimentación Escolar, PAE, y el servicio de transporte escolar no iniciaron a tiempo este año en Valledupar y sus corregimientos. Es un problema giratorio que todos saben que pasará pero que no se evita.

La situación del PAE es más complicada. Una de las empresas del único consorcio oferente registraba presuntas irregularidades, por lo tanto la adjudicación quedó desierta hasta el próximo 18 de marzo. Casi dos meses completarán los estudiantes sin alimentación escolar.

Lea también: Por incumplimientos en el servicio de transporte y alimentación, estudiantes de Patillal entraron en paro

El servicio de transporte escolar luce menos oscuro. A un mes de iniciar las clases, se espera que mañana jueves 7 de marzo se adjudique el contrato al único oferente: el Consorcio de Transportes Especiales Buenos Aires. La promesa es que desde el lunes empiece a prestar el servicio.

Dentro del gremio de transportadores hay un nombre que es reconocido por su experiencia: Reinaldo Carvajal Riveira. Son más de 20 años que Carvajal Riveira lleva trabajando en el sector del transporte, tiempo suficiente para crear una de las empresas más reconocidas de Valledupar y el Cesar en este sector. Esa fortaleza le ha permitido ser el contratista de forma continua del servicio de transporte escolar en Valledupar y otros municipios del Cesar en los últimos cinco o seis años.

Este año no tendrá competidores, así que todo augura que le será adjudicado el contrato de $3.080.998.200 por los resultados que obtuvo el Consorcio en las calificaciones que realizan los evaluadores.
Mientras tanto, ayer martes en la mañana, los estudiantes de la Institución Educativa de Patillal cerraron el portón para no dar clases. ¿Por qué? Desde hace un mes que iniciaron clases no tienen el servicio de transporte.

La escuela de Patillal es lo más cercano a una escuela regional. De los más de 380 estudiantes que se preparan en sus instalaciones, casi 200 provienen de otros corregimientos del norte de Valledupar: La Vega, La Mina y Atánquez.

Como lo reconoce María del Mar Guerra, del grado 11 de esta escuela, hay padres de familia que no cuentan con los recursos necesarios para pagar entre 3.000 y 5.000 pesos diarios por el pasaje. “Solo estamos pidiendo que nos solucionen el transporte. Ellos son hijos de pequeños trabajadores, y no tienen 3.000 mil pesos para estar pagando diariamente de La Vega al colegio y 5.000 pesos los de Atánquez”, aseguró María del Mar.

Lea también: Estudiantes de Valledupar siguen sin alimentación escolar

GANADOR CON O SIN COMPETENCIA

En años anteriores ha competido frente a consorcios locales y nacionales, ganando casi de forma seguida desde el 2013 la contratación del servicio de transporte escolar.

El Consorcio de Transportes Especiales Buenos Aires lo conforman dos empresas: Transcar LTDA, cuyo representante legal es Reinaldo Carvajal Riveira, y Transportes Mamonal SAS, cuyo representante legal es Eduardo Barcenas Vergara, con una participación de 95 % el primero y 5 % el segundo, según reposa en el SECOP 1.

Ambos han sido socios en la contratación del transporte escolar, pero el brazo fuerte siempre lo ha puesto Carvajal Riveira, quien lleva más de 10 años trabajando en lo público.

El año pasado, la empresa de Carvajal Riveira ganó la licitación. En el 2018 la administración municipal logró gestionarla a mitad de febrero, por lo que los estudiantes no demoraron tanto tiempo sin transporte.
En ese año, el escogido fue el Consorcio de Transportes Tezhumke del que Carvajal Riveira era el representante legal y hombre fuerte.

LOS CUELLOS DE BOTELLA

Uno de los cuellos de botella en las contrataciones de este tipo es la habilitación financiera y la experiencia que sirven para determinar si las propuestas son hábiles para continuar participando en los procesos de selección.

Esa fue una de las observaciones del año pasado a las condiciones del contrato. “Teniendo en cuenta el principio de igualdad y selección objetiva, se solicita eliminar el requisito de acreditar la ejecución de un número de rutas igual o superior al 80 %. En cambio de ello se solicita poder acreditar la experiencia con una mayor cantidad de procesos”, fue la observación de Nubia Yanneth Ladino Ochoa, representante legal de Coopamer, una empresa de transporte.

Esta observación se repite en años anteriores, por ejemplo en el 2015. En ese momento, Reinaldo Carvajal Riveira ganó la contratación como representante legal del Consorcio Transportes Cañahuate.

En el 2015, desde un comienzo el otro oferente presentó observaciones a las condiciones del contrato. La primera estuvo relacionada con el nivel de liquidez financiera. “Se solicita a la entidad municipal que la base para medir el índice de liquidez parta desde 0.5 y no desde 1.2 como lo indica el proyecto de pliego de condiciones, ya que asumir un índice partiendo del solicitado no afecta el cumplimiento de lo ofertado por el oferente”, decía la primera observación, firmada por Jairo Ortega Osorio, representante legal de Integración de Transporte Colombiano.

Lea también: Fiscalía investiga 25 casos en contratos de alimentación escolar

La segunda observación estaba relacionada con la experiencia. “Por otro lado, para el caso de la experiencia general, como para la específica, no se observa dentro de los documentos publicados para el presente proceso un estudio de sector de conformidad a lo señalado por el Decreto 1150 de 2013 que permita unas exigencias ajustadas a la realidad de este mercado, tal pareciera que se hicieron estas exigencias de manera caprichosa sin ninguna justificación”, aseguraba la observación.

Según la observación, condiciones como estas limitaban la participación plural de oferentes, condiciones establecidas sin “ningún estudio”.
En ese año ganaron presentando una oferta de $1.783 millones, más económica que la de su competidor, la Unión Temporal Trans Escolar Valledupar que presentó una propuesta de $1.934 millones. Sin embargo, a los pocos meses se realizaron dos adiciones al contrato, ambas mayores de 400 millones, por lo que la cuantía del contrato terminó en $2.674.094.124.

En el 2013, Riveira ganó con el consorcio Transportes del Valle; en el 2015 con Consorcio Transportes Cañahuate.
El caso más parecido al presente año es del 2016. No fue hasta el 9 de marzo, mes largo de haber iniciado la clase, que se firmó el contrato de transporte escolar. Vale aclarar que los contratistas no guardan responsabilidad en las demoras de la adjudicación del contrato, mientras que las autoridades municipales señalan que el problema viene a nivel nacional.

Ese año, como representante legal, Carvajal Riveira ganó el contrato de transporte público por un valor de $2,720 millones, con el Consorcio de Transportes Especiales del Valle de Upar, en el cual tenía una participación del 75 %.

Mientras que el 2017, también como único oferente, lo ganó con el Consorcio de Transportes Especiales Eupari, en el que tenía una participación del 95 %.

De manera que los procesos, según los pocos oferentes que han enfrentado a Carvajal Riveira, están hechos a una medida que solo favorece a uno. Al final uno tiene que ganar, pero no siempre son los niños.

Por DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
[email protected]