Estercita en Puerto Rico y Nueva York, en 1951 y 1952, y Carmencita en la capital mexicana, en 1954, fueron las primeras artistas que grabaron internacionalmente aires vallenatos.
Sin lugar a dudas el gran auge de la canción popular en latino América a partir del año 1950 les permitió a notables figuras femeninas destacarse en la interpretación de boleros, sones y guacharacas, como fueron Myrta Silva (Puerto Rico), Celia Cruz (Cuba), Silvia de Grasse (Panamá) y Toña la Negra (México). Fue el factor decisivo que sirvió de estímulo a Estercita Forero y a la vedette cartagenera Carmencita Pernett para dejar los viejos radioteatros de las emisoras locales, alejarse de nuestras fronteras patrias y cruzar los mares, como embajadoras de esa alegre música que florecía risueña en el Caribe colombiano.
Estercita en Puerto Rico y Nueva York, en 1951 y 1952, y Carmencita en la capital mexicana, en 1954, fueron las primeras artistas que grabaron internacionalmente aires vallenatos.
Aquellas grabaciones, por ser orquestadas, tenían más sabor Caribe que provinciano, pero con esencias vallenatas alertaban al continente sobre la riqueza de esa música que saliendo de los campos y veredas iniciaba su recorrido victorioso hacia las ciudades y después hacia el mundo entero.
Una década más tarde, ya en 1964, la cieguita Lucy González, con el combo orense (Ciénaga de Oro) de Antolín Lenis, tuvo grande resonancia impactando en todo el Caribe con grandes éxitos como fueron ‘El paseo Sonia’, de Antolín, y el paseo-porro ‘La aventurera’, de Pablito Flórez.
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Solo hasta el año 1970 la aparición de Rita Fernández con su conjunto ‘Las Universitarias’, ya en la onda del acordeón, se hacen notar con las delicadas voces de Rita y Cecilia Meza, dándole gran protagonismo a la figura femenina. Sin embargo, fue en esta época donde surgen las voces masculinas más encumbradas que se erigen como estrellas del canto, marcando la hegemonía que hoy se mantiene, y convirtiendo al cantante en líder de las agrupaciones vallenatas. Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Diomedes Díaz, Rafael Orozco, Beto Zabaleta, Iván Villazon y Silvio Brito, fueron los encargados de cerrarle el paso a la mujer que trataba de ganar un espacio en esos, para ella, difíciles años.
La década del 80 tuvo un movimiento de proyección importante, pero en el formato orquestal, con Gladys Caldas, ‘Claudia de Colombia’ para la farándula, con el rotundo éxito ‘Río Badillo’ de Octavio Daza, secundada por Yolanda Manzano, ‘Yolandita’, con ‘Momentos de Amor’ de Fernando Meneses, y, yendo más allá de nuestras fronteras, Marinella con ‘Amor estudiantil’, de José Armenta. El acordeón seguía ausente en este movimiento de voces femeninas, pero en buena hora un suceso con aire internacional le da vida y dimensión cuando la grandiosa Gloria Steffan llama al rey vallenato ‘El cocha’ Molina para la grabación del álbum ‘Abriendo Puertas’, título del paseo creado por Kikke Santander. El término vallenato comienza a escucharse en el mundo latino, pero la Streffan no tuvo continuidad con esta propuesta y siguió batallando con su tropi-pop.
En 1993, Patricia Teherán, una estrella fugaz en el firmamento vallenato, con su grupo ‘Las diosas del vallenato’, logra cautivar el sentimiento popular con el exitazo ‘Tarde lo conocí’ del compositor Omar Geles, pero con su temprana muerte quedó nuevamente sin líder el movimiento del vallenato femenino.
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Fue la época en que tuvo algún reconocimiento Maira Arguelles al grabar el antológico paseo ‘Viejo Valledupar’ de Rodolfo ‘Veje’ Bolaño. No podemos pasar por alto las versiones en España de la ‘Casa en el aire’ de Lola Flórez y las de ‘La gota fría’, de Paloma San Basilio y María Dolores Pradera.
En el año 2016 nace en Valledupar Evafe, el encuentro vallenato femenino que viene luchando con ahínco por elevar la estatura musical de la mujer, como vocalista o como intérprete del acordeón. En el desarrollo de sus festivales se han destacado jóvenes cantantes de voces cautivadoras que reclaman el justo sitial que les corresponde en el mundo vallenato, algunas de ellas con la virtud de tocar el acordeón con maestría.
Pudiendo mencionar a Isabel Sofía Picón, Diana Burco, Leidys Salgado, Nataly Patiño, Wendy Corso y Sarita Arango. Por otra parte, han sido reinas del canto vallenato Jadith Megues, Tatiana Díaz, María Alejandra Navarro, Laura Cardona e Isabel Vergara
Actualmente causan sensación las actuaciones de Margarita Doria y la polémica Ana del Castillo, reveladoras de música, poesía y el sentimiento de algunos autores creadores de la alegría, que hoy regocija a gente de todas partes. Es música fresca para la gente de hoy y también para la del mañana.
Por: Julio Cesar Oñate Martínez
Estercita en Puerto Rico y Nueva York, en 1951 y 1952, y Carmencita en la capital mexicana, en 1954, fueron las primeras artistas que grabaron internacionalmente aires vallenatos.
Sin lugar a dudas el gran auge de la canción popular en latino América a partir del año 1950 les permitió a notables figuras femeninas destacarse en la interpretación de boleros, sones y guacharacas, como fueron Myrta Silva (Puerto Rico), Celia Cruz (Cuba), Silvia de Grasse (Panamá) y Toña la Negra (México). Fue el factor decisivo que sirvió de estímulo a Estercita Forero y a la vedette cartagenera Carmencita Pernett para dejar los viejos radioteatros de las emisoras locales, alejarse de nuestras fronteras patrias y cruzar los mares, como embajadoras de esa alegre música que florecía risueña en el Caribe colombiano.
Estercita en Puerto Rico y Nueva York, en 1951 y 1952, y Carmencita en la capital mexicana, en 1954, fueron las primeras artistas que grabaron internacionalmente aires vallenatos.
Aquellas grabaciones, por ser orquestadas, tenían más sabor Caribe que provinciano, pero con esencias vallenatas alertaban al continente sobre la riqueza de esa música que saliendo de los campos y veredas iniciaba su recorrido victorioso hacia las ciudades y después hacia el mundo entero.
Una década más tarde, ya en 1964, la cieguita Lucy González, con el combo orense (Ciénaga de Oro) de Antolín Lenis, tuvo grande resonancia impactando en todo el Caribe con grandes éxitos como fueron ‘El paseo Sonia’, de Antolín, y el paseo-porro ‘La aventurera’, de Pablito Flórez.
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Solo hasta el año 1970 la aparición de Rita Fernández con su conjunto ‘Las Universitarias’, ya en la onda del acordeón, se hacen notar con las delicadas voces de Rita y Cecilia Meza, dándole gran protagonismo a la figura femenina. Sin embargo, fue en esta época donde surgen las voces masculinas más encumbradas que se erigen como estrellas del canto, marcando la hegemonía que hoy se mantiene, y convirtiendo al cantante en líder de las agrupaciones vallenatas. Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Diomedes Díaz, Rafael Orozco, Beto Zabaleta, Iván Villazon y Silvio Brito, fueron los encargados de cerrarle el paso a la mujer que trataba de ganar un espacio en esos, para ella, difíciles años.
La década del 80 tuvo un movimiento de proyección importante, pero en el formato orquestal, con Gladys Caldas, ‘Claudia de Colombia’ para la farándula, con el rotundo éxito ‘Río Badillo’ de Octavio Daza, secundada por Yolanda Manzano, ‘Yolandita’, con ‘Momentos de Amor’ de Fernando Meneses, y, yendo más allá de nuestras fronteras, Marinella con ‘Amor estudiantil’, de José Armenta. El acordeón seguía ausente en este movimiento de voces femeninas, pero en buena hora un suceso con aire internacional le da vida y dimensión cuando la grandiosa Gloria Steffan llama al rey vallenato ‘El cocha’ Molina para la grabación del álbum ‘Abriendo Puertas’, título del paseo creado por Kikke Santander. El término vallenato comienza a escucharse en el mundo latino, pero la Streffan no tuvo continuidad con esta propuesta y siguió batallando con su tropi-pop.
En 1993, Patricia Teherán, una estrella fugaz en el firmamento vallenato, con su grupo ‘Las diosas del vallenato’, logra cautivar el sentimiento popular con el exitazo ‘Tarde lo conocí’ del compositor Omar Geles, pero con su temprana muerte quedó nuevamente sin líder el movimiento del vallenato femenino.
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Fue la época en que tuvo algún reconocimiento Maira Arguelles al grabar el antológico paseo ‘Viejo Valledupar’ de Rodolfo ‘Veje’ Bolaño. No podemos pasar por alto las versiones en España de la ‘Casa en el aire’ de Lola Flórez y las de ‘La gota fría’, de Paloma San Basilio y María Dolores Pradera.
En el año 2016 nace en Valledupar Evafe, el encuentro vallenato femenino que viene luchando con ahínco por elevar la estatura musical de la mujer, como vocalista o como intérprete del acordeón. En el desarrollo de sus festivales se han destacado jóvenes cantantes de voces cautivadoras que reclaman el justo sitial que les corresponde en el mundo vallenato, algunas de ellas con la virtud de tocar el acordeón con maestría.
Pudiendo mencionar a Isabel Sofía Picón, Diana Burco, Leidys Salgado, Nataly Patiño, Wendy Corso y Sarita Arango. Por otra parte, han sido reinas del canto vallenato Jadith Megues, Tatiana Díaz, María Alejandra Navarro, Laura Cardona e Isabel Vergara
Actualmente causan sensación las actuaciones de Margarita Doria y la polémica Ana del Castillo, reveladoras de música, poesía y el sentimiento de algunos autores creadores de la alegría, que hoy regocija a gente de todas partes. Es música fresca para la gente de hoy y también para la del mañana.
Por: Julio Cesar Oñate Martínez