Los siete sujetos señalados de secuestrar y asesinar en cautiverio al ganadero Juan Pablo Castillo Esper, al sur del departamento del Cesar, serán llevados a juicio por varios delitos que le endilgará la Fiscalía Especializada con base a una ardua investigación que permitió aparentemente  identificarlos. 

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Los llamados a comparecer son Henry Beltrán Sepúlveda, Mario Sanjuan Galván, los hermanos César Benavides Medina y Hernán Benavides Medina, así como también Javier Rodolfo Sánchez, Jamed Octavio Sánchez y José María Vergel, quienes se encuentran privados de la libertad.

Según el escrito de acusación,  la tragedia de la familia Castillo Esper comenzó cuando hombres fuertemente armados interrumpieron en el predio del ganadero y amordazaron a los empleados para llevarse a Juan Pablo de su finca ubicada en el municipio de San Martín.

 “Amarraron a esas personas de pie con cinta color gris y de manos sujetadas con sunchos, dejándolos encerrados en una de las habitaciones no sin antes advertirles que no se movieran o de lo contrario los matarían. Los sujetos además los despojaron de sus equipos celulares, los cuales arrojaron al suelo y al señor Juan Carlos Esper se lo llevaron del sitio con rumbo desconocido”, reza lo expuesto por la Fiscalía.

Posteriormente llegó el administrador de la finca, José Arias, quien se percató de lo que había sucedido y abrió el candado de una puerta con una varilla para desamarrar a sus familiares y dar aviso sobre el secuestro.   

“El 8 de marzo de 2020 siendo las 15:20 horas la esposa de la víctima recibió la primera llamada por parte de los secuestradores a su número celular (…), donde habló una persona masculina que se identificó como el comandante ‘Camilo’ del ELN informándole que su esposo estaba secuestrado y que por su liberación exigía la suma de 2.500 millones de pesos. Las Llamadas iniciaron desde esa fecha hasta el día 14 de junio de 2020”, añade el documento de acusación. 

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Durante las llamadas y negociaciones, la familia pactó una suma final de 570 millones de pesos posiblemente a cancelar por la liberación de Juan Pablo.

“Las llamadas se hicieron de manera constante, lográndose determinar el lugar donde venían. Se dispuso puestos de control en la salida de Ocaña y Playa de Belén (Norte de Santander) con el fin de poder verificar e identificar a las personas”, puntualizó la Fiscalía.

Es así que en durante las diligencias del puesto de control el 7 de mayo de 2020 en la salida de Ocaña, vía a Abrego del vecino departamento, se identificó a Henry Beltrán Sepúlveda, quien tenía en su poder cinco teléfonos celulares.

De igual forma el 21 de mayo de 2020 nuevamente fue observado Henry en la misma moto con un celular donde al parecer provenían algunas llamadas. 

Junto a él habrían actuado los demás con distintos roles que serían especificados por la Fiscalía en la audiencia de formulación de acusación programada para el próximo 26 de marzo ante un juzgado especializado de Valledupar.

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Lo cierto es que Juan Pablo Castillo Esper fue asesinado en el mes de junio del año pasado por sus raptores ante la presencia del Gaula de la Policía Nacional en un sector limítrofe  de los departamentos de Cesar y Norte de Santander. 

Por eso los implicados fueron detenidos para la época por los delitos por los delitos de secuestro extorsivo, concierto para delinquir, porte ilegal de armas de fuego y homicidio agravado.

POR: Marllelys Salinas / EL PILÓN
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