En el año de 1864 estaba en lo fino la guerra de secesión en Estados Unidos generada por un conflicto entre los estados del norte antiesclavistas y los del sur que se oponían a la liberación de la piel morena. Tras décadas de tensiones en 1860 fue elegido presidente Abraham Lincoln, quien trajo la abolición […]
En el año de 1864 estaba en lo fino la guerra de secesión en Estados Unidos generada por un conflicto entre los estados del norte antiesclavistas y los del sur que se oponían a la liberación de la piel morena.
Tras décadas de tensiones en 1860 fue elegido presidente Abraham Lincoln, quien trajo la abolición de la esclavitud marcando así la historia política nacional.
A partir del año 1910 se desarrolló uno de los primeros estilos de jazz con predominio de los instrumentos de metal, del banyo y de la improvisación.
Aseguran algunos observadores del jazz norteamericano, que después de la guerra de secesión, en el sur de los Estados Unidos, en región cercana al río Misisipi, como el estado de Luisiana, en la ciudad de New Orleans, en el barrio Storyville, muchos soldados que fueron integrantes de las bandas de guerra, como una forma de rebusque y lograr algún posicionamiento musical y económico, conformaron pequeños grupos cuyas actuaciones se daban principalmente en los burdeles de ese lugar.
Alguien aseguraba que el nombre del jazz surgió allí en Storyville, donde las prostitutas utilizaban un perfume conocido como Jazmine lo que coloquialmente generó el terminó “jazz”, pero esto no es un argumento realmente contundente, en torno al origen de este término.
Los estados sureños de los Estados Unidos se llaman colectivamente “Dixie” y la palabra “Land” significa tierra. La primera parte de este vocablo tiene su origen en la presencia que allí tuvieron los franceses en la era napoleónica, y la palabra por un proceso de transformación, pasó a ser Dixieland y la música que allí floreció fue asociada al factor geográfico, empleándose entonces el termino Dixieland para distinguir el jazz que allí se produce.
Recientemente Iván Villazón en una intrépida cruzada musical toma el sonido Dixie en base a metales como trompeta, trombón, bombardino, tuba y banyo, el único instrumento de cuerdas que se usa en esta expresión y creo que por vez primera fusionan esto con el acordeón vallenato, logrando llamar la atención no solo del mundo latino, sino también americano, de los interesados en el jazz.
Los temas seleccionados para esta producción pertenecen a reconocidos compositores del vallenato tradicional con lo cual les da Villazón un merecido reconocimiento ubicándolos en el momento y refrendando a la vez, el nombre de algunos de ellos, quizás un poco olvidados.
Ojalá esta iniciativa de Villazón tenga respuesta, sino en nuestro medio, en alguno de los países como Panamá, República Dominicana y México, donde el acordeón tiene un gran espacio en la expresión de la música folclórica de cada uno de ellos.
Por: Julio César Oñate Martínez
En el año de 1864 estaba en lo fino la guerra de secesión en Estados Unidos generada por un conflicto entre los estados del norte antiesclavistas y los del sur que se oponían a la liberación de la piel morena. Tras décadas de tensiones en 1860 fue elegido presidente Abraham Lincoln, quien trajo la abolición […]
En el año de 1864 estaba en lo fino la guerra de secesión en Estados Unidos generada por un conflicto entre los estados del norte antiesclavistas y los del sur que se oponían a la liberación de la piel morena.
Tras décadas de tensiones en 1860 fue elegido presidente Abraham Lincoln, quien trajo la abolición de la esclavitud marcando así la historia política nacional.
A partir del año 1910 se desarrolló uno de los primeros estilos de jazz con predominio de los instrumentos de metal, del banyo y de la improvisación.
Aseguran algunos observadores del jazz norteamericano, que después de la guerra de secesión, en el sur de los Estados Unidos, en región cercana al río Misisipi, como el estado de Luisiana, en la ciudad de New Orleans, en el barrio Storyville, muchos soldados que fueron integrantes de las bandas de guerra, como una forma de rebusque y lograr algún posicionamiento musical y económico, conformaron pequeños grupos cuyas actuaciones se daban principalmente en los burdeles de ese lugar.
Alguien aseguraba que el nombre del jazz surgió allí en Storyville, donde las prostitutas utilizaban un perfume conocido como Jazmine lo que coloquialmente generó el terminó “jazz”, pero esto no es un argumento realmente contundente, en torno al origen de este término.
Los estados sureños de los Estados Unidos se llaman colectivamente “Dixie” y la palabra “Land” significa tierra. La primera parte de este vocablo tiene su origen en la presencia que allí tuvieron los franceses en la era napoleónica, y la palabra por un proceso de transformación, pasó a ser Dixieland y la música que allí floreció fue asociada al factor geográfico, empleándose entonces el termino Dixieland para distinguir el jazz que allí se produce.
Recientemente Iván Villazón en una intrépida cruzada musical toma el sonido Dixie en base a metales como trompeta, trombón, bombardino, tuba y banyo, el único instrumento de cuerdas que se usa en esta expresión y creo que por vez primera fusionan esto con el acordeón vallenato, logrando llamar la atención no solo del mundo latino, sino también americano, de los interesados en el jazz.
Los temas seleccionados para esta producción pertenecen a reconocidos compositores del vallenato tradicional con lo cual les da Villazón un merecido reconocimiento ubicándolos en el momento y refrendando a la vez, el nombre de algunos de ellos, quizás un poco olvidados.
Ojalá esta iniciativa de Villazón tenga respuesta, sino en nuestro medio, en alguno de los países como Panamá, República Dominicana y México, donde el acordeón tiene un gran espacio en la expresión de la música folclórica de cada uno de ellos.
Por: Julio César Oñate Martínez