Consternada se encuentra la comunidad educativa del colegio Pablo VI de Valledupar por el fallecimiento de Jesús Daniel Saurith Moya, docente de matemáticas de 24 años, quien murió en la noche de este martes 12 de agosto en la Clínica Alta Complejidad, tras permanecer tres días hospitalizado luego de sufrir un grave accidente de tránsito.
De acuerdo con el reporte policial, el siniestro ocurrió el pasado domingo 10 de agosto, hacia las 4 a. m., en inmediaciones de la glorieta del Obelisco, en la carrera 31 con calle 44. Al parecer, el joven perdió el control de la motocicleta Bajaj Pulsar 160, de placa FJB02D, y colisionó contra la estructura de la rotonda.
Paramédicos que atendieron la emergencia lo encontraron inconsciente y en delicadas condiciones, trasladándolo de inmediato a la clínica. Según el parte médico, presentaba traumatismo craneoencefálico severo con exposición de masa encefálica, así como trauma de tórax y abdomen cerrado. Las autoridades informaron que, de acuerdo con los primeros indicios, Saurith Moya conducía en estado de embriaguez al momento del accidente.
El deceso fue confirmado a las 11 p. m. del martes 12 de agosto. Compañeros, estudiantes y directivos han manifestado su pesar por la pérdida de un joven educador que se destacaba por su compromiso y dedicación.
Comunidad educativa revive tragedia
La comunidad educativa aún no se reponía de la pérdida de Sebastián Figueroa, estudiante universitario de 19 años, egresado de la institución y Juan David Espinosa, de 15, quienes murieron en un siniestro vial el 21 de mayo en inmediaciones del Parque Los Algarrobillos.
Sus compañeros recuerdan a Saurith Moya como un maestro servicial, comprometido y entregado a sus estudiantes.
“Era una persona muy cariñosa”
Adanies Molina, coordinador académico de la institución, lo describió como “el más joven de la institución, un profesor siempre dispuesto a servir. Jesús Daniel nunca tenía un no para lo que uno necesitara. Era muy servicial, atento y buen docente. Los estudiantes lo recuerdan porque siempre estaba presente, dispuesto a ayudar y formar. Más allá de un profesor, perdimos un ser humano fantástico. Dictaba clases de matemáticas a séptimo y octavo grado”, indicó.
Por su parte, Dayana Tarazona, docente y compañera de trabajo, expresó visiblemente afectada como lo recuerda. “Recordamos a Jesús con mucho amor, era una persona muy cariñosa. Si nos veía diez veces al día, diez veces nos saludaba con esas manos grandes. Esta es una terrible pérdida para el colegio y para toda la comunidad pablista. Revivimos el dolor de otras pérdidas y le pedimos a Dios fortaleza para sobrellevar este momento como familia”, expresó.
El cuerpo del docente permanecerá en la funeraria Exequiales Ecce Homo de Valledupar, donde se realizarán sus honras fúnebres.
Redacción judicial / EL PILÓN
