Las denuncias de cinco familias que aseguraron que sus hijos fueron agredidos física y emocionalmente en el establecimiento SionKids Preeschool, una guardería ubicada en el barrio Don Alberto de la ciudad de Valledupar, fueron explicadas por los representantes legales de este colegio, quienes confirmaron que los pequeños sí fueron encerrados en “un cuarto oscuro”.
De acuerdo con Sergio Rincón, ingeniero de sistemas de la institución, el sitio que es descrito por los niños de cuatro años, es una bodega donde se almacenan “cosas” del colegio. Este profesional del área de sistemas, precisó que la situación se presentó con los niños del grado Prejardín A, salón que desapareció porque los padres de familia decidieron retirar a sus hijos.
Contexto: “Nos encierran en un cuarto oscuro”: los desgarradores relatos de niños presuntamente agredidos en colegio ilegal en Valledupar
“Los padres de familia presentaron unas denuncias sobre ese cuarto oscuro, que fueron atendidas por la institución. No se sabe cuándo sucedió. En agosto se cambiaron los docentes que venían trabajando con los niños. A los niños se les entrevistó, y dijeron que la docente anterior no hacía eso. Tuvo que haber sido desde el cambio de docente en el mes de agosto, hasta el 3 de octubre que llegó la denuncia como tal”, argumentó Rincón.
En vista de los alarmantes testimonios de los niños, la institución aseguró que procedió a revisar las cámaras de vigilancia y no encontraron hechos que comprobaran la versión de los infantes. Sin embargo, fueron despedidas las tres docentes que estaban a cargo de los menores de edad.
La investigación
La rectora de este establecimiento, Luz Carrillo, comentó que los padres fueron informados de todas las acciones que se desplegaron a raíz de las denuncias. En ese sentido, instalaron una cámara en la puerta del salón de los niños para tener registro de los movimientos de las mises.
“Se les ofreció a los padres el acompañamiento psicológico en el proceso porque fue algo que afectó a los niños. Las mamitas manifestaban que habían visto un cambio en la conducta de ellos, y eso es algo que no está permitido. No es como dicen que la institución negó todo, en ningún momento pasó eso”, aseguró Rincón.
Agregó que las denuncias están siendo investigadas, y que lo ideal era que el colegio le hubiese podido brindar apoyo a los papás, pero los acudientes decidieron no aceptarlo. “Ellos dijeron que iban a retirar a los niños y no recibieron el apoyo. Algo que como colegio estamos dispuestos a prestar”.
¿Qué había en el “cuarto oscuro”?
El diario EL PILÓN pudo constatar audios de cinco niños que aseguraban haber sido encerrados en el “cuarto oscuro” cuando se portaban mal. Una de las madres de familia que denunció el hecho y prefirió omitir su nombre, comentó que las últimas semanas han sido para ella una “lucha” para sobreponerse ante la impotencia que le genera desconocer qué le pasó a su hijo en esa habitación.
“Él solo me dijo que lo llevaban arrastrado al cuarto oscuro cuando se portaba mal. Le pregunté, con mucho tacto, qué pasaba allí y no me respondió. Simplemente me dijo que los encerraban allí y que algunos niños se quedaban llorando. No saber a ciencia cierta qué es ese lugar no me deja dormir por las noches”, dijo consternada esta madre de familia.
Al respecto, Luz Carrillo, rectora de la institución, aseguró que los padres de familia y los niños subieron al segundo piso del plantel para que los pequeños señalaran cuál era el sitio. “Ellos identificaron el lugar y antes de entrar dijeron que en la bodega había juguetes, una rueda, entre otras cosas. Sin embargo, no se pudo comprobar que las mises que mencionan los niños incurrieran en esos actos”.
¿El colegio es ilegal?
Los padres de familia al enterarse de los actos irregulares que se presentaban en el colegio, fueron a la Secretaría de Educación Municipal para informar lo sucedido. Para la sorpresa de los acudientes, Sionkids Preeschool no está avalado para prestar el servicio educativo.
“Sionkids Preeschool no cuenta con la licencia de aprobación expedida por la Secretaría de Educación del Municipio de Valledupar y no tiene autorización para prestar el servicio educativo en este Municipio”, se lee en un documento expedido por la sectorial.
Sobre este oficio, Sergio Rincón explicó que: “Nosotros como institución empezamos como guardería. Las guarderías en Colombia no tienen un proceso. Hay un vacío jurídico donde nadie les hace supervisión y vigilancia. Nosotros tenemos una fundación y como fundación funcionamos como guardería”.
Concluyó que actualmente están en el proceso para obtener el aval que les permitiría prestar el servicio educativo. “El nombre está en inglés, entonces el proceso se está llevando a cabo con otra razón social y con un nombre en español. Estamos a la espera de que ellos nos den una resolución”.











